♡ : CAPÍTULO III

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Tiempo antes

—Déjame ayudarte, no quiero que te lastimes —Hyunjin, no, mi esposo, me tomó en brazos, sacándome de la silla y con cuidado me ayudó a acostarme en la que sería nuestra cama matrimonial—, voy a buscar tu pijama para que puedas dormir más cómodo.

Asentí, me quité la corbata y la ropa de la parte superior de mi cuerpo.

—¿Puedes ayudarme con los pantalones? —le pregunté—, sólo será por esta noche ya que mañana vendrán la enfermera Choi, ella me ayudará a hacerlo.

Hyunjin me miró serio, como si no estuviera de acuerdo con algo, aún tenía el semblante triste, pero justo antes de entrar al registro civil, él dijo que había tomado su decisión como un hombre; sin embargo, a pesar de ser mejores amigos, nunca me dijo cuáles fueron sus razones para elegir casarse conmigo y dejar a YuQi.

No hubo una gran fiesta, fue algo "familiar". La mayoría de las personas que acudieron fueron los accionistas de las empresas, veían nuestra boda más como un gran negocio. No duró mucho y no hubo beso de felizmente casados.

—Soy tu esposo, a partir de ahora es mi deber quitarte la ropa —bromeo con una sonrisa ladina, nos miramos y después ambos sonreímos por su comentario, me alegraba que después de todo, no había perdido su humor y no me odiaba por lo sucedido, lo que acabó con la tensión del ambiente y pude relajarme. Se acurrucó a mi lado y dormir con un peso extra en la cama se sentía bien.

Me gustaba ser su amigo, Hyunjin era divertido, trataba de hacerme reír y nunca le importo mi condición física, de todas las personas él jamás me vio con lastima, desde el accidente donde perdí la movilidad de mis piernas, siempre vino a verme, fue el único que no me abandonó.

Me senté con dificultad en la cama y moví mi mano por el buró en busca del libro que estaba leyendo las últimas semanas, lo encontré cerca del florero que tenía dos bonitos claveles. Necesitaba leer un poco para poder dormir y esperaba que a Hyunjin no le molestara que la lámpara estuviera encendida.

Como amigos la pasábamos bien, como esposos, bueno no podía considerarlo mi esposo porque no existían actitudes de ese tipo entre nosotros. Sólo éramos mejores amigos.

Una semana después de casados, Hyunjin llegó borracho a casa.

—Se fue Innie —él estaba llorando, ni siquiera podía ponerse de pie, y me frustro no poder ayudarlo a sostenerse o acostarlo a mi lado, yo sólo estaba sentado en la cama viendo televisión, la apagué cuando lo vi llegar—. Ella se fue a China, para siempre, me abandono.

—¿YuQi? —pregunté y asintió.

—Fue a verme a la oficina y me lo dijo, se fue para siempre y se despidió de mí, dijo que jamás quería volver a verme, que la había lastimado mucho y que deseaba que fuera infeliz para siempre.

—¿La viste? —asintió de nuevo, casi cayendo al suelo, por supuesto yo sabía que, aunque Hyunjin se casó conmigo no había dejado de quererla en ningún momento; él vino a mi cuando puso fin a su relación con ella y lloro todo el tiempo hasta que se quedó dormido, sí, estaba casado conmigo, pero lo nuestro no era más que un contrato, lo de ellos era amor. Yo no tenía que molestarme, pero aun así lo estaba.

—¿Estuviste con ella? —pregunte sin saber por qué, sobre todo no quería saber la respuesta, Hyunjin asintió de nuevo y un dolor se instaló en mi estómago—. ¿Te acostaste con ella?

Su respuesta fue afirmativa que me dejo sin palabras, no sabía qué hacer, lo único que sabía es que, si pudiera levantarme de la maldita cama por mí mismo, lo rompería todo y le gritaría muchas cosas feas a mi esposo.

—La amo tanto.

—¡No hagas eso!, ¡o voy a odiarte! —finalmente le dije apretando las sábanas entre mis manos, molesto con él y conmigo mismo por mi actitud—. Te guste o no, te casaste conmigo, pero te acostaste con ella y eso no está bien Hwang. —Él me miró sorprendido

—No estamos casados por amarnos —dijo moviéndose con dificultad por la habitación peleando con su ropa, intentando ponerse el pijama—. No te amo y no me amas.

—¡Y aun así no está bien! —grité enojado—, eres mi esposo y debes respetarme, yo te respeto.

—Es porque no puedes ni siquiera salir de esa cama tu solo —dijo mirándome enojado, pero el que debería estar furioso era yo—. Si no también harías lo mismo, porque no me amas.

—¡No lo haría! —afirme mientras trataba de moverme hasta la silla de ruedas—. Incluso aunque pudiera salir por mi cuenta de esta cama no lo haría —quise demostrarle que no mentía.

Me moví por la cama, con mi mano jale la silla y la coloque cerca para intentar sentarme ella, cuando iba a hacerlo, la silla rodó hacia atrás y caí de la cama golpeándome con fuerza en la cara, los brazos y mi abdomen, si me golpee la parte baja de mi cuerpo, ni siquiera lo sentí.

Eso asustó a Hyunjin, lo puede ver en su mirada aterrada, como el alcohol salía de su sistema por el susto mientras se apresuraba hasta donde yo estaba, se agachó y me ayudo a levantarme y subirme a la cama de nuevo. Me dolió, pero en frente de Hyunjin no quise llorar.

—Perdóname Innie —dijo—, perdóname por todo —el terror y la tristeza en su mirada me hicieron bajar la mirada, no era la primera vez que me caía de la cama mientras intentaba subirme a la silla, habían pasado muchas veces y mis piernas estaban llenas de moretones por los golpes, sin embargo, sí era la primera vez que pasaba frente a Hyunjin.

No dije más, me sentía triste y humillado.

La chica que amaste ❁ HyunInWhere stories live. Discover now