26 y 27

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Liam solicito un cuarto en la barra y los tres subieron rápidamente las escaleras. 

Habitación 26, aquí es, se apuro Liam a entrar, seguido de los otros dos.

Esperen , esperen! dijo Carla, oyendo como en la habitación contigua se oían gritos y jadeos.

En la numero 27, se erigían dos cuerpos desnudos. Los espejos reflejaban todo el lugar, incluso había uno enorme en el techo. Una cama king de sabanas rojas, luces a tono, musica lenta, todo el ambiente era propicio para soltar a las bestias y mil demonios.

Un hombre joven estaba siendo sometido con un vendaje en sus ojos, en posición de cuatro. Y atrás de el, otro, este de pelo largo, espaldas anchas, brazos fornidos, cuyas manos se hundían en las nalgas del pasivo. 

Así lo quieres? suplica. dijo el pelilargo propinando una nalgada en el otro individuo, quien lanzo un gemido, al momento que asintió con la cabeza.

Entonces abre mas tu puto culo, aun se siente cerrado. 

Mas que cogerse hombre y mujeres, a Harry le gustaba verse en los espejos, admirar su cuerpo moviéndose hacia adentro y fuera. Era lo que lo incentivaba, ya que lo demás era trabajo. Era un narcisista. Adoraba su cabello, su cuerpo, lo cuidaba al máximo, y estaba tan bien dotado, que se enorgullecía de sus enormes erecciones. 

Tirando su cabeza hacia atrás, Harry bombeaba rítmicamente al hombre que seguía pidiendo mas. Sacudió su larga cabellera ya completamente empapada de sudor y exigió al extraño que volteara, y se arrodillara ante el. Acomodándose de rodillas en la cama, tomo del cabello a su cliente y la acero a su verga dura. 

Ahora, te la tragas, oíste? dijo observando cada detalle en el espejo junto a la cama.

El hombre obedeció y se metió toda la ereccion en la boca. 

A veces le tocaba ser dominante, dominado, un amante dulce y tierno, o una bestia salvaje. Todo dependía de las necesidades de su amante de turno. Claro que esta parte del trabajo era la mejor pagada de todas, y se esmeraba en satisfacer a todos, ya que esto hacia que regresen y sea el mas solicitado del lugar. 

En la habitación 26, las cosas no estaban nada calmadas. 

Me dan un minuto chicos? voy al baño y regreso, dijo carla 

Los otros dos se dispusieron a quitarse la ropa, recostarse en la cama y comenzar a tocarse a la espera de la mujer, que mas daba, ya estaban allí y por algo era.

Puedes creer que esto este pasando amigo? Porque yo no, dijo Niall jalando su pene rápidamente.

No hermano, la verdad que no. Creí que estaba regalada, te lo dije, pero...los tres? nunca. 

Los gritos de la habitación contigua se oían desde la suya. 

La puerta del baño se abrió lentamente, de allí salía una figura, perfecta. Con las botas aun puestas, una diminuta tanga negra y pechos de erectos pezones se acercaba como un felino en celo. Su cabello rozaba un trasero delicioso, redondo, firme. Un hilo de fluido recorría su pierna. 

Como están mis bebes, dijo Carla acercándose a los muchachos que estaban desesperados.

Por todos los cielos, estas empapada , Liam noto enseguida ese hilo recorrer el cuerpo de su amiga.

Esperen, dejen de tocarse ya. Y párense. Ordeno la mujer

Ambos saltaron de la cama y rodearon a la chica quien tomo sus penes con cada mano y comenzó a masturbarlos agachada entre los dos. Alternaba su lengua en uno y otro, sin dejar de tocar sus vergas , hasta dejarlas a punto del estallido.

DESPEDIDA DE SOLTERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora