Un canto hermoso

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Un botín.

Eso era, Cellbit bufó, mientras era arrastrado por todo el barco, mientras y ex mejor amigo, gritaba que ahora sería el capitán del barco y que él, si los llevaría al tesoro más grande de los piratas. Una sirena.

Cellbit miraba como sus viejos amigos, los cuales no estaban de acuerdo totalmente en esto, le devolvían la miraba con pena y hasta vergüenza por hacer caso a forever.

Aún atado, lo subieron a un pequeño barco de madera con pocas provisiones. Miro de reojo hacia alrededor, para notar que los desgraciados estaban por dejarlo en una isla a su suerte. Gruño en bajo.

Después de hacer toda la investigación, después de hacer el mapa, conseguir resolver puzzle que ninguno podría, aprende idiomas que se le dificultaba. ¿Se lo agradecían así?.

Bad, uno de sus amigos, se acercó para "acomodar" las cuerdas. Las aflojó realmente para acomodar una pequeña daga en su pantalón. La guiño el ojo para alejarse.

Forever sin decirle una palabra, corto la cuerda que sostenía aquel barco. Su cuerpo se sintió liviano por un momento para luego golpearse con fuerza. Su vista se empezó a nublar, pero negó quedar inconciente. Tomo la daga, y cortó las cuerdas de sus manos, las de sus piernas y tobillos. Se tocó la nuca, para ver sus dedos con sangre.

Chasqueo la lengua de fastidio. Tomo los remos y como pudo, se dirigió a la isla, mientras desde el barco le mandaban insultos y algunos porras de que podría sobrevivir. La isla tampoco era un desierto, era como una mini selva en medio de la nada.

Miro nuevamente hacia el barco, solo viendo como todos de iban, y solo quedaba Pac, Mike, Fit y Bad. Al menos de ellos no resentira tanta la traición.

Al llegar a la playa, se recostó en el barco, mientras el cielo se oscurecía. Cerró los ojos, pudo escuchar como las bullas se alejaban de apoco, hasta que solo quedó el sonido del mar, chocando con la arena y el barco.

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Pasaron horas, en las que cellbit pudo descansar, si es que podías decir descansar el quedar desmayado. Abrió los con dificultad, su vista seguía nublada, se sentía mareado y algo hambriento. Se levantó tocando su nuca, sentía aún el dolor pero al menos ya no había sangre. Salió del barco, y tomo la bolsa de provisiones, mirando como podía racionarla. También noto que le dejaron herramientas básicas. Agradecía que aún tenía amigos en el barco.

-Eu não tenho tantas provisões... Merda

Dijo en voz alta. Tomo la bolsa y las herramientas las puso en su cintura para caminar y adentrarse a la selva, camino un poco, tratando de ver si existía algún riachuelo, o algo de agua dulce, y si era así podría construir un casa. Una base, lo que sea, pero donde pudiera sobrevivir.

El tiempo paso volando, cada cuánto, iba a la playa, para ver si podía ver un barco, tenía listo una hoguera grande en caso de verlo. Además de poder pescar algo de comida.

También había creado una pequeña casa, no era lo mejor, pero podía descansar sin preocuparse de ser comido por los pumas o ser mordido por las serpientes.

Claro, también exploró la isla, y crear un mapa. No era una isla grande, podías recorrerla por completo en 25 minutos, pero tenía lo suficiente, un ecosistema bueno para tener vida. Además, en medio de la isla había una ligera elevación, un montaña algo grande.

Pero se había dado cuenta, que había cosas extrañas. Pues cuando iba a la playa, aparecían pescados en la orilla, agradecía eso, porque no tenía que pescar, pero sin duda era algo extraño. Incluso una vez apareció un salmón.

Una noche, no pudo dormir. Trato de quedarse dormido, pero no era posible, simplemente no pegaba los ojos.

-Talvez um passeio na praia... vai me cansar

Purgatory Where stories live. Discover now