5. Pillada

69.6K 6.5K 2.8K
                                    


(Lydia)

Vio alejarse a Diego con Lucas y se sintió un poco triste, juraría que justo antes de la llegada de Lucas había tenido uno de esos momentos románticos con Diego. Se pasó la mano por el pincel y suspiró, seguramente habían sido imaginaciones suyas.

Se colocó frente a la pared y admiró la enorme mancha de pintura negra, tenía un sentimiento encontrado respecto a eso, odiaba a la persona que había destruido su pintura pero después de que Diego dijese que la ayudaría a pintar uno nuevo se sentía en cierto modo en deuda. Gracias a ese vándalo iba a pasar muchos recreos con Diego y esa idea le encantaba.

Observó la pared e inconscientemente comenzó a pintar en el aire, cuando se dio cuenta de lo que hacía se sonrojó al pensar en lo que Diego le había dicho. ¡Él dijo que se veía linda!

Escuchó sonar el timbre que indicaba el final del recreo y comenzó a caminar a su torre, afortunadamente la mayoría de los alumnos estaban entretenidos en la zona de tercero así que llegó a clase sin problemas.

Sólo esperaba que Diego estuviese bien y que llegase antes de que Aaron metiese demasiado la pata. En serio, ese chico tenía la capacidad de lograr que las situaciones más simples acabasen siendo un completo desastre, de hecho nadie olvidaba cuando siendo jefe indio secuestró a Nora. ¡Menudo problema les había buscado a todos por ser tan despistado!

Entró en clase y la encontró vacía a excepción de por Gael que estaba sentado sobre la mesa y miraba por la ventana. Se veía pensativo y con los rayos de sol iluminando levemente su cabello negro notaba más que nunca a que se refería Eli cuando decía que tenía un aura de misterio envolviéndolo. Siguió contemplándolo y tuvo que concederle que era atractivo y desprendía cierta melancolía que la hacía querer acercarse y darle un abrazo. Pero no lo hizo, no lo haría ni loca.

Para su desgracia Gael dejó de mirar por la ventana y la descubrió observándolo. Inmediatamente frunció el ceño y puso cara de fastidio.

―¡Ah! Eres tú ―masculló irritado.

Respiró hondo y pidió paciencia.

―Sí, soy yo.

Bien, era hora de restregarle su grandioso trabajo por su odiosa cara. Caminó con paso firme y se colocó frente a él.

―De nada ―dijo tirando el trabajo sobre la mesa al lado de Gael, él la miró fijamente durante unos segundos hasta que tomó el trabajo y comenzó a pasar las páginas rápidamente.

―¿Sabes que no puedes copiar de wikipedia, verdad? ―preguntó Gael sin mirarla.

―Lo sé ―masculló irritada.

―Tenía entendido que eras buena pintando, pero se ve que los rumores estaban equivocados ―dijo Gael después de mirar la portada.

―¿Perdona? ―murmuró entre dientes comenzando a enfadarse.

Podía tolerar muchas cosas pero no insultos contra sus dibujos.

―He visto dibujos de niños de dos años mucho mejores que esto. ―Gael señaló el dibujo de la portada y ella se llevó la mano al pincel que tenía en el moño, ahora mismo se lo clavaría en los ojos porque de todas formas ya estaba ciego.

Su dibujo era perfecto. Por no mencionar que había tardado casi seis horas y cuatro bocetos.

―Mira, no te caigo bien y no me caes bien pero ese no es motivo para menospreciar mi trabajo ―contestó con ira contenida.

―No lo menosprecio, sólo digo que es malo pero ya que lo encuadernaste habrá que presentarlo así ―indicó Gael entregándole el trabajo.

Sintió ganas de abofetearlo con la encuadernación pero decidió que era mejor no hacerlo. Se dio la vuelta dignamente pero nada más dar el primer paso escuchó carraspear a Gael por lo que volteó molesta, ¿ahora qué?

Besos sabor magenta (TQST Libro #2.5)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora