CAPITULO 4 - PARTE I

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Chiara

Semanas más tarde...

Ha pasado cinco semanas y no he sabido nada de Jacobo Dauphin, aunque la verdad es que no me importa tanto, solo espero que esté bien porque no ha llevado las indicaciones correspondientes para la curación.

Por otro lado, sigo trabajando en el hospital con mi hermana, pero no hemos hablado de lo sucedido tampoco quiero tocar el tema.

Por otra parte, desde que se fue Jacobo he estado buscando trabajo en hospitales también fui a entrevistas, pero no he conseguido nada aún, no me preocupa demasiado ya que no estoy apresurada por dejar este hospital, debo admitir también que me siento un poco mal hacer esto a escondida de Tatiana ya que es mi hermana mayor, pero creo que es momento de independizarme profesionalmente de mi familia.

Escucho que la puerta de la sala de descanso para el área de enfermeras se abre de un portazo, levanto mi vista y observo a mi hermana con mi cuñado, ellos dos se acercan a mí y bufo.

— ¿Qué sucede? — pregunto con un tono serio.

— Necesitamos hablar, Chiara. No podemos seguir así — se queja mi hermana.

— ¿De que quieres hablar? — cuestiona con seriedad.

— De las solicitudes de empleo — confiesa mi hermana con un tono bajo y abro mi boca indignada.

— ¿Cómo sabes eso? — interrogo con enojo.

— Me lo dijo — se calla al instante.

— ¿Mandaron a controlarme? ¿Qué les sucede a ambos? ¿Con que derecho hacen eso? — exploto enojada y me levanto de la silla.

— Tienes que calmarte, Chiara. Tu hermana no lo hizo intencionalmente. Un hombre malo está atrás tuyo, tenemos que protegerte — se excusa mi cuñado con preocupación y niego con la cabeza.

¿Enserio ellos dos me van a decir que me protegen de un hombre malo cuando Piero también lo es?

— ¿Saben qué? Me cansé de todo esto, no pueden meterse en mi vida profesional y privada, soy una mujer adulta que sabe lo que hace. Si me involucro con ese hombre o no, es mi problema, tengo que aprender a lidiar con mis decisiones. Si envío una solicitud de trabajo, es mi problema. Agradezco su preocupación también agradezco de todo corazón de que me quieran ayudar, pero se acabó — hablo mientras que me quito el gafete, mi hermana escanea mis movimientos y abre su boca al ver que recojo todas mis cosas.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunta nerviosa.

— Renuncio, eso debí hacer desde que me di cuenta que era lo mejor para mí, Tatiana. Yo quiero buscar mi propio camino, quiero ser independiente y creo que si estoy en este lugar no podré hacerlo. No quiero mezclar la familia con lo profesional, es no es lo adecuado — expreso con decisión, me aproximo a ella y abrazo a mi hermana, le entrego mi gafete y beso su mejilla.

— Te quiero hermana — digo, miro a Piero quien me observa serio.

— Diles a tus hombres que dejen de perseguirme, dejen de revisar mis cosas privadas. Se cuidarme sola siempre me cuidé sola. No vengas ahora querer defenderme — declaro y baja su cabeza luego afirma con la cabeza.

— ¿Dónde iras? — cuestiona mi hermana con un tono entrecortado.

— Mi objetivo es buscar un alquiler también esperar a que un hospital me llame — confieso y sus ojos se abren asombrados tratan de decir algo, pero niego con la cabeza así que se mantienen callados.

Es hora de valerme por mi misma y creo que lo lograré.

Meses más tarde...

Hace meses que me mudé de la casa de Tatiana.

He estado recibiendo algunas respuestas de hospitales cerca de aquí. Uno de ellos me encantó y acepté al instante, me he adaptado con rapidez también pude mudarme en un departamento cerca de mi trabajo. Mis turnos son de noche. El hospital también me dio la oportunidad de estar en la facultad de nuevo así que decidí estar en la facultad de Medicina.

Por otro lado, mi hermana y yo seguimos hablando, pero no como la forma en que hacíamos antes ya que no estoy todo el tiempo con ella. Nosotras tratamos de hacer cada una nuestra vida así que obviamente que estaremos un poco distanciadas.

Siento que todo ha cambiado en estos meses para bien algunas cosas y otras cosas para mal.

Escucho que alguien toca la puerta de mi departamento, dejo mi café en la mesa y apago la cocina. El golpe en la puerta sigue cesando y bufo.

— Enseguida voy — grito, me encamino, abro al ver a mi hermana menor. 

— ¿Qué haces aquí, Luna? — cuestiono con interés a mi hermana quien hace una mueca.

— Me he peleado con mamá y Chester. Vine aquí porque no quiero verlos  — admite mientras se rasca su nuca, alza su vista y me observa.

—¿Qué sucede? Dime porque pelearon — hablo mientras hago una seña para que se siente en el sofá.

— Ellos quieren que vaya a la facultad de Medicina, pero la verdad es que no me gusta tanto esa carrera, no me apasiona nada de la medicina o enfermería. Les dije un montón de veces y creo que no me entienden  — manifiesta con frustración y suspiro.

— ¿Ellos saben que estás aquí? — pregunto y baja su cabeza maldigo por lo bajo, agarro mi teléfono.

— Les avisaré. No quiero que se angustien ¿De acuerdo? — hablo y se encoge sus hombros.

— De acuerdo — es lo único que dice. Llamo a mi mamá y le informo que Luna está aquí luego hablamos por unos minutos más, me alivió hablar con mi madre de algunas cosas.

Opuestos (#2 MM)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon