Del odio al amor[USSR x Reich](versión en español)

capitulo 7

A medida que el bebé crecía, también lo hacía la familia. Los días se llenaron de risas, noches sin dormir y momentos que atesoraban para siempre. Reich y USSR, a pesar de sus diferencias y desafíos pasados, encontraron una nueva conexión en la paternidad compartida.

Reich: (mientras sostiene al bebé en brazos) Nunca pensé que sería tan increíble.

USSR: (sonriendo) Definitivamente ha cambiado nuestras vidas para mejor.

Aprendieron a apoyarse mutuamente en las noches sin dormir y a celebrar los pequeños logros del bebé como una victoria compartida. El amor que sentían por su hijo se convirtió en el puente que reconstruye los lazos entre ellos.

Reich: (mirando a USSR) Gracias por elegir quedarse y luchar por esto.

USSR: (Tomando la mano de Reich) Ambos cometimos errores, pero lo importante es que estamos aquí, juntos como una familia.

La pequeña familia se embarcó en nuevas aventuras, creando recuerdos que llenarían los álbumes de fotos y los corazones. A medida que el tiempo pasaba, las diferencias que antes los separaban se volvieron insignificantes en comparación con la unión que habían formado.

En una tarde tranquila, mientras observaban a su hijo jugar, Reich y USSR reflexionaron sobre su viaje.

Reich: (sonriendo) A veces pienso en todo lo que hemos superado.

USSR: (acariciando el cabello de Reich) Y aquí estamos, más fuertes que nunca.

El sonido de risas infantiles llenó la habitación, recordándoles el regalo precioso que tenían en su hijo y la familia que habían construido juntos. Aunque el camino había sido difícil, cada desafío los había llevado a un lugar de amor y entendimiento.

Y así, con el amor como brújula, la familia siguió creciendo, enfrentando el futuro con la certeza de que, juntos, podían superar cualquier cosa.

El tiempo continuó su marcha constante, dejando tras de sí capítulos llenos de experiencias y aprendizajes para la familia. A medida que su hijo crecía, Reich y USSR se encontraron enfrentando nuevos desafíos y disfrutando de las alegrías que la vida les ofrecía.

En el aniversario de su llegada a la familia, decidieron hacer algo especial.

Reich: (sonriendo) ¿Qué te parece un día de aventuras en el parque con nuestro pequeño?

USSR: (entusiasmado) ¡Me encanta la idea! Vamos a hacerlo inolvidable.

El parque se convirtió en el escenario de risas, juegos y momentos llenos de ternura. La familia se embarcó en un viaje que incluyó paseos en el carrusel, risas en el área de juegos y un tranquilo picnic bajo la sombra de un antiguo árbol.

Reich: (mirando a su hijo) No puedo creer cuánto ha crecido desde aquel primer día.

USSR: (sonriendo) Y cuánto hemos crecido nosotros como familia.

A medida que el sol comenzaba a ponerse, la familia se sentó en una manta extendida sobre el césped, compartiendo historias y sueños para el futuro.

Reich: (mirando a USSR)

Los años pasaron, y la familia creció aún más con la llegada de Sophia, la adorable hija de Reich y USSR. Con sus risas contagiosas y su energía inagotable, Sophia se convirtió en el corazón bullicioso de la casa.

Sophia: (riéndose) ¡Miren, papi, mami! ¡Miren lo que hice en la escuela hoy!

Reich y USSR miraron con orgullo el dibujo colorido que Sophia sostenía en sus pequeñas manos.

Reich: (sonriendo) ¡Es increíble, cariño! Eres una verdadera artista.

USSR: (acercándose) ¿Y qué representa tu obra maestra?

Sophia: (entusiasmada) Es nuestro hogar con muchos árboles y flores. Y aquí están ustedes dos y yo, ¡la familia feliz!

Reich: (abrazándola) Eres la luz de nuestra vida, Sophia.

USSR: (rindiéndose) No puedo evitar sonreír cada vez que veo una de tus creaciones.

Los días se llenaron de aventuras en el parque, noches de cuentos antes de dormir y momentos especiales en los que la familia disfrutaba de simples placeres.

Sophia: (sosteniendo una foto) ¿Quién es este bebé?

Reich: (sonriendo) Ese eres tú cuando eras tan pequeña como un osito de peluche.

Sophia: (riéndose) ¡Yo era un osito!

La casa resonaba con risas y canciones infantiles mientras Sophia crecía, exploraba el mundo y aprendía de sus padres el valor del amor, la comprensión y la aceptación.

Una tarde, mientras disfrutaban de un picnic en el jardín, Sophia miró a sus padres con ojos curiosos.

Sophia: (sería) ¿Papi, mami, siempre se amaron?

Reich y USSR intercambiaron miradas antes de sonreír.

USSR: (acariciando su cabello) Sí, cariño, siempre nos hemos amado. Aunque haya momentos difíciles, el amor es lo que nos mantiene fuertes como familia.

Sophia: (sonriendo) Entonces, quiero tener una familia como la nuestra cuando crezca.

Reich: (abrazándola) Estaremos aquí para ti, siempre. Y cuando llegue ese día, estarás lista para construir tu propio mundo lleno de amor.

Sophia continuó creciendo, llevando consigo la alegría y la calidez que había encontrado en su hogar. Y así, la familia, con su amor inquebrantable, seguía tejiendo su historia, llena de capítulos de risas, aprendizajes y momentos preciosos.