𝟬𝟰𝟴

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Narra Lysandra.

Bajo la mágica luz de la luna, ambos caminábamos por la plata, donde la arena dorada se extendía hasta perderse en la oscuridad. Las olas rompían suavemente, un acompañamiento constante para sus conversaciones.

— ¿Alguna vez imaginaste que estaríamos aquí, después de todo lo que hemos vivido? - preguntó Aleksander, sus ojos buscando los míos

Yo le devolví la mirada, radiante por estar de nuevo en mi luna de miel.

—Nunca podría haber imaginado un lugar más perfecto para estar contigo, Sasha. Estamos aquí, juntos, y eso es lo que importa.

Caminamos en silencio por un momento, absorbidos por la serenidad de la playa. aprovechó la oportunidad para admirar el perfil de mi esposo, la luz de la luna resaltando cada rasgo de su rostro.

- Me pregunto qué nos depara el futuro - murmuró Aleksander, sus pensamientos vagando hacia lo desconocido.

Apreté su mano y con cuidado ubique mi cabeza en su brazo, ya que no alcanzaba du hombro por la diferencia de estatura

- No sé qué nos depara, pero sé que lo enfrentaremos juntos. Hemos superado desafíos antes, ¿verdad?

Él asintió, agradecido por la comprensión y la fuerza que encontraba en mi.

- Tienes razón, mi amor. Juntos somos imparables.

Nos detuvimos cerca del agua, ambos nos quitamos nuestros zapatos y dejamos que las olas acariciaran nuestros pies. Aleksander, con un suspiro profundo, compartió sus reflexiones.

- A veces me pregunto si merezco toda esta felicidad.

Lo mire con toda la ternura y el amor en el mundo.

- Mereces cada momento de felicidad que podamos encontrar, Sasha. Y estoy aquí para asegurarme de que lo sepas.

La brisa marina envolvía sus palabras, y Aleksander me atrajo hacia sí con suavidad.

- Lysandra, cada día contigo es un regalo. ¿Sabes cuánto te amo?

Yo levante mi mirada para encontrarme con sus ojos

- Y yo te amo más de lo que las palabras pueden expresar.

Bajo la Luna llena, compartimos un beso lleno de promesas. Permití que el me cargara y nos sumergiera en el mar. Yo enredé mis piernas alrededor de él en el agua, el me caravana sin problema alguno y nos amábamos que nada.

Ya nunca me iré de su lado

Esposa del general KiriganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora