SEMPITERNO / SEGUNDA PARTE DE "MI PRIMER AMOR"

" Dias buenos "

POV MARINA

La alarma sonó, haciendo que abriera los ojos lentamente. Me di un par de vueltas hasta que que desperté. Una vez lo hice, me levante, subí la persiana y abrí un poco la ventana.

Pase por la puerta de Laura, toque para ver si estaba despierta y, como siempre, no lo hacía. Abrí con cuidado la puerta, la poca luz que entraba de fuera me dejaba verla tumbada en la cama. Solo llevaba su sujetar deportivo y la sábana que la cubría por la cintura. Me acerque a ella y me senté a su lado, sacudi un poco su hombro.

- Tienes que despertarte- susurre- Son las ocho, tenemos que ir a la uni- ella gruño y giro su cara hacia el otro lado.

Estaba acostumbrada a estas alturas, siempre siempre tocaba venir a despertarla.

- Laura, vamos- me levante de la cama.

- Cinco minutos mas- dijo con la voz ronca.

- Nop, vamos- agarre su mano y tire de ella fuera de la cama, pero había ganado músculo y pesaba más, no podia con ella.

Ella rio pues hizo un poco de fuerza al lado contrario que yo.

- Encima que vengo a despertarte- solté su mano- Ponte un despertador, ya no te vuelvo a despertar mas-

Giro su cabeza para mirarme, alzó una ceja, retando me ante el comentario que solté.

- Lo digo enserio- me cruce de brazos.

Ella se incorporó, se sentó en la cama y me miró. Su pelo corto, revuelto, le hacia ver increíblemente guapa y la poca seriedad que tenía se iba estimando poco a poco.

- Me gusta que me despiertes tu- me miro- Odio las alarmas, pero a ti no- sonrio- ¿Me despertarás mañana?- hizo un puchero que me causó gracia.

- Tonta- susurre.

- ¿Eso es un si?- se acabó levantando.

- Si- sonreí.

- Gracias- beso mi mejilla y fue a abrir las cortinas- Yo hago el desayuno-

Salio de la habitación y se dirigió a la cocina. Mire su nuevo cuarto, se parecía al que tenía en la otra casa. Un piano pequeño y una guitarra, yacían en una esquina de la habitación, al lado de la mesa de estudio, que a su vez, contaba con una silla con ruedas. Colocó unas luces Led por los bordes de las paredes. También puso varios posters y fotos de este verano y sus hermanos, Lucas y Sohpie. Hasta había una muestra, cosa que me hizo feliz.

Reconozco que desde que pasó lo de Marta, no pensé que la vería tan bien. El primer mes estuvo hundida, lo se porque, Noah, Paula, Noelia y yo, estuvimos con ella, el segundo mes fue asimilando y recuperando se un poco del golpe. Si no fuese por Sonia y toda la fuerza de voluntad que puso Laura, no creo que estuviéramos aquí. El tercer mes, se lo paso escribiendo canciones para desahogarse, provando métodos de relajación y de yoga, ahí sólo duró una semana hasta que se cansó, en ese mes decidimos mudarnos aquí. El cuarto mes pareció superarlo, se dio cuenta de que ella no hizo nada mal, que no fue su culpa y que no dejaría que nadie más la lingunease así, cosa que me alegro, pero por otro lado, se cerró completamente a conocer a gente en el aspecto romántico, que lo entiendo, han sido dos veces que la humillan así. Con el quinto mes, pareció estar contenta, salía más, se divertía, dejó de llorar, cantaba canciones más alegres. En parte me dio las gracias, dijo que alejarse de ahí le sentó bien, yo le dije que mientras que no estuviera huyendo, bien.

Desde hace dos meses que convivimos juntas y, creo que para ambas, fie lo mejor que nos pasó. No es como si tuviera problemas en la mia, pero quería un poco de intimidad y libertad.