Capítulo 2: Corazón destrozado

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Capitulo dedicado a: Kazahaya29, kiryuukuran, VictoriaNicole2, MarySaavedraReyes, kaylavalen, MariCross171, Lucita4505, Laughing05, Lashijedeweiwuxian, NicoleArredondo000, AdrianaValeMora, JuliethCasas, ChroneliaCid, Hinatachan444, rachidahammoud, AreceliHurtadoCopad6, sinead_230, Syreydirs, DaileniPerezcrispin, kaittel, Andreadeleon782, YuuAibaArkkartls, LisethHuertas, AnniellissRojasRojas, valeska027, lunablooc, YohamnaRodriguez20, AdeleyFonseca, AndreaMolinaHuaman, quienes votaron el capitulo anterior ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!! 💕💕💕💕💕

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Santuario de Athena:

Con decisión entra a la casa de Acuario. Para Milo es momento de hablar seriamente con Camus. Ya lo ha postergado por varios días, los cuales como un maldito cobarde ha evitado cualquier contacto con el francés. Pero ya no. Ese día hablara si o si con él. Sin embargo, dentro del templo no puede percibir el cosmos de Camus.

¿Habrá salido? Se pregunta confundido.

Lo confirma cuando lo comienza a buscar hasta en su habitación personal. No está, Camus de Acuario no está en su templo. Suspira con pesadez al mismo tiempo que se sienta en uno de los sillones que hay en la sala de Acuario. No importa cuanto tarde, Milo lo estará esperando hasta que llegue. Camus no se escapará de aquella plática.

Pero los dioses al parecer no desean que eso pase, pues despues de varias horas no es Camus quien entra al templo, es Athena que en compañía de Seiya y Shion, atraviesan la puerta de Acuario.

—¿Milo, qué haces aquí? —pregunta Athena extrañada al ver al santo de escorpio con brazos cruzados y su tobillo derecho sobre su muslo izquierdo. Su mueca de fastidio deja en evidencia que Milo ha estado en ese lugar por varias horas.

—Estoy esperando a Camus, necesito hablar con él.

Inevitablemente Athena lleva su mirada hacia Shion, Seiya a su lado pareciera incomodo ante lo que Escorpio ha dicho.

—¿Ocurre algo? —pregunta Milo al notar aquello.

—Bueno, Milo —responde la diosa bajando la mirada —Camus no se encuentra en el santuario, él… él marcho a Asgard ayer por la tarde. Al parecer el que se quiera casar con su amigo Surt…

Athena ya no puede decir más, no cuando al levantar la mirada ve el rostro estupefacto y horrorizado de Milo.

—oh… —es lo único que puede articular, pero para Athena, Shion y Seiya no es necesario que diga algo más, no cuando su rostro, no cuando su mirada lo dicen todo.

Por su parte, Milo no sabe como reaccionar ante aquella información. Se casará, «Camus se marchó a Asgard para casarse con él». Baja la mirada intentando que esta no delate lo destrozado que se encuentra en esos momentos, pero de nada sirve, Athena, el patriarca y Pegaso ya se han dado cuenta de aquello.

—Entonces será mejor que regrese a mi templo —menciona mientras se levanta. Las ganas de llorar queman sus ojos. Con todas sus fuerzas reprime las lágrimas que amenazan en salir en cualquier momento, mientras en su cabeza imágenes de un Camus vestido de blanco comienzan a inundar su mente, su corazón. No, él no soportara ver aquello, él no podrá soportar ver a quien ha amado desde su infancia unir su vida a otro. Y sin ser consiente de las miradas preocupadas de Athena, Shion y Seiya lo han seguido en todo momento, Milo sale con el corazón destrozado de aquel templo.

Casa de Yagari:

Sabía que las cosas no iban a ser tan fáciles como los demás cazadores se lo hicieron ver. Si, cuenta con el apoyo de muchos de ellos, pero aun así el desastre que dejó el antiguo presidente al estar coludido con los vampiros no se limpiaría tan fácilmente. Aunado a eso, y lo que en esos momentos más le preocupa es Zero. Zero había caído en una profunda depresión despues del entierro de Ichiru. Mejor que nadie lo entendía, en el pasado, le gustara o no, Cross estaba con él, la mocosa estaba con él y gracias a eso, a pesar de su corta edad había superado la muerte de sus padre y de Ichiru con madurez.

Las cosas eran diferentes ahora. Ichiru había regresado, y aunque estaba junto a la sangre pura que asesinó a su familia, Zero lo había perdonado; pero a pesar de eso, Kuran Kaname se había encargado de mover sus hilos para que fuera el mismo Zero que terminara asesinándolo solo para protegerla a ella, a esa estúpida mocosa que terminó siendo su prometida y hermana. Ichiru esta vez si estaba muerto, y esta vez no estaba ni Cross ni esa mocosa para ayudarlo a salir de esa. Como viles traidores, se habían ido con él, con Kuran Kaname sin importarles lo destrozado que Zero estaba despues de eso, despues de ser él el que le arrebatara la vida a su único hermano.

Yagari suspira y baja los papeles que tiene en la mano; el informe de una misión de reconocimiento en Atenas. Despues de lo ocurrido en la academia Cross muchos vampiros le dieron la espalda a su rey, mismos vampiros que terminaron huyendo como vil cobardes para, según ellos, hacerse con suficiente poder y así derrocar a Kuran Kaname. Una estupidez si se lo preguntan. Aun así, en sus manos tenía el primer reporte de un Sangre pura causando destrozos en aquella ciudad. Vendrían más, de eso estaba seguro.

Pasos acercándose lo obligaron a voltear a su derecha, era Kaito que con semblante triste atravesaba  la sala en esos momentos.

—¿Nuevamente no ha comido nada? —pregunta Yagari que observa como Kaito regresa de la habitación de Zero con la misma bandeja llena de comida, la misma que él dejó hace un par de horas en el cuarto de su pupilo.

Kaito, como respuesta mueve la cabeza de un lado a otro.

—Sensei, necesitamos hacer algo. Si Zero continua así…

Yagari suspira. Él mejor que nadie lo sabe, ¿pero que hacer si también entiende por el dolor que Zero está atravesando?

Al regresar la mirada a los papeles que ahora descansan en la mesa de centro frente a él, suspirara de nuevo. No hay opción, no para él, en especial cuando sabe que lo único que puede hacer que su pupilo deje de estar pensando en aquello es dándole la oportunidad para volcar su rabia y tristeza en aquellos que le arrebataron a su única familia.

Se inclina sobre los papeles y coloca en ellos el nombre del cazador a quien se le asignara la misión de eliminar a aquel sangre pura, rogando para sus adentros que no esté cometiendo el peor error de su vida.

Dorado y vampírico amor (Saint Seiya x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora