♥︎.XLIV.♥︎ - Camila

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XLIV - Camila.

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Pasión correspondida, sueño, locura, ambición, hay quien no quiere verse
enamorado de ninguna manera y también hay quien tiene miedo de sentir algo así y unirse al grupo de los que están solos en ese sentimentalismo.

Observando los amores de sus seres queridos, vive para encontrarse con los demás, besarse, identificarse unos con otros.

La extrañeza consumió mi alma, nos bañamos juntas, le presté algo de ropa y estábamos en la sala comiendo cereal, su cuerpo encajado entre mis
piernas, su espalda contra mi busto, el olor de mis productos de higiene
perdido en su piel dorada.

Fue perfecto, tranquilo y delicioso, permanecimos mucho tiempo en
silencio en esa inmensidad, perdidas en nuestros celulares, o con los ojos
cerrados, entre siestas y tiernos besos que solo aumentaban el nivel de
intimidad que buscábamos en la presencia de la otra.

- ¿Podemos hablar?. - El hecho de girarse repentinamente me llevó a
dejar el cuenco a un lado y asentir, curiosa por la sorpresa de tal actitud.

- P-podemos, por supuesto. - Levanté las cejas confusamente, dejando que el nerviosismo de la curiosidad se convirtiera en mi vientre inquieto.

- ¿Nosotras... estamos juntas?. - Se mordió el labio inferior tímidamente, parecía tan avergonzada de definir lo que nos rodeaba, que me derritió por completo en un mar igualmente vergonzoso.

- Uh... Sí, tengo muchas ganas de salir contigo, creo... ¿Podemos dejarlo
fluir?. - Me sonrojé, encogiéndome de hombros. - Me gusta la idea.

La latina entrelazó nuestros dedos y suspiró, concentrándose en observar
el tono lleno de contraste en nuestras pieles, el ambiente ligero y agradable sonaba tan apasionado como el color ligeramente rojo de sus mejillas, ella estaba tan intimidada como yo.

Esto era absurdamente diferente de lo que había absorbido todos estos
meses.

- Para mí es perfecto. - Me miró de nuevo y sonrió hermosamente,
acercando su nariz a la mía. - De esta manera podremos conocernos mejor. Sin apuro. - Susurró con ternura.

- Juro que dejaré mis sospechas de lado - susurré también, con el mismo cariño, manteniendo nuestras miradas, sosteniéndolas. - Cometimos muchos errores y quiero corregirlo de ahora en adelante, aprender a hablar cuando algo me moleste y no quedarme callada hasta que me asfixie, no volveré a cometer los mismos errores.

Nunca más

- No me gusta que la gente me señale con el dedo. - Dijo suavemente, de la nada, pero hablaba en serio. - Y tampoco me gusta que me abracen como tú me abrazaste ese día, sé que no quisiste decir nada malo, pero me molestó. - Confesó torpemente.

- Fui un idiota ese dia. - Asenti con la cabeza gacha. - No te sientas mal por no gustarte, Camz. Yo tampoco lo querría en tu lugar y prometo no volver a hacerlo.

- Hay algo que hago que te moleste?. - Me acarició la barbilla,. - Sé que si, asi que es justo que hables.

Cerré mis ojos.

"Crees que todo el mundo está tan asentado como tú, ¿no?"

- Me molesta un poco que esperes, incluso sin quererlo, que tenga algo de
tu franqueza. Esto es algo con lo que todavía trato de lidiar y por ahora
somos infinitamente divergentes debido a esto. - Ella estuvo de acuerdo, dándome un beso.

- Lo sé, Sinuhe decía lo mismo cuando yo era niña, no tenía problemas con mi lengua ni con mi comportamiento. Prometo observar más de mi "rapidez" al intentar resolver situaciones que requieren más tiempo de forma práctica, ¿vale?

Camila - Camren (+18)Where stories live. Discover now