CAPITULO 8: Viaje de estudios

2K 241 1
                                    

    La indignación calienta sus venas ante la admisión de Kagome, queriendo aventurarse sin él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


    La indignación calienta sus venas ante la admisión de Kagome, queriendo aventurarse sin él. Es una tontería, él lo sabe, y las posibilidades de que ella obtenga una calificación especial son escasas. Y él realmente no puede mantenerla encerrada; bueno, podría, pero ella probablemente no le hablaría por un tiempo.

   Aparta esos pensamientos y les sonríe a sus alumnos. La gente que pasa les lanza miradas molestas por ocupar la concurrida acera.

  _¡Ahora anunciaré nuestro destino!_ Declara, levantando los brazos hacia el cielo despejado _¡Roppongi!.

  _¡Roppongi!_Yuji y Nobara gritan y saltan hacia él. Sus brazos fallan mientras saltan. Los ojos naranjas de Nobara brillan de felicidad.

  Al lado de Nobara, Gojo nota lo pálida que está la piel de Yuji

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

  Al lado de Nobara, Gojo nota lo pálida que está la piel de Yuji. La vitalidad que tenía el día anterior se ha ido. Es sutil, sospecha que el propio Yuji no nota la diferencia.

   Megumi lo mira a los ojos, burlándose. Gojo casi se siente mal por lo engañoso que está siendo.

Casi.

  _¡Sígueme a nuestro destino!_ Canta su propia melodía, disfrutando del ruido de fondo de Yuji y Nobara discutiendo sobre qué hacer primero. Esos dos contrastan mucho con la tranquilidad de Megumi. Y por ello está agradecido. Decide que será bueno para Megumi estar rodeada de un grupo tan animado.

  Se ríe para sí mismo cuando se detienen en un edificio abandonado. Gotea energía maldita. La cantidad perfecta para que la manejen Nobara y Yuji.

  _¿Qué diablos es esto?_ Nobara aleja su rostro del edificio desgastado, su bob naranja se balancea al ritmo de su ira.

  _Esto no es Roppongi_ se queja Yuji.

_Aquí hay una maldición_ Gojo saca un cuchillo y lo deposita en las manos de Yuji_Toma, esta es un arma maldita que debería ayudarte por ahora. Megumi y yo nos quedaremos atrás. Quiero ver qué pueden hacer ustedes dos. Y recuerden, las maldiciones en la ciudad son diferentes a las del campo_ Mueve un dedo, puntuando cada punto.

_Eso fue realmente informativo_ comenta Megumi.

  _Pues gracias, soy el mejor sensei después de todo.

  Empuja a Yuji y Nobara hacia el edificio, sus gemidos por no ir a Roppongi hacen poco para disuadirlo. Nobara nunca ha estado en la ciudad y Yuji solo se ha encontrado con una maldición. Necesita evaluar sus fortalezas y debilidades si quiere poder enseñarles adecuadamente.

  Lo que más necesita son aliados poderosos si quiere cambiar el mundo del jujutsu.

  _Sensei_dice Megumi después de que Nobara y Yuji desaparecen en el edificio _quería preguntarte sobre Kagome-san.

  _¿Que pasa con ella?_ Gojo toma asiento junto a Megumi en el banco.

  _Hay algo extraño en ella_ Hace una pausa y frunce el ceño _Como si ella no fuera..._su boca se cierra, apretada en una línea firme.

  _Deberías interactuar con más civiles, Megumi-kun_ reprende Gojo.

  _¡E-eso no es todo! Ella simplemente es diferente. No sé qué es_ Megumi se gira hacia un lado, su mano agarra el frente de su chaqueta negra _Ella quemó a Yuji.

¿Quemado?

  _¿Qué quieres decir con que quemó a Yuji? Estábamos todos juntos_ Gojo chasquea la lengua contra el paladar.

  _Cuando Yuji la abrazó. Tiene una quemadura en la espalda que apareció anoche.

  _Sucedió después de que ustedes regresaron a los dormitorios, ¿verdad?_Ante el asentimiento de Megumi, Gojo continúa _¿Cómo sabes que fue Kagome y no Sukuna? No tenemos idea de cómo hospedar a Sukuna afectará a Yuji.

  _Eso es cierto_Megumi se da vuelta y mira hacia el edificio _Lo siento, Sensei. No quise acusar a Kagome-san.

Gojo lo despide y luego coloca una mano sobre su hombro, apretándolo suavemente_Estás preocupado por tu compañero de equipo. Eso no es nada por lo que debas disculparte_ Señala el de la venda de sus ojos con la otra mano _Además, lo olvidas. Si hubiera algo anormal en Kagome-chan, lo sabría.

Megumi suspira, su cuerpo se relaja de alivio.

  _Me olvidé_ Se inclina hacia atrás, la mano de Gojo deja su hombro.

  _¿Qué tan grande es la quemadura de Yuji?.

  _Es como un círculo perfecto, pero no es grande. Aunque empezó a gritar y salía humo de él cuando sucedió. No duró mucho, tal vez uno o dos minutos.

  _¿Por qué no me lo dijiste anoche?.

Un fragmento de vidrio sale disparado desde la ventana superior y salta una maldición con ojos enormes y pelaje marrón. Megumi se levanta rápidamente, con la mano preparada para convocar a sus perros. Gojo se acerca y tira de él hacia abajo.

  _Espera, dale una oportunidad a tus compañeros. Veamos qué tan locos están.


  La maldición estalla en llamas antes de que pueda tocar el suelo. Nobara los saluda desde la ventana, tiene un rasguño en la mejilla, pero parece ilesa en su mayor parte. Gojo sonríe para sí mismo.

  Su teléfono suena en su bolsillo. De pie, lo recupera. Con su suerte, probablemente sea un mensaje de Yaga sobre algún grado especial del que necesita cuidar. Una sonrisa genuina adorna su rostro cuando aparece el nombre de Kagome.

   "Encontré un gato callejero. Lo llamaré Buyo Jr"

" Espera."

  "Dime que no trajiste a casa un gato callejero."

  No tiene mascotas, ya es bastante malo tener que entretener al shikigami de Megumi. Él ignora la mirada inquisitiva de Megumi.

Bueno.

  Se queda mirando el teléfono, esperando una explicación que no llega. Apenas se da cuenta del niño pequeño que está entre Yuji y Nobara.

  _¿Gojo-sensei? ¿Qué hacemos con el niño? La maldición lo tenía como rehén_ La voz de Nobara interrumpe su monólogo interno.

_¿Eh?_Se mete el teléfono en el bolsillo_¡Me haré cargo de ello!_Les levanta el pulgar _Nos vemos en la estación_ grita, guiando al niño en la dirección opuesta.

  _¡Que estación!_Lo llaman.


CÓMO DOMESTICAR A UN HECHICERO Where stories live. Discover now