♥︎.XXXIV.♥︎

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XXXIV

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Después de darme una ducha, de verdad, salí del baño mientras me
secaba el pelo.

Llevaba pantalones de chándal holgados y una blusa normal y ajustada.

Afuera, el final de la tarde sorprendentemente había dado aire a un clima bochornoso con un cielo anaranjado. Incluso dentro de la mansión, se podía escuchar a algunos chicos jugando a las cartas y escuchando canciones de raperos ingleses típicos de la región, mientras se respiraba el olor del asado apagado acompañado de rastros de carne asada y olvidada.

La risa fue enérgica y contrastó marcadamente con el silencio dentro de la habitación, pero la caída más grande ocurrió en el momento en que salí al pasillo:

Camila y su amigo, el chico "Mark'", estaban enfrascados en una pequeña
pelea de tira y afloja, y cuando él amenazó con derribarla, se rindió a
medio camino, poniéndola sobre sus hombros y luego desapareciendo en
los vastos pasillos de esa habitación, en la casa gigantesca.

Era imposible no sentirme incómoda con la escena y sabía que era injusta
e incluso fuera de discusión, pero era imposible no pensar que...

¿Y si ya hubieran tenido algo, en algún momento? Y sí...

- No. -murmuré en voz baja.

Negando con la cabeza, bajé las escaleras, donde solo noté a Keana: la
chica todavía llevaba bikini y su cabello mojado caía en cascadas por su espalda desnuda. Aún conmocionada por lo que había presenciado, era imposible no notar la belleza frente a mí, en medio de gotas de agua y una piel pálida y recién bronceada.

-¿Por qué miras si puedes venir a probar, hermosa? -De espaldas e
inmóvil. Ella permaneció así, hurgando en su bolso, su sonrisa traviesa entre
dientes alineados y yo me rasqué la nuca, sintiendo mis mejillas freirse de
vergüenza.

Abrí y cerré la boca varias veces, pero no hice más que negarlo, atónita,
perdida, confundida.

Ella es soltera y a ella también le gustas.
-eso es lo que repetí como un
maldito mantra cada vez.

Pero...

¿Qué pasaría si ella realmente decidiera sentarse en mi regazo durante uno de nuestros encuentros más atrevidos, como en el auto? ¿Y si así fuera? ¿Qué pasaría si lo descubriera? Y si...

-¿Lauren?-La voz sonó preocupada esta vez y su cuerpo estaba muy cerca, definitivamente demasiado cerca, hasta un punto que hacía que todo fuera inapropiado y propenso al desastre.

-¿Tienes una... mente abierta?- Comencé poco a poco, porque en ese
momento mi cuerpo respondió inconscientemente a la visión de su cuerpo mojado y curvilíneo, el coraje para hacer algo nunca existiría, obviamente.

Sin embargo, algo en sus ojos me dio el visto bueno para..

-Soy lesbiana, Jáuregui. Completamente gay y políticamente
insoportable para algunos, obviamente tengo una mentalidad abierta.

La suavidad iba acompañada de tonos curiosos, como si no entendiera
muy bien hacia dónde quería ir.

Y no entendí.

- Soy intersexual.

Los ojos verdes permanecieron fijos en mí durante largos minutos, como esperando una verbalización como "es mentira" o "No lo digo en serio".

- ¿Hablas en serio? Porque... es extremadamente delicado bromear sobre cosas así, es un tema muy delicado para tanta gente y-

-Realmente soy una mujer intersexual, Keana. -Interrumpí su discurso,
doblemente sorprendida por la cuidadosa respuesta. Como si quisiera
reprenderme si estaba bromeando sobre un asunto serio.

Camila - Camren (+18)Where stories live. Discover now