Capítulo 19

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  Sonó mi teléfono varias veces haciendo que despertara.
"¿Mamá?" grité asombrada. Me había dejado varios mensajes. Corrí a leerlos pues me preocupaba la hora en los que los había mandado. Era muy temprano y ella sabía que dormía hasta tarde.

"Hola hija. Espero estés bien"
"Hace mucho que no sé de ti"

Era cierto.  Había roto mi promesa de llamarla todos los días y ese no era cualquier error. Ella había confiado en mí y la había defraudado, pero los mensajes seguramente no eran por eso. Continúe leyéndolos.

"Necesitamos hablar, en persona"
"Te espero hoy en casa"
" A las 3:00 p.m"
"No faltes!!"
"Te amo♡"

Ese último mensaje me tranquilizó. Recordé los bonitos momentos y ansiaba verla. También extrañaba un montón a mi hermano.

"Ese idiota jaja"

Salí de mi habitación para arreglarme un poco. Tocó la parte difícil:  escoger lo que usaría. Ahora sí mi closet era una verdadera obra de arte. Estaba todo lo que me gustaba, mis jeans ajustados, shorts, botas femeninas, pullovers,  camisas, etc.

Esto sí era felicidad.

Tomé un conjunto sencillo, pues más tarde tendría que arreglarme para ver a mi familia. Usé un short negro y un pullover del mismo color. Éste tenía un estampado curioso.  Era una ciudad en la noche. Al parecer era New York. Me encantó como se veía en el reflejo de mi espejo. Mis caderas se marcaban porque el short era muy ajustado y no me veía ni obesa ni delgada. Había un buen equilibrio e  mi atuendo.  Arreglé un poco mi cabello y me dirigí a la cocina como todas las mañanas. Comí algo y me senté en el sofá de la sala de estar.

No había nadie ahí así que utilice el tiempo libre para ver una película.

Antes noté que la mesa estaba sucia y en ella habían paquetes de papas prefritas vacíos y vasos de jugo. Al parecer alguien había pasado la noche viendo pelis.

Me acerqué a donde estaba la tele y vi una memoria en la mesita. Me mataba  la curiosidad así que decidí revisarla.

Para mí sorpresa era nada más y nada menos que "La Cenicienta"

¿Curioso verdad?

No pude evitar pensar en el castaño y en el día que vimos esa película juntos en la casa que usaríamos para desestresarnos. Ese fue un día inolvidable.

Esto de andar sufriendo se había vuelto mi actividad favorita. Di un cambio radical a mis planes. Miré el reloj "12:30".

Todavía tenia tiempo para hacer varias cosas antes de ir a ver a mamá. Entre mi larga lista de opciones escogí la que más me haría sufrir. Por supuesto,  iría a aquella casa.  La idea de revivir los momentos y darle final a la historia no salía de mi mente. Creía que la mejor opción era regresar al pasado y eliminar cualquier recuerdo que cambiara mi estado de ánimo,  como decía mi abuelita:

"El mal se corta de raíz"

Razón tenía con ello.

Me arreglé un poco para luego de salir de allí visitar a mi mamá. Recordé las estúpidas reglas que había firmado el día que entré a la banda y una de ellas ordenaba que tenia que avisar cuando fuese a salir. No vi a nadie así que escribí una nota pequeña:

"Moonlight:
Saldré a visitar a mi madre a las 3:00p.m Quiero que sepan que demoraré un poco pero pienso volver temprano. Si quieren algo de mi me llaman , ya conocen mi número. Sin más,
                            Susan:)"

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