07 ESCAPE

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Con el silencio del sitio, Lion se retira sigiloso. Los ojos rojos del ratón brillan, mientras se aleja del lugar. Garra Afilada, observa al roedor alejarse. El pequeño y temeroso ratón que una vez salvó, más por lástima que por compasión, es ahora la única esperanza que tiene para reencontrar a sus hijos y conseguir la anhelada libertad para su familia.

La gata sabe que debe actuar rápido. Su corazón late con urgencia cuando se gira hacia su hija. La pequeña cachorra duerme junto a ella. La mamá sabe que es el momento de despertarla, de prepararla para lo que está por venir.

Con cuidado, Garra Afilada lame la cabeza de su cría, despertándola con suavidad. Setenta y Tres parpadea confundida, y luego mira a su madre con ojos soñolientos.

—¿Qué pasa, mamá? —murmura la pequeña gata, bostezando.

La madre baja su cabeza y le susurra con voz firme pero amorosa —Escucha con atención mi niña. tenemos que irnos, se nos ha dado la oportunidad de escapar y tal vez reunirnos con tus hermanos. Pero necesito que sigas mis instrucciones al pie de la letra.

Setenta y Tres asiente, aún un poco confundida, pero con mirada de determinación. Confía en su mamá, en su valentía y en su amor.

La gata le explica —Ahora que el humano no tiene razones para mantenernos juntas, pronto vendrá a separarnos para siempre, él confía en que seguiré dormida y eso le haremos creer, tú también debes fingir que sigues descansando. Tratará de llevarme y seré dócil hasta que esté fuera de la jaula, en ese momento te daré una señal para que salgas de este lugar.

Setenta y Tres asiente de nuevo y murmura —Entendido, mamá.

Garra Afilada continúa con voz suave pero urgente —cuando estés fuera de la jaula, corre hacia allá —con su pata señala las mismas cajas por donde desapareció Lion —allí encontrarás un hueco, entra en él. Si todo sale bien, yo te seguiré de cerca. Un amigo ratón, nos espera dentro, él nos ayudará a escapar.

Setenta y Tres frunce el ceño, confundida —¿Ratón?¿Qué es un ratón, mamá?

Garra Afilada sonríe ante la inocente pregunta y a pesar de que su corazón está lleno de preocupaciones responde con calma y ternura —No te preocupes, mi amor. En cuanto estemos con él te lo presentaré. Lo importante es que nos llevará a una salida y pronto estaremos lejos de este lugar para poder buscar a tus hermanos.

Setenta y Tres de nuevo mueve la cabeza de forma afirmativa, decidida a seguir las instrucciones. El valor de su madre y la promesa de conocer a un nuevo amigo le dan la confianza para enfrentar lo que sea que le espere en su búsqueda de libertad.

El plan de fuga parece estar listo, y la esperanza brilla en los verdes ojos de ambas felinas mientras se preparan y aguardan el momento adecuado para emprender su huida.

Mientras tanto, no muy lejos del sitio de cautiverio, en el interior de los ductos de aire del edificio, Ámbar, con su letal silueta reptiliana, se desliza con sigilo por los angostos túneles. Sus escamas relucen en la penumbra, y sus ojos amarillos centellean con un deseo insaciable. La serpiente sabe del plan de huida por lo que va en pos del roedor, no por hambre o venganza, en su mente solo se encuentra la idea de divertirse con el sufrimiento de los cautivos y aprovechar la situación que se presenta.

Ahora que el víbora sabe qué rastro seguir, es imparable en la persecución, el aroma del ratón es inconfundible para su fría nariz y su viperina lengua. Este despiadado juego de caza y persecución es su pasatiempo favorito, y el olor del pequeño roedor desprevenido le indica que está cerca.

Lion, de pronto siente la siniestra presencia del reptil, pero es demasiado tarde para esconderse ante la proximidad de la depredadora, pronto acelera el paso y comienza a esforzarse para dejar a su perseguidora lo más atrás posible. Pero no importa cuánto corra, la serpiente se acerca implacable. La persecución se convierte en una desesperada carrera por la supervivencia en este laberinto.

DAZZLING #PGP2024Where stories live. Discover now