Wonnie

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Extendió los brazos sobre su cabeza y aspiró tanto aire como pudo

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Extendió los brazos sobre su cabeza y aspiró tanto aire como pudo. Cerró los ojos y entrelazó los dedos, inclinó su cuerpo a un costado, volvió al centro y repitió la misma acción hacia el otro lado.

La puerta de la oficina se abrió y por inercia también abrió los ojos.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de lo que hiciste? —preguntó su mejor amigo dejando una bolsa de papel con bollos de crema en la mesa.

—¿Qué hice?

Jooheon frunció el ceño.

—¿Ilusionar a un buen hombre?

Hyungwon giró bajando los brazos. Lo miró a los ojos caminando de regreso al escritorio.

—¿Qué te hace creer que es un buen hombre? Ni siquiera lo conoces.

—No. Pero quién acepte seguirte el juego sin pedir nada a cambio es un buen hombre —explicó cansado de intentar hacerlo entender—. Hyungwon, él está enamorado de ti.

Tomó la bolsa de papel y sacó un bollo. Miró fijamente la bola de masa con una sonrisa.

—Entonces tendré que dejar de frecuentarlo. No me sirve si incluye sentimientos —dijo encogiendo los hombros—. That'll be ok.

Jooheon ahogó un grito con su mano dejándose caer en la silla de cuero.

—¿Te cuesta tanto aceptar que también te gusta?

La sonrisa suave del alto le dio una pequeña esperanza. Una esperanza de que quizás si existía un sentimiento de amor en ese duro corazón.

—Me gusta —admitió. Mordió el bollo gimiendo al sentir la crema derramarse en el interior de su boca—. Me gusta su pene y cómo mueve las caderas.

—¡No tienes remedio!

Hyungwon rodó los ojos limpiando los restos de crema de sus labios con la lengua.

—Perdón por ser sincero.

Abandonó la silla para acercarse a su mejor amigo. Rodeó los hombros anchos con un brazo y arrimando el cuerpo de Hyungwon al suyo. Preguntó en su oído.

—Dime, ¿qué sientes cuando lo miras?

—Excitación.

Jooheon gruñó, pero le dio otra oportunidad.

—Bien. Y cuándo lo besas, ¿no piensas que estás flotando entre las nubes? ¿que tu cuerpo se calienta y tus manos arden por tocarlo?

Los recuerdos de la noche anterior aparecieron automáticamente con la última frase. La boca de Hoseok moviéndose contra la suya con una suavidad electrizante. Su lengua caliente rozando su paladar con lentitud y absorbiendo cada uno de sus gemidos. Besos bajando por su mandíbula a lo largo de su cuello hasta llegar a su hombro. Sus dientes blancos y perfectamente alineados rasgando el hueso de su clavícula. Un beso húmedo en medio de sus pectorales apenas marcados.

Love or Sin?Where stories live. Discover now