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Yoko estaba molesta, manoseaba y soltaba monosílabos por todos lados ¿de cuando acá yo me había vuelto la consejera del grupo? Quería sacarla a patadas y decirle que no volviera, pero Kiara me pidió no hacerlo. Yoko se veía afectada, algo te había pasado y ella no sabía cómo decirlo.

-¡Yoko ya! dime que pasa de una vez, por amor a satanás-

-Enid se casó a escondidas, Ajax ahora más que nunca le prohíbe vernos ¡no puedo hablar con ella ni en la universidad!

No mentiré, esa noticia me afectó. Tras una larga noche de espera lo decidí, dejaría a Kiara e iría por ti, nos iríamos lejos de todos y si no quisieras irte conmigo te robaría. Lo estaba planeando, te lo prometo mi amor, estaba a punto de salvar nuestras vidas, solo que una fuerza mayor me lo impidió.

-Kiara, tengo algo que decirte.-Estaba decidido, se lo diría esa noche

-Yo también.

-Tu primero.

-Por favor, tú.

-¡Estoy embarazada! ¿no es genial?-Podrás entender que un hijo siempre será importante y aunque la noticia me tomó de sorpresa no podía hacerle esto a Kiara, no ahora.

-Eh... Si.

-Ahora que querías decirme.

-Nada, puede esperar, estoy hay que celebrarlo.

Alguien llamó a mi oficina, y para mi sorpresa eras tú. Habías renunciado, dejado la universidad y alejado de tus amigos; yo estaba haciendo mi vida, comprometida a la mujer que me daría un hijo alejada de todo.

-¿Qué haces aquí?

-Necesito tú ayuda. Tengo que escapar.

-¿Escapar?

-Ajax, está más violento que nunca, tengo miedo que nos haga daño-en ese momento levantaste tu suéter y revelaste la barriga de embarazo que comenzaba a crecer. No lo dude, te ayude. Te di el suficiente dinero para que te fueras lejos, cambiaras tu nombre y comenzaras de cero. Me pediste ir contigo, pero al igual que tú yo también tenia una noticia que darte; te dije que no podía dejar a Kiara y a mi hijo así que tenias que marchar sin mi. Recuerdo tu mirada, estabas abatida luchando por decir algo antes de irte, aun me preguntare qué era eso que tenias que decirme Enid. 

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