Vector Oscuro

Ariana

Ariana estaciona el auto en la entrada, bajó y abre las puertas del asientos traseros, para sacar varias bolsas con ropa, cierra y ve que las luces del comedor están prendidas, llega a notar algo de movimientos dentro, mira la hora y ve que son las 21:30 «seguro está comiendo algo» pone la alarma al coche y se dirige a la puerta, antes de entrar mira la placa que dice (agregar apellido) junto con la dirección de la casa. suspira y busca las llaves en el bolso. cierra la puerta después de entrar, va directo al comedor, Natalia está sentada en la punta de la mesa, donde solía sentarse ruben. vio que Natalia sujetaba una copa llena de un vino tinto, una botella llena hasta la mitad y un plato de pastas con bolognesa frente a ella.

—Hola ma.

—Hola hija, ¿Cómo estás? ¿tienes hambre? te sirvo y comemos juntas. todavía no empecé a comer.

—Yo me sirvo— dice Ariana que deja las bolsa bajo la mesa, lejos de Natalia y de dirige a la cocina, busca en el armario, saca un plato y cubiertos de los cajones de la mesada, se sirve bastante fideos y un buen cucharón de bolognesa. se sienta en su lugar de siempre en la mesa a la izquierda de la punta. prueba la comida mientras Natalia bebe de la copa.

—Está rico, ¿no?

—Sí y mucho— dice Ariana.

—¿Saliste de compras?— preguntó Natalia enrollando el fideo en el tenedor para luego comerlo.

Ariana, traga la comida que tiene en la boca—si, me hacía falta algo de ropa— responde Ariana mientras enrolla más fideo en el tenedor.

—¿Qué bueno, que tipo de ropa compraste?

—Una remera, un jean, normal, me hacía falta.

—Cuando terminemos de comer quiero ver, siempre me gusta la forma en la que te vestís.

—Cuando terminemos de comer— tapándose la boca— como cocinaste, yo voy a lavar los platos— come un poco más— ¿Cómo estuvo tu día hoy, mucho trabajo?

—Mi día está bien, no me puedo quejar. el trabajo ya es otro tema, me tomé unos días de descanso, me cuesta asimilar que Rubén se haya ido.

—Perdón, por no estar a tu lado, pero me shockeo y me encerré en los estudios— dice Ariana bajando el tenedor y apartando el plato en señal de que no va a seguir comiendo.

—Yo te pido perdón, Ariana. Esto me tomó mal parada y me afectó tanto que no me preocupé por vos.

Ariana siente que sus ojos se llenan de lágrimas—no puedo culparte por eso, el llego a mi vida y lo acepte, pero vos lo elegiste, lo quería obvio que si, fue mi figura paterna durante 15 años años, esta vez soy grande tengo que saber lidiar con mis sentimientos, no se si lo aborde de la mejor manera, pero hago lo que puedo.

—Estoy orgullosa— levanta la copa a la altura de los ojos— yo tampoco lo aborde de la mejor manera, pero mañana lo puedo hacer mejor— ambas ríen, Ariana se levanta y va por una copa, regresa y Natalia se la llena

—Quiero brindar por la mejor y fuerte madre que tengo— dice Ariana levantando la copa.

—No es para tanto, aun con el corazón adolorido, pero la vida sigue— ambas chocan las copas, beben hasta terminar el contenido de la copa

—Que rico vino— dice Ariana y lleva su plato a la cocina—¿te dijo Ruben por qué terminaron?

—No le pregunté, es una decisión que él tomó y no me quedó otra que aceptar— Natalia vuelve a llenar su copa, se levanta y sirve vino en la copa de Ariana.

—¿Cómo así? ¿de la noche a la mañana?— Ariana lava el plato que usó para comer.

—Tampoco así, se va dando con el tiempo, el amor se acaba o los planes cambian, suena feo decir que no siempre se es amado hasta la muerte.