2

372 40 0
                                    


Un mes transcurrió después de esa reunión y sin programar, tú llamabas a mi puerta cada tercer día a la misma hora durante esas semanas, con el mismo tema de conversación, enamorada como siempre terminabas diciendo lo mismo:

-Él es perfecto.

Una madrugada alguien tocó mi puerta, maldije tanto y preparé la muerte más dolorosa para quien fuera que llamara a las dos de la mañana y me sacara de mi turbulento sueño; eras tú. Al principio pensé que algo te pasaba, pues estabas llorando y me prepare para matar a quien fuera el culpable de esas lágrimas, hice memoria de quien podría ser; quizás tu madre insistiendo una vez más que estudiaras medicina en vez de periodismo o tal vez tu hermano mayor cometiendo una idiotez de nuevo o por último Ajax... Te habías quedado de ver con él para cenar. Acaso Xavier tenía razón y solo duraron tres meses.

-¡Me mudaré con Ajax! me lo pidió esta noche. Me dijo que no podía estar sin mi más tiempo y quiere que vivamos juntos ¿no es eso maravilloso?

No lo era, porque a partir de que comenzaste a compartir un techo con él todo se fue desbordando. Una vez más no dije nada y trate de compartir tu dicha, ayudamos con la mudanza; Bianca me obligo ya que no estaba dispuesta a soportar sola a Yoko y sus quejas por la decoración, al dejar una caja en la sala los vi a ustedes dos decidiendo cómo decorar esa habitación; tú querías poner el cuadro que te regaló tu abuela antes de morir sobre la chimenea, pero él no.

-Es muy horrendo para estar sobre la chimenea, mejor desaste de el.

-¿Estás loco? no pienso tirarlo jamás, lo pondremos aquí y punto.

Amabas a tu abuela más que nada en este mundo, pues ella fue la que te crio a ti y a tu hermano mientras tu madre se dedicaba a ser una doctora exitosa y tu padre hacía de todo para darles amor; ella enfermo de cáncer y durante todo ese tiempo estuviste a su lado sufriendo con ella, para que no te viera destrozada venias a mi te dejaba llorar en mi hombro durante horas hasta que lograbas calmarte para después ir por un helado o algo de comida que te animaras. Trabajó en ese cuadro durante meses, los mismos en los que trató de luchar contra el cáncer, al final esa enfermedad la terminó consumiendo. El día de su sepelio estabas tan destrozada que mi corazón agonizaba contigo, no importaba cuantas veces limpiara tus lagrimas estas volvían a nacer. Tras su muerte Tristan se convirtió en un ebrio drogadicto que no hacía otra cosa más que ser un completo vago, perdió su empleo y a su novia, tú no le decías nada ya que entendías que al igual tuyo su abuela había sido su todo; dijiste que cada quien lidiaba con su dolor a su manera.

A la semana de vivir con él ese cuadro desapareció misteriosamente, Ajax no trató de consolarte del todo.

-Es un cuadro estúpido y feo. No cuesta millones Enid deja de llorar-mis puños se apretaron a la espera de cualquier otro comentario estúpido para romperle la cara.

-A caso no lo entiendes, no es cualquier cuadro. Es lo último que me quedaba de mi abuela-fue la primera vez que realmente vi furia en tus ojos, también querías golpearlo.

-Ya, suficiente drama por un cuadro. Luego te regalo uno más bonito.

Hasta que pudiste lidiar con ello no me gusto verte triste, parecías un cuerpo sin alma, los chicos y yo tratamos de hacer todo para animarte, pero nada parecía funcionar, te fuiste recuperando de la misma forma que lo hiciste tras la muerte de tu abuela, fue como verte volver a pasar por eso; las mismas etapas de duelo.

En la temporada de navidad, nos sorprendió que no hubieras organizado tu tan famosa cena; donde nos hacías cantar villancicos, comer tanto chocolate caliente que terminábamos asqueados todo el año, fingías cocinar tu famoso pavo relleno el cual me obligas a callar para no decir que en realidad yo había cocinado. Tuvimos que fingir que entendíamos que esa navidad la pasarías en casa de tus suegros, viajaste a Rumania por dos semanas enteras, dejándome, me vi obligada a pasar navidad con mis padres, sin ti.

Esa noche mientras volvía a casa, vi lo que parecía ser una venta de antigüedades, me acerqué curiosa por un cuadro que llamó mi atención. Era ese cuadro, lo había visto tanto que no tenía dudas y más cuando vi lo escrito por la parte de atrás.

Mi pequeña Enid.

Nunca pierdas el brillo que posees, recuerda siempre que hay que vivir sin miedos y ataduras. AMA, es lo más bonito de la vida, y siempre, siempre recuerda que te amo con todo mi corazón.

-1000 grandes y es tuyo-era una suma exagerada para un cuadro, pero lo valía, por ti.

El hombre aceptó feliz el dinero, mientras yo marchaba a casa con el cuadro de tu abuela pensando en como te lo entregaría, pero al final voté por mantenerlo seguro.  

Devil Doesn't BargainNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ