♡ : CAPÍTULO IX

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No sabía que estaba haciendo en las oficinas, aunque nadie podía decir nada de mi presencia porque era también un dueño, realmente nunca me presentaba; al menos que hubiera una reunión muy importante. De lo que sí estaba seguro es que iba a hacer enojar a Hyunjin, intente hacer que eso no me importara y camine hasta la recepción, podía sentir la mirada de muchos empleados, todos ellos mirando mi caminar, miradas de lástima y vergüenza por doquier.

No había mucho que yo pudiera hacer y tampoco podía pedir más de lo que ya tenía, había dejado la maldita silla y pensar en querer más como "el caminar normalmente" era sumamente egoísta de mi parte.

—Joven Yang — saludo la joven secretaria de mi esposo, la muchacha era una mujer bella en todos los sentidos, cabellera larga, rubia, alta, de tez blanca y bien proporcionada, pero nunca tuve celos de ella porque estaba comprometida con un tipo guapo, no más guapo que Hyunjin, pero si buena competencia, ella incluso nos había invitado a su fiesta de compromiso, se veía demasiado feliz; lo que me hizo quitarla de mi lista de mujeres peligrosas—. Tanto tiempo sin verle por aquí, ¿Cómo ha estado?

Sonreí también en respuesta y acomodé mi cabello, estaba nervioso.

—Bastante bien, ¿Mi esposo está en su oficina? —pregunte inmediatamente, porque, aunque la muchacha era agradable no tenía muchas ganas de platicar con ella, prefería ver a mi esposo, asintió sin quitar la sonrisa de su rostro.

—Está trabajando con la señorita YuQi, ¿Quiere que lo anuncie?

Sólo la mención de su nombre me hizo sentir demasiado mal, yo quería a Hyunjin y no podía dejar que alguien me lo quitará, pero ella, YuQi-WooKi podía hacerlo, arrebatármelo en un dos por tres, con sólo chasquear los dedos.

Ignoré a la secretaría y todo lo que estaba diciendo, con pasos rápidos me apresuré a entrar a la oficina de mi esposo y abrir sin tocar. Entonces los vi, ambos reían amistosamente hasta en el momento en el que entré y mi presencia fue notoria.

Hyunjin me miró, con extrañez de que yo estuviera ahí presente, como si fuera los más irreal del mundo, ella sólo sonrió de forma plana.

—Hola Jeongin, no sabía que venías —fue lo que dijo—, supongo que quieres ver a tu esposo, perdona que lo haya acaparado hasta ahora, ¿Llevas mucho tiempo esperando?

—Acabo de llegar —respondí mirando a Hyunjin—. ¿Y qué hacían? —pregunte.

—Revisamos las estadísticas, ¿Quieres unirte? —la ignoré y seguí viendo a Hyunjin, que hasta ahora no había pronunciado ninguna palabra, pero si me estaba asesinando con la mirada, no estaba feliz de verme, eso era obvio. Bien, yo no estaba feliz de verlo cerca de esa mujer, así que ambos estábamos parejos.

—Claro, pero tendrán que explicarme algunas cosas.

—¿YuQi-WooKi puedes dejarnos solos un momento? —pidió Hyunjin, a ella no le quedó de otra más que asentir y tomo sus cosas para retirarse poco a poco con una sonrisa en sus labios rojos, cuando la puerta se cerró mi esposo soltó un largo suspiro—. ¿Estas vigilándome?

—No, por supuesto que no —le dije indignado—, sólo quería verte. ¿Está mal que quiera ver a mi esposo?

—No sé qué pensar, nunca vienes aquí, aunque te lo pida y ahora, ¿Qué quieres que crea Jeongin?, siento que estás acosándome.

—Somos esposos, no tengo por qué acosarte.

—Pues así me siento, debes parar porque siento que me asfixias.

—Es por ella...

—¡Que no es por ella! —gritó sorprendiéndome—, ¡maldita sea Jeongin!, ¡eres tú! —golpeó la mesa con su puño haciéndome saltar.

—Veo que estás de mal humor, mejor me voy— dije queriendo huir, no me sentía seguro de ganar la conversación con lo molesto que se encontraba, probablemente terminaríamos diciéndonos cosas que nos lastiman a ambos.

—No esta vez Jeongin, vamos a hablar, siéntate —ordeno y tuve que obedecer, me senté en el lugar donde estuvo YuQi momentos antes, Hyunjin estaba más enojado de lo normal, mirándome fijamente con el ceño fruncido.

—Quiero el divorcio —dijo y abrí la boca sin saber que decir.

—No, Hyunjinnie no, me quedaré en casa si es lo que quieres, no diré nada, no haré nada que te haga enojar, pero no me pidas el divorcio.

—Jeongin, no confías en mí...

—¡Lo haré! —exclamé aguantándome las lágrimas— ¡pero no me pidas el divorcio!

—No Innie, lo nuestro empezó mal, debemos divorciarnos y...

Me levanté del asiento bastante enojado y azoté un folder que estaba en su escritorio de forma en que este le dio una cachetada en su rostro, luego tomé el estuche de sus lentes y se lo avente también a la cara.

—¡No puedo creer que estés pidiéndome esto!, ¡no voy a perdonarte! —grité sin poder aguantarme las lágrimas.

Salí enojado de su oficina con los gritos de Hyunjin detrás de mí.

—¿La oficina de YuQi? —le pregunté a la secretaría, ella algo asustada señaló una puerta a tres oficinas que la de mi esposo y fui hasta allá.

Entré, ella estaba revisando algunos libros floretes hasta el momento en que me vio.

—¡Es por tu culpa! —grité—, ¡Que Hyunjin no me ame!

La chica que amaste ❁ HyunInWhere stories live. Discover now