Un desliz

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Un mundo lleno de omegas y alfas. Dónde usualmente el Omega era quien era el más indefenso y el alfa, el príncipe a rescatar al Omega.

Curiosamente, en la relación de cellbit y Roier, era al revés. Roier, siendo el Omega, era extremadamente fuerte. Incluso etoiles, el alfa más fuerte de su grupo de amigos, estaba maravillado con la valentía y destreza del chico.

Cellbit siendo el alfa de la relación, no era débil, pero estaba muy por debajo de las habilidades de su Omega. Siendo la inteligencia y formación de estrategias su mayor atributo. Era alguien, que a pesar de pasar un tiempo en la cárcel, no era tan fuerte como Roier.

Pero a ninguno de los dos le molestaba, al contrario, ambos siempre iban en contra del sistema natural de las cosas. Y los demás, lo sabían. Desde la primera interacción que tuvieron fue excéntrico.

Pero al pasar el tiempo, y gracias a la boda, se dieron cuenta, cuan unidos eran.

Durante su luna de miel, habían oficializado su lazo. Una marca sobre el cuello de Roier, y sobre el hombro de cellbit una marca. Ambos, aceptando el uno al otro.

Pero incluso en las relaciones más bonitas, existen, deslices.

Bobby fue un desliz con su amiga jaiden. Fue antes de conocer a Cellbit, así que no fue nada de infidelidad. Bobby, tenía el carácter de su padre, y la fuerza de este. Pero también heredó las habilidades artísticas de su madre, junto a un par de alas que a Bobby le molestaban, por lo pesadas que se volvían. Los ojos morados eran de su madre y el cabello de su padre, lo hacían ver cómo un espejo de ambos padre.

Richarlyson, por otra parte, fue un desliz con forever. Curiosamente, Richas era totalmente opuesto a sus padres. No era rubio, si no castaño cenizo. Sus ojos eran azules como su padre Cellbit, y tenía el sentido de riqueza como su padre Forever. Debido a una mutación de ambos padres, richarlyson era moreno y también por esto, era muy frágil, llegando amputar una de sus piernas por culpa de una caida.

Ambos niños se veían como su padre, a su manera. Y esto no les importaba, aunque fueran hijos de otras relaciones, ellos eran sus hijos y los cuidaban con mucho amor.

Pero un día... .
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Ambos habían terminado dentro de una dungeon muy peligrosa.

Cellbit había rastreado unas pistas de una investigación que dejó a un lado, y este lugar tenía respuesta de otras investigaciones, interconectado sin querer su caso. Roier, había insistido en ir con él, mas que nada porque ya tenía mucho sin pelear, además de querer proteger su marido.

- seguro que es porque Gatinho?.. - saco su lámpara, iluminando el lugar.

- según el libro... Si- cellbit veía el libro con anotaciones de su caso, para levantar su vista a ratos, tratando de conectar sus notas con los símbolos del lugar.

Roier miraba todo con cuidado, sabía que Cellbit cuando se ponía ver sus libros, se quedaba pendejo con eso y no notaba los peligros. Así que se encargaba de las trampas, algunos monstruos, o incluso abrir la puerta. Porque si, hasta para eso era pendejo su esposo, pero así lo quería.

Cuando todo parecía que había sido una falsa alarma, Cellbit abrió, sin querer, una habitación secreta.

- y dices que soy torpe guapito...

- lo sigues siendo gatinho

Ambos entraron... Pasaron varias horas, donde Cellbit anotaba y guardaba evidencia nueva que encontraba. Cada pequeño detalle por más tonto que pareciera, para Cellbit era una pista, un detalle que podía escribir, denotando que aquel que dejó las pistas, lo hacía a propósito y con el afán de molestar.

Purgatory Où les histoires vivent. Découvrez maintenant