𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒓𝒊𝒏𝒆 | 𝙅𝙖𝙨𝙥𝙚𝙧 𝙃𝙖𝙡𝙚

three.

-Apareces solo porque sí, ¿y no dices nada? -preguntó molesta Rosalie.

Estaban a punto de partir para la secundaria, pero Edward había decidido hacer acto de presencia.

-No tengo nada que decir -esquivó con los brazos cruzados.

-Por supuesto que sí, Edward -dijo Esme.

Alexandrine miraba y escuchaba todo sentada en un sofá, prefería mantenerse al margen, pero Edward no era muy colaborador.

Edward salió de la casa con su chaqueta sin querer responder más, Alexandrine sabía que estaba dispuesto a conocer a la humana, aunque se sintiera culpable de hacerlo.

-No puedo decirte lo que piensa, Rose –se disculpó Alexandrine ante la mirada de su hermana-. Es una regla.

Rosalie miró molesta a Alexandrine, en realidad parecía molesta con todos.

-Tú lo sabes -recriminó-. Y lo defiendes.

-Eso no es verdad –se levantó molesta-. Es solo que Edward es lo suficientemente mayor para decidir sobre su existencia, Rose. Esto, por el momento, no nos concierne.

-¿No te emociona que el baile se acerque? -preguntó Alice.

-No.

-Llevamos como cincuenta bailes de promoción -dijo Rosalie, apoyada en su convertible.

-Sería lindo volver a sentirnos jóvenes, ¿no? -dijo Emmett con voz soñadora.

-Me siento identificada con mi edad, así que, declino la oferta -respondió Alexandrine.

Edward estaba más callado de lo normal.

-¿Tú vendrás al baile, Edward? -preguntó Alexandrine.

-Tal vez -respondió mirando a la pelirroja con una sonrisa, disfrutando la expresión de enojo de Rosalie.

Bella miraba repetidas veces en su dirección, todos estaban intentando hacer como si fuera nada, pero Edward la miraba fijamente.

-Edward... -reprendió Alexandrine.

De repente un fuerte ruido los hizo voltear a la camioneta que se dirigía velozmente hacia Bella. Todos se quedaron estáticos, pero Alexandrine sintió una ráfaga de viento que salió disparada en ese mismo instante.

Bella no estaba muerta.

Su hermano Edward se había atravesado toda una calle, a velocidad vampírica, para evitar que la camioneta destripara a Bella.

Los Cullen se quedaron casi con la boca abierta, pero en el segundo en el que Edward huyó, ellos tuvieron que hacerlo también.

-Idiota -murmuró Alexandrine muy molesta, subiéndose al auto.

Todos se acercaron a donde estaba Bella con intenciones de ayudar, pero Alexandrine sintió el olor de la sangre del chico que manejaba la camioneta. Se había golpeado la cabeza y tenía una herida en la cabeza.

Jasper se subió al auto con una expresión de enojo y terror al mismo tiempo, a Alexandrine no le gustaba hacerlo, pro era necesario. No podía arriesgarse a que Jasper atacara a aquel chico.

Entró en su mente y lo confundió lo necesario como para dudar si lo que olía era sangre o no.

-Vámonos, Jasper –dijo en tono severo. Ese tono que solía usar con los neófitos.

Jasper condujo hasta casa, no podían arriesgarse a que estuviera cerca de más humanos, supo que Rosalie iría con Carlisle.

Al parecer, el asunto ahora sí era su incumbencia. La acción de Edward no lo perjudicaba solo a él, sino a toda la familia.