Capítulo 52

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Dormí de las 6 a.m. a las 4 p.m., es decir, diez horas, pero ni haber dormido todo eso me quitó el dolor de cabeza ni la resaca que justo ahora sí tengo y no lo niego.

Estaba en el comedor, con un café delante, al igual que Alexey y Gala. Es evidente que ellos tienen el mismo dolor de cabeza que yo.

Yale no se había quedado mucho en la fiesta y Susana está en su casa, pero Jamie está aquí, al cuidado de Karen y estamos con el sentimiento a flor de piel de que en cualquier momento comience a llorar y eso empeore la migraña.

—Ya estoy lista —Jimena apareció junto con Nancy, quien trae sus maletas. Kaede viene con ellas porque se quedó a dormir con su hermana.

Bebí un sorbo de café.

—Vuelvo en un rato —le avisé a Alexey, al ponerme de pie.

—¿Quieres que vaya contigo? —a pesar de la pregunta, es más que claro que no quiere.

—Estoy bien —dije y me retiré con ambos niños.

Me puse un par de gafas para el sol e igual mantuve la ventana del auto cerrada. Nataniel nos llevó a casa de Alicia.

Por lo menos, el que nos recibió fue Haníbal.

Prometí devolverla el fin de semana y aquí está.

Le pregunté por Olive y Marina y dijo que ambas estaban durmiendo, y que Logan estaba con Derek, donde seguramente Hanna los dejó a los dos.

Me fui para volver a la Mansión y me encerré el resto del día, porque mañana tengo trabajo en ILIA.

Todavía no hablaba con Alexey sobre el permiso de exportación, necesito que él me diga a quién dárselo para que yo me pueda desentender de la empresa.

Por su lado, Salvador me dijo que en el Congreso están evaluando todo el programa que les presentamos, es decir, darles una solución inmediata al reevaluar expedientes; la ayuda de universitarios sin costo alguno.

Yale dijo que ya les dieron fecha para el juicio de Jamie; el lunes 16 de diciembre. Le aseguré que iría solo si él lo quería y, de hecho, me pidió asistir.

Fui a visitar a Lika, pero no la encontré y una vecina me dijo que salió de la ciudad por unos días.

Con respecto a Alexey, la habíamos pasado muy bien en esa fiesta, en cambio, la sensación de su lejanía volvió. Otra vez estaba encerrado en sí mismo.

No me dejaba dormir darle vueltas a eso. Ya sé que, si le pregunto, su respuesta será que todo estará bien, no obstante, no me asegura nada, no me dice claramente que esto está funcionando.

En las juntas en ILIA, que eran de rutina más bien, ya que en realidad mi participación no era necesaria, tenía todo el tiempo para observar y veía perfectamente el trato entre Alexey y Kim.

No solo le prestaba atención, sino que la buscaba con la mirada.

Y yo no podía ni mencionar su nombre delante de él, porque no estaba dispuesta a comprobar que el simple hecho de nombrarla le provocaba algo.

No quería admitirlo ni para mí misma, pero me estaba cansando de esta situación.

El lunes, de la primera semana de diciembre, fui a la oficina de Alexey, a entregarle personalmente un documento que me mandó con Soledad para firmarlo.

—Gracias —dijo al recibírmelo, sin despegar su atención del ordenador.

—¿Vas a salir a comer?

—... No, tengo trabajo y voy a reunirme con Esteban... —sigue sin mirarme. Se puso de pie para buscar un documento entre las carpetas que tiene en pila sobre el escritorio.

[7] CCC_Henko | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now