Conócete a ti mismo:

228 20 0
                                    


—No... no puedo creerlo...

—Nunca esperé ver... al señor Apolo de esa forma...

Ares se había puesto de pie, sudando profusamente y con una mueca de horror en el rostro ante lo que acababa de presenciar.

—E-EL SALVAJE GOLPE DE RAIDEN TAMEEMON... ¡¡HA PULVERIZADO AL DIOS DEL SOL!!

Raiden seguía parado en la misma posición con la que había terminado su golpe. La palma de su mano echaba humo.

—In... ¡¡Increíble!!

—¡¡Ha invertido la situación de un sólo golpe!!

—Él... él ganó...—sonrió Kajinosuke—. ¡¡Finalmente lo derribó!!

—Lo... lo hicimos...—murmuró Göll—. ¡Lo hicimos hermana!

Brunhild alzó los puños, sonriendo de oreja a oreja.

—¡¡Eso es!!

—¿ACASO YA TENEMOS A UN GANADOR?—preguntó Heimdall.

Entonces, para la completa sorpresa de cada uno de los espectadores, el puño de Apolo se cerró sobre los escombros de la arena. El dios sol tembló y muy lentamente, con extrema dificultad, luchó por ponerse en pie, mientras su rostro sangraba profusamente.

—N-NO... ¡¡EL SOL TODAVÍA NO SE HA APAGADO!!

El séquito de Apolo ahogó un gritó colectivo de horror. El hermoso dios que todo lo iluminaba apretaba los dientes, con ojos enloquecidos por el dolor. Su rostro había sido completamente desfigurado al punto de ser apenas reconocible. Sus orbes dorados estaban fijos en el suelo.

—C-CÓMO PUEDE SER QUE EL DIOS QUE SE JACTABA DE SER EL MÁS BELLO DE LOS CIELOS NO ALCE LA MIRADA... ¡¡ESTÁ HECHO TRIZAS!!

Las fuerzas abandonaron a Apolo, haciéndole caer de cara al suelo una vez más.

—¡¡Señor Apolo!!

—No... no puedo seguir viendo esto...

Ares se dejó caer sobre su asiento, desesperanzado.

—¿Qué...? ¿Qué fue ese movimiento?—balbuceó—. ¿Despedazó los Hilos de Artemisa como si no estuviesen allí?

Zeus exhaló un bufido.

—Si Apolo no hubiera levantado su defensa, su cabeza habría sido destrozada en pedazos, eso es seguro...—comentó—. De alguna manera, la palma de ese humano envió una onda de choque tan poderosa que incluso retuvo el sonido.

Ares se inclinó para mirar la arena desde más cerca.

—¿U-un humano puede hacer eso...?

Hermes miró con aire apagado el campo de batalla.

—Ciertamente Apolo no moriría por un ataque así... sin embargo, parece que recibió un daño considerable...

El dios siguió luchando infructuosamente por recuperarse. El mundo le parecía distante y difuso, las extremidades apenas le respondían.

—¡¡Sigue así, Raiden!!—animó el público.

—Toma a ese estúpido dios y sácale la... ¿huh?

Ante las atónitas miradas de los espectadores, el cuerpo de Raiden entró en máxima tensión, con músculos convulsionando. Múltiples cortes se abrieron en todo el cuerpo del rikishi, escupiendo chorros de sangre como si de géiseres se tratasen. Gruñidos de dolor mezclados con vómitos sanguinolentos manaban de la boca del luchador.

Apolo VS Raiden Tameemon: Pasión y BellezaWhere stories live. Discover now