06 - En el gotcha

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Las clases transcurrieron con normalidad, y como siempre, Leo no recordaba la mayoria de cosas que ocurrían en su día a día, por ejemplo, en sus clases que tenían que ver con literatura, la materia que de verdad le encantaba, tan solo recuerda haber respondido una u otra pregunta que la profesora hacía a la clase. Sin embargo, llega un punto en el que sus recuerdos se borran por completo para después ver a sus compañeros aplaudiendo a dos manos y su profesora llorando como si hubiese escuchado poemas de lo más hermosos. Obviamente después se enteraba que alguno de ellos tomó el control, Arthur para ser específico. Por otro lado, en clases de geografía e historia, materias que suelen aburrirle a Leo, no recuerda absolutamente nada, tan solo su único recuerdo es que su profesor de historia, el profesor Pineda, entra y saluda a la clase, para después despertar en plena exposición a la vez que la chicharra anuncia el fin del día. Esa, era la vida escolar de Leo, era como si de un sueño se tratase.

-Haaaa, finalmente acabaron las clases, oye Jorge, vamos a mi casa, tengo algunos nuevos juegos que compre por Steamp que te pueden encantar-decía Jimmy mientras se estiraba cansado de tantas clases.

-No puedo Jim, lo siento, le prometí a mi novia llevarla al cine a ver "El señor de los mares". No le puedo quedar mal.

-Oye Leo, ¿Le gritamos al simp?-dijo Jimmy mientras tocaba el hombro de Leo-¡¡SIMP!!, ¡¡SIMP!!.

-Técnicamente no soy un simp, porque ya es mi novia y...

-Eso es lo que diría un simp-dijo Jimmy riendo.

-Bueno, como quieras, pero hoy no puedo.

-Haaa, ¿Y qué hay de ti Leo?. ¿No me vas a dejar plantado como este ojete verdad?-preguntó Jimmy a la vez que señalaba a Jorge con el dedo índice.

-No...creo...que hoy paso...necesito, descansar un poco, además de que...-respondió Leo siendo interrumpido por Saúl quien lo empujó mientras avanzaba por el pasillo directo a la salida.

Leo cayó al suelo, y levantó la mirada solo para ver que Saúl se estaba burlando de él junto con su grupo de amigos.

-No se te olvide nuestro duelo el sábado Leo, JAJAJA, Esto será sencillo.

Jorge y Jimmy ayudaron a Leo a levantarse a la vez que insultaban en voz baja a Saúl:

-¿Estas bien?. ¿Porqué retaste a Saúl? Nos va a coger el sábado-dijo Jimmy con un tono de temor en su voz.

-Ni siquiera yo se porqué lo hice-respondió Leo limpiándose los restos de polvo de su pantalón.

-¿Cómo que ni tu sabes?-respondió Jorge.

-Creo que sufre de falta de memoria a corto plazo bro jajajaja-respondió Jimmy.

Leo no dijo nada, tan solo se levantó y siguió caminando.

-¿Estas bien?-preguntó Jorge.

-Si, si, estoy bien, solo...ahh...debemos prepararnos para el sábado...cuento con ustedes... ¿Verdad?-respondió Leo mirando a sus dos amigos.

-Claro bro-respondió Jorge.

-Hasta la pregunta ofende hermano-respondió Jimmy chocando su puño con el de Leo.

-Bueno, pues espero que esten listos, porque mañana, le demostraremos a Saúl quienes somos.

[...]

El día finalmente llegó, Leo, Jimmy y Jorge estaban a las afueras del campo de batalla mirando de frente a Saúl y a sus tres guerreros, ellos eran:

Ricardo

Alías: El lobo negro.

Un chico de dieciseis años de edad, medía un aproximado de un metro con ochenta y cinco centímetros, su padre era militar por lo que llevaba un corte militar, de tez morena y con una cadena de oro en el cuello, vestido con una playera negra y unos pantalones verdes. "

La Suma de mis Partes Where stories live. Discover now