Devil Doesn't Bargain

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En los siguientes tres meses viví contigo la superación de tu relación, Kent el hermano gemelo de Divina había regresado de su viaje por Europa y nos propuso acampar, te vi reír de nuevo, burlarte de los chicos por intentar encender la fogata y de correr con Yoko porque le tenias miedo a las polillas. A media noche nos sentamos alrededor de la fogata contando historias de terror, te quedaste dormida acurrucada en mis brazos.

-Cómo amaría verlas juntas-Yoko te miraba con ternura y algo muy raro en ella, me sonreía-Ustedes son la pareja perfecta.

En ese momento me prometí amarme de valor y decirte todo lo que sentía por ti . Al volver a la ciudad algo se sintió diferente, al llegar a que se había vuelto nuestro departamento, ahí estaba él, en sus manos un enorme ramo de rosas con la mirada más arrepentida.

-Ajax ¿que haces aqui?-lo escuche en tu voz, te volviste vulnerable solo con verlo y temiste caer a todo lo que él te dijera, es por ello que tomaste mi mano con tanta fuerza que estaba segura romperias mis huesos, pero no me queje.

-Por favor, Enid, perdóname. Me equivoque, prometo que cambiare, pero vuelve, no puedo vivir sin ti-que desperdicio de hombre, rogar por algo que el gano.

-No Ajax, lo nuestro se acabó.-Su mirada me confirmó que no se rendiría, él no te amaba solo que el tenerte y sentirse seguro lo engrandecia, quería tener un poder sentir que algo en su vida podía ser únicamente de él.

-Ya la escuchaste, así que largo.

Enid, mi querida Enid. ¿Por qué lo hiciste?

Solo bastaron dos semanas para que volvieras con él, te justificaste diciendo que había hablado con tus padres. Él quería formalizar así que te pidió matrimonio para demostrarle a tu padre que iba en serio, Murray se opuso, solo que eras su pequeña y únicamente le tuviste que decir que estabas feliz para que aceptara.

El diablo no negocia Enid, y Ajax era un demonio encarnado, es despiadado y sería inútil intentarlo, te miente con falsas palabras de amor, te romperá el corazón pero seguirás ahí.

Encerrada en mi dolor y furia deje de atender tus llamadas, mensajes y todo lo que tuviera que ver contigo, como CEO de la editorial te cambie de área a la más alejada de mí y comencé a beber. Xavier y Yoko me sacaban a las cuatro de la madrugada de cualquier bar mugroso, no llore por ti, solo me estaba muriendo, mi corazón no había dolido tanto como estaba doliendo, quería arrancármelo del pecho.

Estuve así alrededor de cuatro meses, hasta que me di cuenta que no valía la pena arruinarme así, le acepté la cita a Kiara, ayudó, así que volví a salir hasta formalizarlo. Todo comenzaba a marchar bien, hasta en el momento donde recibí esa llamada de tu hermano, terminaste en el hospital; según tú testimonio habías caído de las escaleras del edificio al bajar de la azotea, conveniente, en esa zona no había cámaras así que la historia seria creíble.

Te alegraste de verme entrar y a mi una vez más se me destrozaba el alma.

-Hey.

-¿Cómo estás?

-Pensé que no vendrías.

-¿Qué pasó Enid?

-Me caí...-tu sonrisa era amarga

En eso entró el doctor listo para dar la noticia menos esperada, la "caída" te había provocado un aborto, el feto apenas y tenia los dos meses. Al verte confirme que no sabías nada o quizás sí, lloraste un rato hasta que te dije que tenía que irme.

-Claro, olvidé que alguien te espera.

-Adiós.

-Mer, aguarda-me detuve en la puerta sin voltear-Si... si tuvieras un bebé ¿Cómo lo llamarías?

-Carmilla.

De apoco conteste tus mensajes, en las pocas veces que me nacía ser detallista con mi novia y la sorprendía fuera de la universidad eran las veces que te veía a ti a la distancia, con Ajax siempre asegurando tu cintura y asegurándose que viera como te besaba.

Una noche viniste a mi, deseosa de estar en mi brazos me pediste que te hiciera mía una última vez, no entendí tu necesidad pero no me negué. Esa noche te ame como nunca.