Corazones Eclipsados: Supercorp

Capítulo 7: En el Eco de las Olas

Kara

El sonido suave de las olas rompiendo contra la orilla era la única banda sonora en la isla remota donde me encontraba. La soledad era palpable, y aunque el horizonte frente a mí ofrecía una vista expansiva, mi mente estaba llena de tormentas internas.

Kara, ¿qué está pasando contigo? Me pregunté a mí misma mientras contemplaba el océano. Las palabras escritas en la carta resonaban en mi cabeza: «Nuevos sentimientos».

Recordé los momentos compartidos con Lena, momentos que ahora parecían destellos de luz en medio de la confusión. La forma en que notaba los detalles, la complicidad en nuestras risas, el brillo en sus ojos cuando miraba hacia el futuro. ¿Por qué estos sentimientos me abruman ahora?

Un flashback se desplegó en mi mente, como si el eco de nuestras experiencias resonara en el paisaje frente a mí. Recordé nuestras conversaciones en la Torre Luthor, las noches de juego y risas, y la intensidad de la batalla final contra el villano indestructible.

«¿Te encuentras bien, Kara?», resonaba la voz de Lena. Y entonces, un momento en particular se destacó: la noche en la que Lena mencionó sutilmente los detalles en medio de la partida de cartas. «¿Te encuentras bien, Kara?» Volví a escuchar en mi cabeza, pero esta vez las palabras resonaban con un matiz diferente.

La tormenta de emociones se intensificaba, y me di cuenta de que no podía evitar la verdad que se revelaba ante mí. Los destellos de nuestra amistad se entrelazaban con la percepción de algo más profundo.

El sonido de las olas se convirtió en un murmullo constante, y con cada susurro, sentía que el eco de mis propios pensamientos resonaba en el paisaje circundante.

¿Es esto amor, Lena? Me pregunté, temerosa de la respuesta. La complicidad que compartíamos, la preocupación en sus ojos cuando estaba en peligro, los detalles que notaba, todos formaban parte de un patrón que ahora veía con claridad.

Flashbacks de momentos compartidos inundaron mi mente, desde las primeras veces que nos conocimos hasta la batalla final en la Torre Luthor. ¿Es posible que siempre haya estado ahí, y solo ahora lo estoy comprendiendo?

Decidí dejar que el eco de las olas me guiara en esta reflexión interna. La isla se convirtió en un santuario temporal donde mis pensamientos podían fluir libremente, aunque la incertidumbre sobre cómo enfrentaría a Lena al regresar aún me pesaba.

La historia entre Lena Luthor y yo tomaba una nueva dirección, y en la soledad de la isla, me enfrenté a la verdad emergente de mis propios sentimientos.

La brisa salada me envolvía mientras continuaba mi reflexión en la isla remota. Cada ola que rompía en la orilla parecía llevar consigo susurros de momentos compartidos con Lena, creando un vínculo que ahora se revelaba en toda su complejidad.

«¿Es posible que siempre haya estado ahí, y solo ahora lo estoy comprendiendo?» Me preguntaba nuevamente, sintiendo la resonancia de una verdad que se asomaba tímidamente entre las olas del océano. Recordé los detalles, la conexión compartida, la preocupación profunda. Pero, sobre todo, recordé la sensación de perderme en los ojos de Lena, como si en ese momento, el mundo entero se desvaneciera.

¿Es esto amor, Lena? Me cuestioné nuevamente, permitiendo que la brisa y el sonido del océano fueran testigos de mi propia introspección. La idea me aterraba y me emocionaba al mismo tiempo. Era un territorio desconocido, pero la posibilidad de descubrir lo que significaba esta conexión me impulsaba a seguir adelante.

El eco de mis propios pensamientos se mezclaba con los susurros de las olas, creando una sinfonía interna de emociones. Me sumergí en los recuerdos, en las risas compartidas y en los momentos en los que la complicidad entre Lena y yo brillaba con una intensidad única.

El sol comenzaba a descender en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados. Mientras el día se despedía, sentí una determinación crecer dentro de mí. Decidí que, al regresar a National City, enfrentaría la verdad, no solo sobre los nuevos sentimientos que había descubierto, sino también sobre la naturaleza cambiante de nuestra relación.

La isla, testigo silencioso de mi viaje interno, quedó atrás mientras levantaba vuelo de regreso a casa. El eco de las olas se desvaneció, pero las reflexiones y descubrimientos que había experimentado resonarían en los días que vendrían.

De vuelta en National City, el equipo y Lena esperaban mi regreso, inconscientes de la transformación interna que había tenido lugar en la isla remota. La historia entre Lena Luthor y yo tomaba un rumbo desconocido, pero ahora estaba dispuesta a explorar esos nuevos territorios con valentía y sinceridad.