Cap. 14: El amor es como estar anestesiado...

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El amor es igual a estar anestesiado, no sientes dolor, nada te pesa, nada sientes más que aquel hormigueo que te hace pensar que todo estará bien, todos parecen ir más rápido que tu, pero tu no, tú no tienes prisa, se siente relajado y bien ir a tu paso, y crees que el problema es de los demás, y lo normal es como tú te sientes… lástima que no dure el efecto y al termino de la anestesia te sientes enfermo y terriblemente mal…

Aquella mañana fría y lluviosa parecía luminosa y cálida ante la posibilidad de una nueva vida, así le sonreía Byakuya quién ansioso llegaba en bus hasta el hospital, ya quería estar con él, cuidar de él, y cuando despertara, ser su apoyo incondicional, no es que simplemente olvidara todo lo que Naraku hizo mal, pero lo perdonaba, el amor que sentía por él era tan grande para perdonarlo, aun si Naraku no pedía perdón, él lo exoneraba de todo y sólo pensaba en el futuro, sería duro, lo sabía, pero no le importaba porque estaría con él sin importar que, al menos, eso pensaba con toda su alma el joven bombero… y al llegar a la recepción…

-          Buen día señorita, vengo a ver al enfermo Onigumo Naraku…

-          Claro que si señor… ah disculpe justo ahora tiene otra visita…

-          ¿de verdad? – era un tanto extraño que alguien más le visitara y la curiosidad de Byakuya iba en aumento - ¿de quién se trata?

-          Su padre vino a verlo – un escalofrío terrible recorrió su espina dorsal…

-          Per…perdón… dijo… ¿dijo usted su padre? ¿Onigumo sama esta aquí?

-          Eso es correcto, ah mire allá viene… - Byakuya quedó entonces mudo, sordo e inmóvil como un pedazo de piedra mientras quel hombre de gafas oscuras y traje igual se acercó hasta él, lo miró de arriba abajo como poca cosa, sonrió sadicamente…

-          Buen día – dijo pero Byakuya seguía en shock… todavía recordaba las únicas palabras que algunas vez le dijo “eres menos que basura y no mereces respirar el mismo aire de nadie, no lo olvides nunca” y jamás lo olvidaría… y ahroa lo tenía enfrente nuevamente… - ¿quepasa con tus modales?

-          Buen… día… - ante el miedo de ser golpeado o algo peor logró hablar temblando de impotencia, sólo quería ir y asegurarse que Naraku estuviera bien…

-          Está bien… no le he hecho nada… sólo vine a ver como estaba mi hijo… creí que alguien como tú no le dejaría a sol ni asombra, pero ni eso haces bien, le has dejado solo…

-          Eso no.. no es así yo…

-          No me des escusas, si te he permitido estar con él es porque eres tan patético que dejas que te pase por encima como quiera y siendo así de insignificante como eres no representas amenazas que otros amantes podrían representar, pero al menos espero que seas leal, no como te has comportado últimamente… sábete que si mi hijo muriese a ti te haría responsable…

-          Eso no…

-          Claro que si ¿Quién más si no tú abandono hizo que él viniese a Tokio a buscar respuestas inútiles? Es tu culpa si queda idiota por la operación y te aseguro que te lo haré pagar, a ti y a todos los involucrados… - a Byakuya dejó de causarle miedo para causarle rabia lo que le decían…

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