Corazones Eclipsados: Supercorp

Capítulo 2: Sombras del Pasado

El sol brillaba en National City después de la tormenta, trayendo consigo un aire fresco y renovado. Lena y Supergirl continuaron su amistad, encontrándose en diferentes momentos entre el mundo empresarial de Lena y los desafíos que Supergirl enfrentaba como heroína. A medida que compartían más momentos, una complicidad se desarrollaba entre ellas, una conexión que iba más allá de las palabras.

Un día, Lena recibió una invitación para asistir a una gala de caridad en la ciudad. Decidió llevar a cabo la invitación, buscando un respiro de las tensiones de su vida cotidiana. La gala estaba llena de figuras prominentes de National City, y Lena, con elegancia, se movía entre la multitud.

Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, Lena notó que la atmósfera se volvía más tensa. Un grupo de individuos sospechosos se mezclaba entre los invitados, y Lena comenzó a sentir que algo estaba a punto de suceder. Fue entonces cuando vio a Supergirl deslizándose entre las sombras, sus ojos alerta.

«Supergirl, ¿qué está pasando?» Preguntó Lena en voz baja cuando la heroína se acercó a ella.

«Hay indicios de que planean algo», respondió Supergirl, sus ojos escaneando la sala. «No estoy segura de qué, pero estoy aquí para asegurarme de que todos estén a salvo».

La tensión creció cuando, de repente, las luces se apagaron y la sala quedó en completa oscuridad. Gritos y murmullos llenaron el espacio mientras Lena se aferraba a la idea de que Supergirl estaría allí para protegerla.

De repente, una voz resonó en la oscuridad, enviando escalofríos por la espalda de Lena. «Lena Luthor, has vivido demasiado tiempo bajo la sombra de tu apellido. Es hora de enfrentar las consecuencias».

La figura emergió de la penumbra, revelando a un enmascarado con intenciones siniestras. Lena sintió un nudo en el estómago, reconociendo en sus palabras las sombras de su propio pasado.

Supergirl, con rapidez, se interpuso entre Lena y el enmascarado. «No permitiré que le hagas daño», declaró con determinación.

La situación se volvía cada vez más intensa, y mientras Supergirl y el enmascarado se enfrentaban, Lena se dio cuenta de que este evento no era solo una amenaza física, sino también un recordatorio de los desafíos que enfrentaba como Luthor. En medio de la oscuridad y la incertidumbre, una decisión se avecinaba para Lena, una elección que podría cambiar el curso de su destino.

La sala sumida en la oscuridad vibraba con la tensión palpable. Lena observaba, con el corazón latiendo con fuerza, la confrontación entre Supergirl y el enmascarado que amenazaba su pasado. Aunque la situación era peligrosa, Lena se sintió extrañamente empoderada por la presencia de la heroína.

Supergirl, con un movimiento ágil, esquivó un ataque del enmascarado y le lanzó una mirada seria. «No sé quién eres, pero no permitiré que dañes a nadie aquí».

Lena, en la penumbra, consideró sus opciones. Sabía que su pasado estaba lleno de sombras, pero esta vez, estaba decidida a enfrentarlo. En un momento de valentía, Lena se acercó a la confrontación, iluminando la escena con la linterna de su teléfono.

«¡Basta!», exclamó Lena con voz firme. «No permitiré que las sombras de mi pasado dicten mi futuro».

El enmascarado se detuvo momentáneamente, sorprendido por la intervención de Lena. Supergirl, también sorprendida, desvió su atención entre Lena y el enmascarado.

Lena continuó, mirando al enmascarado con determinación. «Mi apellido no define quién soy. He luchado contra él toda mi vida, y no dejaré que nadie más lo utilice como una amenaza».

El enmascarado, en silencio, dio un paso atrás. Supergirl, aun en guardia, miró a Lena con respeto. «Estás tomando el control de tu propia historia, Lena. Eso es valiente».

A medida que la sala se llenaba de luz nuevamente, los invitados asustados observaron el final abrupto de la confrontación. Sin embargo, Lena sabía que su historia no había terminado; apenas estaba comenzando.

Después de que el enmascarado se retirara en la oscuridad, Lena y Supergirl compartieron una mirada significativa. En ese momento, Lena sintió una conexión más profunda con la heroína y una confianza renovada en su capacidad para moldear su destino.

Más tarde, mientras la ciudad volvía a su rutina y la gala se disolvía en la memoria de National City, Lena se encontró a solas con Supergirl en una azotea iluminada por la luna.

«Gracias por estar allí», dijo Lena, apreciando la presencia de la heroína en su vida.

Supergirl sonrió. «Estamos juntas en esto, Lena. Nadie tiene que enfrentar las sombras solas».

La ciudad se extendía ante ellas, llena de luces que destellaban como estrellas en la noche. Mientras Lena y Supergirl contemplaban el horizonte, ambos entendieron que, aunque las sombras del pasado siempre estarían presentes, juntas podían enfrentar la oscuridad y crear un futuro lleno de luz.