El viernes no era esperado con entusiasmo y solo quería retomar mi vida sin expectativas. Krystal mostraba interés en comentar algo, pero afortunadamente kai se mantuvo callado y nadie parecía saber sobre la participación de lisa. Sin embargo, krystal me hizo muchas preguntas sobre mi almuerzo y en clase de Trigonometría me dijo.
— ¿Qué quería ayer lisa Cullen?
—No lo sé —respondí con sinceridad—. En realidad, no fue al grano.
—Parecías como enfadada —comentó a ver si me sonsacaba algo.
— ¿Sí? —mantuve el rostro inexpresivo.
—Ya sabes, nunca antes la había visto sentarse con nadie que no fuera su familia. Era extraño.
—Extraño en verdad —coincidí.
Parecía asombrada. Se alisó su pelo oscuro con impaciencia. Supuse que esperaba escuchar cualquier cosa que le pareciera una buena historia que contar.
A pesar de saber de qué lisa no estaría presente, aún tenía esperanzas. En la cafetería, sentí melancolía al ver a jimin, suga y rose juntos, sin saber cuándo la volvería a ver. En mi mesa, kai hablaba de los planes para el día siguiente y note miradas poco amistosas de Lauren. Al salir del comedor, escuche a Lauren murmurarle algo a kai, le dijo:
—No sé por qué jennie —sonrió con desprecio al pronunciar mi nombre — no se sienta con los Cullen de ahora en adelante.
Hasta ese momento no me había percatado de la voz tan nasal y estridente que tenía, y me sorprendió la malicia que destilaba. En realidad, no la conocía muy bien; sin duda, no lo suficiente para que me detestara..., o eso había pensado.
—Es mi amiga, se sienta con nosotros —le replicó en susurros kai, con mucha lealtad, pero también de forma un poquito posesiva. Me detuve para permitir que hrystal y hyuna me adelantaran. No quería oír nada más.
Durante la cena, sheun se enteró de que iba a ir a La Push al día siguiente y parecía contento. Sospechaba que sheun se sentía culpable porque no estaba en casa conmigo los fines de semana. Sheun conocía bien a todos los chicos que iban a ir a La Push y aprobaba la excursión. Me pregunté si aprobaría mi plan de ir en coche a Seattle con lisa Cullen.
—Papá —pregunté como por casualidad—, ¿conoces un lugar llamado Goat Rocks, o algo parecido? Creo que está al sur del monte Rainier.
—Sí... ¿Por qué? —Me encogí de hombros.
—Algunos chicos comentaron la posibilidad de acampar allí.
—No es buen lugar para acampar —parecía sorprendido—. Hay demasiados osos. La mayoría de la gente acude allí durante la temporada de caza.
—Oh —murmuré—, tal vez haya entendido mal el nombre...
Desperté sobresaltada por un resplandor inusual que interrumpió mi sueño, descubriendo que el sol está fuera de lugar en el cielo y el cielo azul se extiende en medio de las nubes. Decido visitar la tienda de artículos deportivos olímpicos de Newton, donde me encuentro con mi grupo de amigos. Sin embargo, también me topo con algunas chicas con las que he tenido roces previos, incluyendo una a la que accidentalmente choqué durante una clase de gimnasia. A pesar de las miradas desafiantes y los susurros, trato de mantenerme positiva y disfrutar del encuentro con mis amigos. Al menos kai se alegraba de verme.
— ¡Has venido! —gritó encantado—. ¿No te dije que hoy iba a ser un día soleado?
—Y yo te dije que iba a venir —le recordé.