Corazones Eclipsados: Supercorp

Capítulo 1: Encuentro en la Tormenta

National City estaba envuelta en una noche tormentosa mientras Lena Luthor caminaba por las brillantes luces de la ciudad en dirección a su auto. La lluvia caía con fuerza, creando un telón de gotas que resaltaban la imponente silueta de los rascacielos. Aunque Lena estaba acostumbrada a lidiar con la frialdad de la ciudad y las tormentas empresariales, esta noche sentía una extraña inquietud en el aire.

De repente, un estruendo atronador resonó en el cielo, seguido por un destello de luz. El sonido del trueno se mezclaba con el rugido del viento, y Lena se apresuró a llegar a su auto cuando la lluvia se intensificó. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, una figura oscura apareció de entre las sombras.

«¡Cielos, esta tormenta es salvaje!» Exclamó una voz femenina, apenas audible sobre el rugido del viento.

Lena se giró hacia la voz y vio a una mujer empapada, con una capa roja ondeando alrededor de ella. Sus ojos azules brillaban a través de la lluvia, y Lena la reconoció instantáneamente.

«Supergirl», murmuró Lena, asombrada de encontrarse con la heroína en medio de la tormenta.

La heroína sonrió, gotas de lluvia resbalando por su rostro. «Hola, Lena. Necesitaba refugiarme de esta tormenta y, bueno, aquí estoy».

Lena no pudo evitar sonreír ante la casualidad del encuentro. «Supongo que incluso Supergirl necesita escapar de la furia de la naturaleza de vez en cuando».

Supergirl se rió, y Lena sintió una conexión instantánea con ella, como si compartieran un secreto entre las ráfagas de viento y la lluvia torrencial. La heroína se acercó, y Lena notó una chispa de determinación en sus ojos.

«¿Te gustaría un poco de compañía en esta tormenta? Tal vez podamos encontrar un lugar más cómodo para refugiarnos», sugirió Supergirl.

Lena asintió, agradecida por la oferta. Juntas, caminaron hacia la noche lluviosa de National City, sin saber que este encuentro casual marcaría el comienzo de una conexión más profunda entre la empresaria y la heroína. La tormenta rugía a su alrededor, pero en ese momento, Lena y Supergirl compartían un instante de calma en medio del caos.

La lluvia seguía cayendo mientras Lena y Supergirl se refugiaban en un acogedor café en el corazón de National City. El calor del local contrastaba con el frío de la tormenta que rugía afuera. Lena y Supergirl se sentaron en una esquina tranquila, disfrutando de la taza de café caliente que les proporcionaba un respiro reconfortante.

«¿Qué te trae por aquí en una noche como esta?» Preguntó Lena, curiosa, mientras daba sorbos a su café.

Supergirl le lanzó una mirada pensativa antes de responder. «A veces, incluso los héroes necesitan un momento de paz. Además, siempre he sentido una conexión especial con las tormentas».

Lena asintió, sintiendo que había algo más detrás de esas palabras. «La tormenta puede ser un recordatorio de lo poderosa que es la naturaleza, ¿verdad?»

Supergirl sonrió, agradecida de que Lena entendiera. «Exacto. Y tú, Lena, ¿qué te trae a las calles de National City en medio de esta tormenta?»

Lena reflexionó por un momento antes de responder. «Supongo que estoy acostumbrada a lidiar con tormentas de otro tipo. Pero esta noche... esta noche es diferente».

Los ojos de Supergirl captaron la melancolía en la mirada de Lena. «¿Quieres hablar de ello?»

Lena vaciló por un instante, pero luego decidió abrirse. «Mi vida está llena de expectativas, luchas y el peso de un apellido complicado. A veces, me pregunto si podré cambiar el destino que mi familia ha trazado para mí».

Supergirl colocó su mano sobre la de Lena, ofreciendo un gesto de apoyo silencioso. «No estás sola, Lena. A veces, el camino más difícil es el que nos lleva a descubrir quiénes somos realmente».

La conexión entre ellas creció más profunda en ese momento. La lluvia golpeaba las ventanas, pero dentro del café, Lena y Supergirl compartían no solo el refugio contra la tormenta, sino también las palabras sinceras que comenzaban a tejer un vínculo especial.

La noche avanzó mientras continuaban conversando, compartiendo risas y confidencias en la calidez del café. Sin embargo, ninguna de las dos sabía que este encuentro marcaría el comienzo de una amistad única, una que iría más allá de lo que podían imaginar. Mientras el mundo exterior seguía envuelto en la tormenta, dentro de aquel pequeño café, Lena y Supergirl comenzaban a descubrir que, juntas, podían enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.