QUINCE

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Gun 🍓

Gun abrió la tarjeta de Navidad que le había mandado su padre. Como siempre, no llevaba ningún mensaje personal, ninguna despedida cariñosa; solo la firma indiferente y un cheque por cien dólares.

—¿Por qué se molesta siquiera?

Su madre rehusó avivar el resentimiento de Gun, aunque ella y su padre apenas podían hablar sin gritarse.

—Tu padre siempre se ha hecho cargo de todas tus necesidades —dijo, y añadió, como si lo pensara después—: Financieras.

A Gun no le apetecía discutir. Ya sabía lo que quería comprarse con el cheque: un par de botas de Dr. Martens. Había ahorrado para los regalos del resto. A su madre le compraría un perfume o un pañuelo; a Namtam, algo de bisutería a la última moda, y a Film, una corbata.

Sabía que Win  quería un reloj de edición
limitada con el holograma fosforescente de la nave Enterprise, pero esa chuchería estúpida costaba demasiado. No podía comprarla y a la vez comprarse las botas.

¿Y por qué tenía que gastarse cien dólares en Win?

Él seguramente se fusilaría todo el dinero de Navidad en comprarle a Bright unos calzoncillos de diseño.
La tarde de Navidad, fue a casa de Win  a darse los regalos.

Enseguida se fijó en el póster de la película colgado en la pared.

—Vaya, eso es nuevo.

Win  miró al suelo y arrastró los pies.

—Me lo dio Bright.

—Oh, qué tierno —dijo Gun. Se metió el dedo en la garganta e hizo amago de vomitar; luego, le dio a Win  la caja que traía y gruñó—: Toma.

Win  desenvolvió el papel de regalo.

—¡Ostras! —Abrió cuidadosamente el estuche que contenía el reloj—. No me creo que me lo hayas comprado. —Miró a Gun como si estuviera dudando acerca de algo; luego, se inclinó y le dio un beso en la mejilla—. Gracias.

—Ya, ya —dijo Gun—. ¿Te lo vas a poner o lo quieres conservar como pieza de museo?

Win  se abrochó el reloj en la muñeca.

—Queda genial. Toma, abre el tuyo.

Le alargó a Gun una caja. Este rompió el papel y pegó unbgrito.

—¡Ay, las putas botas! No sabes lo mucho que las quería.

—Sí que lo sé. —Win  sonrió.

Gun se quitó los zapatos de un tirón y se puso las botas.

—¡Son preciosas! —Se apresuró a atarse los cordones—. ¡Eres el mejor!

Dio brincos y se aferró a Win.

—¡Quiero un beso de verdad! —Antes de que Win  pudiera decir nada, Gun le estampó un beso en los labios—. ¡Ahí tienes! Tu primer beso en los labios con un chico.— Win  se puso rojo y Gun dejó de pegar brincos. —Oh, oh, has puesto tu cara de estreñido. —Aunque se preguntaba la razón, ya lo sospechaba—. Le has besado, ¿no?

Win  respondió con un asentimiento pudoroso.

—La semana pasada. Aún no me lo creo. —Enarcó las cejas con su mejor cara de cachorro arrepentido—. ¿Estás enfadado?

Gun se miró las botas.

—No. —Era mentira—. Sí —admitió, pero no. Estaba furioso—. No lo sé.

Se dejó caer sobre la cama, como si el peso de su confusión lo empujara hacia abajo. Debería alegrarse de que su mejor amigo se
liase con el hombre de sus sueños húmedos, en vez de sentir lástima de sí mismo todo el rato. Se quedó mirando el póster de la película que Bright le había regalado a Win  mientras este jugueteaba con la visera de su gorra.

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⏰ Last updated: Nov 08, 2023 ⏰

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Línea Arcoiris (BrightWin)Where stories live. Discover now