No sueltes mi mano por favor

Cap. 16: El amor es como quedar inválido...

Tal cual la invalidez te impide hacer algo que antes podías hacer, el amor invalida tu ser racional y te convierte en esclavo y amo al mismo tiempo de sensaciones que de otra manera jamás serás capaz de experimentar, y al igual que quedar invalido, el amor te abre la posibilidad de superar las dificultades que se te presentan y descubrir que se es más que lo que se creía y que se puede salir avante si así se lo propone, todo está en como lo tomes, como motivación o como encadenamiento, aprende a levantarte de nuevo aun si te rompes las piernas o el corazón, sanarás, estarás bien…

El viaje de vuelta a Fukushima había sido complicado, por no decir por demás aparatoso, ya habían pasado dos semanas desde su última operación, y no fue sino hasta que logró incorporarse sentado que Kouga decidió que Naraku podía viajar aquella distancia en helicóptero…

-          Deberíamos esperar más – insistía Byakuya quien no podía esconder su preocupación por la recuperación de Naraku…

-          No seas sobreprotector – fue lo que atinó a decir el otro, quien ya se encontraba desesperado, los hospitales no eran para nada su lugar favorito, Byakuya suspiró, sabía que no lograría más tiempo de recuperación para él, Kouga y Miroku estaban seguros de lo que hacían y no había poder humano para convencerlos de lo contrario… - tranquilo estaremos bien ya quiero volver a mi casa… ahí me recuperaré más rápido… - Byakuya sonrió tratando de tener la actitud más positiva aunque esté nervioso por el traslado y sumamente estresado de saber que al volver deberá enfrentarse a un caos…

-          ¿ya listos? – llegaban el médico y el rescatista  para el traslado mientras a Naraku lo acomodan sobre la camilla especial y lo afianzan correctamente…

-          Ya era hora… - respondió Naraku en broma mientras lo llevaban por los largos y blancos pasillos del hospital, y sosteniendo su mano todo el tiempo Byakuya lo seguía de cerca, al menos hasta que  notó de frente la presencia de una mujer que tardó en reconocer… los demás se detuvieron y lo miraron extrañados de su actitud, Naraku ya se encontraba algo mareado pues los medicamentos lo mantendrían semi consiente para mejor manejo del paciente y para evitarle dolor alguno previendo algún movimiento agitado en el helicóptero….

-          Espérenme no vayan a irse sin mí… los veo en el helipuerto – dijo muy serio Byakuya caminando hacía la mujer…

-          No… no creí volver a verte… - le dijo muy angustiada de tenerlo enfrente…

-          ¿Qué haces aquí?.... madre…

-          Yo, vine a… bueno me enteré de lo que le pasó a ese hombre por los periódicos cuando vi su foto supe que era el que me visitó con noticias tuyas y yo… quise venir a ver como estaba… no creí que tu estarías aquí…

-          Entiendo…- “no querías verme entiendo…” -  está mejor, será lenta la recuperación pero voy a cuidarlo… - Byakuya no sabía cómo sentirse ante la presencia de su madre, si bien no la odiaba por permitirle a su padre maltratarlo tanto de pequeño, tampoco sentía la dicha de volver a ver a una madre después de tantos años, y aquel vacío en su pecho volvió a él como cuando niño, haciéndole sentir mucho dolor…

-          Le pedí… que te dijera que estaba muerta… ahora no sé qué decir… ¿Cómo has estado? Supongo que mejor que cuando estabas conmigo… - dijo con tristeza, Byakuya la miró a los ojos, y los vio tan apagados que entendió que a pesar de todo irse con Naraku no había sido para nada un error, si bien han pasado por cosas terribles, aquel amor que los mantiene juntos justo ahora los sacaba adelante y eso era más de lo que su madre tenía… si alguien podía entender lo ciegos que podemos ser por una relación de codependencia ese era él… y en ese momento pudo dejar de juzgarla tan duramente, pues no la miraba como hijo sino como ser humano….