1

559 54 7
                                    


Enid...

Recuerdo el día exacto dónde todos nuestros problemas iniciaron, tus problemas, que por azares de la vida me arrastraron contigo. Una mañana llamaste a mi puerta saltando, sonriente y explotando de tanta felicidad, te miré y lo que vi en tus ojos no me gustó, pocos segundos después confirmaste mi pesadilla. Habías conocido a un chico que venía de intercambio de Rumania, para ti era el chico más guapo del planeta; hablaste de él por alrededor de tres horas, yo solo te escuchaba con el corazón comprimido, mientras tú, soñada y risueña hablando del hombre perfecto.

Ese día inició todo, dejaste de salir con tus amigos por tener citas con él, solo fueron tres semanas de cortejo para que él te pidiera ser novios ese día también llegaste a mi puerta con un bote de helado el cuál terminaste tú sola, me contaste de lo hermoso que había sido todo. Una cena romántica a la luz de las velas, con música instrumental, corazones y flores por todos lados, él luciendo sexy con ese traje:

-Soy la chica más feliz del mundo.

Exprésate enamorada, no logre decir nada, algo en mi moría y no entendía porque. Después pasada la una de la mañana me pediste quedarte a dormir, no me negué, nos acostamos en mi cama y como ya era costumbre en nosotras te envolviste en mis brazos deseando una buena noche, todas mis noches eran buenas cuando estabas contigo.

A la mañana siguiente planeaste una reunión para presentarnos al tan esperado hombre que había robado tu corazón, Yoko no estaba de acuerdo con la idea ya que el sujeto no le agradaba. Ella ya lo conocía pues iban en la misma universidad, y decía que el sujeto era un patán, pero tú estabas lo suficientemente cegada por él que en su momento no lo viste. Xavier, Divina y Bianca les dio igual conocerlo, pero Eugene, Yoko y yo estábamos algo recelosos, pero aún así asistimos a esa reunión que se llevó a cabo una semana después. Yo más que nada asistí por ti, desde el día que derrumbaste mis barreras te prometí que iría a donde fueres, te seguiría como tu sombra y protegería de todo aquel que intentara dañarte, solo lo que vino después se me salió de las manos.

Ajax Petropolus era el sujeto más desagradable con el que tuve la mala suerte de encontrarme, tú no lo viste en su momento pero yo lo observé bien, la mirada que tuvo sobre ti cuando saludaste a los chicos fue de una persona posesiva aguantándose las ganas de armar una escena de celos, en el momento supe que tú relación con nosotros iba a cambiar. Ajax te tomo de la cintura en cuanto estuviste con él, no te volvió a soltar en toda la noche; tú asiento generalmente era al lado de mi en todo lugar que fuéramos siempre reclamabas estar junto a mi, esa noche fue una de las últimas dónde estuviste sentada junto a mi cada que salíamos con él, porque claro a partir de ese día se tuvo que incluir en nuestro grupo de amigos. Era un idiota que no le importaba agradarnos, solo que fingía hacerlo para quedar bien contigo, Yoko lo dijo; era un príncipe falso.

-No le doy más de tres meses-Xavier era muy listo con las apuestas, siempre ganaba cuando se trataba de tus relaciones.

-Nah, esta vez Enid si se nota muy enamorada-Eugene siempre tuvo un amor platónico por ti, eso a mi no me molestaba. Así que mientras suspiraba como un cachorro herido tuve ganas de golpearlo por decir semejante estupidez-¿Tú que dices Merlina? ¿Crees que al fin este sea su príncipe azul?

No conteste, en cambio bebí lo que quedaba de mi trago y salí del bar. No importaba lo que yo creyera, solo quería que un rayo le cayera a ese sujeto.

Algo en él no me terminaba de convencer, todas mis alarmas estaba alerta; esa misma noche le pregunte a padre como se sacaba esta sensación del pecho y él siendo el hombre más sabio en el amor me contestó:

-No se puede, mi pequeño cuervo, el amor es un enigma. En tus manos está si la persona a la que amas te corresponde.

-Yo no hablo de amor padre.

-Lo haces y tarde o temprano lo aceptaras, espero no sea demasiado tarde.

Devil Doesn't BargainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora