Capítulo VIII : Cremas y Outfits

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Roier estaba nervioso. El y Cellbit habían acordado juntarse a las Diez y treinta en la universidad, eran las siete de la mañana y Roier ya estaba de pie, con los ojos bien abiertos y sin ni una gota de sueño en su cuerpo. Se había dado una larga ducha con sales y fragancias frutales que había robado de su padre Vegetta, Si su padre empezaba a preguntar por su utensilios de Baño, siempre podría echarle la culpa a su padre Foolish.

Se miro al espejo, luego de salir de la ducha, en el solo había una toalla cubriendole. El frío viento mañanero se coló entre la puerta y la pequeña ventana de la habitación de baño y le calo en los huesos. Agarro su mandíbula con una de sus manos y observó con cuidado su rostro, estaba creciendo un poco de barba la cual no le sentaba para nada mal, su cara se veía más definida incluso y le daba un aspecto un poco más masculino. Agarro una de sus rasuradoras y en vez de pasarla por su mandíbula, la paso entre sus cejas, encima de su nariz, intentando que cualquier bello que hubiera ahí desapareciera, observó su nariz con cuidado y coloco una mascarilla la cual sabía que dolería pero valdría la pena.

Salió del baño y se dirigió a su cajón para buscar uno de sus bóxer y sus cremas corporales. Volvió al Baño y se coloco su ropa interior mientras se observaba en aquel espejo de cuerpo completo. Jamás había sido inseguro con su cuerpo, había trabajado mucho en el y estaba satisfecho con el resultado de sus ejercicios, pero no podía evitar mirarse y pensar en que cambiar para agradar más a la gente. No, para agradarle más a Cellbit.
"¡Mierda Roier que te pasa!" Se Reclamó.

Observó la pequeña mascarilla de color negro sobre su nariz y suspiró con pesadez "Aquí vamos" agarro una de las esquinas y tiro con fuerza, Agradecía a todos los dioses que la mascarilla salió completa a la primera.

Volvió a observarse y empezó a encremar su cuerpo por completó. El reloj marcaba las Ocho y 47 Minutos, Roier lo miro espantado. "No puede ser que demore tanto tiempo arreglandome, que ridículo. Fue en busca de unos pantalones normales de Jean color negro, quería estar cómodo y verse bien al mismo tiempo, se los puso con sus zapatillas quedando sin camiseta en lo que terminaba de arreglarse. Regreso al baño y prendió el secador de pelo. Hacía masajes en su cabello el cual también tenía un producto para ponerlo más brilloso y que se hidratara.

Roier siempre había sido alguien que gustaba de cuidarse, le gustaba oler bien, ponerse cremas y que su piel esté suave, Pero hoy realmente se estaba esforzando.

Puso una última mascarilla en su piel, de miel y aguacate, sentía que se veía ridículo, pero todo sea para sentirse un poco menos nervioso.
Una vez sintió que su cabello estaba casi por completo seco, dejó aquella máquina a un lado desconectando con cuidado y guardándola en uno de los armarios que habían en el baño. Tomo su cepillo de dientes y empezó a lavarse con cuidado. Miraba el reloj cada dos minutos y sentía que el tiempo avanzaba en intervalos de quince.

Cuando termino con sus dientes, saco la mascarilla de su cara y esparció el contenido que quedó con delicadeza, por su rostro, orejas, cuello y pecho. Concluyó su rutina de belleza poniendo delineador negro bajo sus ojos, Su hermana le había dicho alguna vez que profundisaba mucho su mirada y que hacía más claro el color marron de sus ojos.

Se dirigió a su closet sin saber muy bien qué ponerse, mirando y descartando cada una de sus opciones.

—¿Roier? ¿Que haces tan temprano despierto un sábado?—Su hermana entró a su habitación en un Pijama de un pieza de lo que parecía ser un tiburón.

—Saldré con Cellbit, ayúdame a escoger algo para usar arriba.—Su hermana miro a su hermano con una sonrisa cansada.

—Jamás creí que te vería arreglarte tanto y preocuparte tanto Por alguien, usualmente lo haces solo por ti—Roier se sonrojo.

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⏰ Last updated: Dec 04, 2023 ⏰

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