¿Híbrido? No está tan mal

Su ropa

Quedé anonadado.
No sabía por dónde empezar.

* ¿Ahora qué? *

- ¿Q-quieres desayunar? – le pregunté rompiendo el silencio

Asintió rápidamente, como si hubiese estado esperando la pregunta

Corrí a la cocina por comida, preparando tostadas con mantequilla, calentando leche y sirviéndola por último.

Era básicamente la misma rutina que la noche anterior, darle comida y verlo comer, pero esta vez con la cabeza más aclarada las dudas me invadían.

* ¿Cómo es que todo esto le pasó? 

¿Por qué estaba abandonado? 

¿Por qué está en tan mal estado? 

¿Hay alguien esperándolo en algún lado? *

No podía decir algunas de las preguntas, era demasiado para soltarlas sin más.

Esperé pacientemente hasta que terminara de comer, lo cual hizo casi al instante, el pobre estaba desnutrido.

Me apresuré a hablar.


- S-Sehun, ¿Tienes alguien a quien recurrir? – pregunté, era la cosa principal que necesitaba saber.

Negó con la cabeza.

Su rostro reflejó algo de tristeza.

Preferí no preguntar nada más, concentrándome en lo más importante.

Necesitaba hacer que se mejore, pues presentaba muchos moretones en los brazos, unos raspones en el cuello y una herida que sangraba en su oreja, aplastando su pelaje con el líquido. Su ropa consistía en un buzo negro y polo plomo, ambos desgastados, conjunto a unas zapatillas, o lo que quedaba de ellas.

- ¿Qué tal si te tomas un baño?

Me quedó mirando durante un largo momento para finalmente asentir lentamente.

Di un pequeño salto, levantándome hasta él, quien retrocedió un poco por mi cercanía. Obviamente todavía no me tenía confianza absoluta.
Le extendí la mano, esperando que aceptara mi ayuda.

Esto era muy raro.

Finalmente se levantó con ayuda mía.

Lo llevé hasta el baño, creía que las cosas empeorarían aún más, sin embargo Sehun sabía a la perfección que era esa "extraña" habitación.

Definitivamente estaba confundido.

La preguntas volvían a mi cabeza.

Cerré la puerta, dejando que pudiera tener privacidad, hasta que me di cuenta de un pequeño detalle.

* ¿¡QUÉ ROPA LE DARÉ!? *

Por un momento quedé preocupado, intentando maquinar un plan.

* ¡¡Espera!! ¡¡Ya sé!!

Por las navidades me mandaron mucha ropa... como varios de mis parientes no me han visto en años mucha no me quedó... ¡Claro!
Eres un genio Xiao Luhan, sabía que debía ignorar los regaños de mi madre y guardarla.

¿Cachivachero? ¡¡Ts!!*

Corrí a mi cuarto, donde hallé la ropa en un rincón del armario.
No podía creer la suerte que tenía, debía haber un conjunto entero ahí, inclusive medias.

Abrí la puerta lentamente, depositando la ropa.

* Espera...

Estoy dejando a un completo extraño entrar a mi ducha...

Le estoy ofreciendo comida...

Le estoy ofreciendo ropa...

Le estoy ofreciendo techo... *

Un escalofrío recorrió mi espalda.
La puerta se abrió, helándome por completo.

Ahí estaba, un chico de tal vez 1.80, vistiendo más que un polo plomo y unos pantalones jean, con unas medias de conejos en sus pies y el cabello mojado cayéndole en la cara, moviendo las orejas y la cola rítmicamente.

* Debes de estar loco Xiao Luhan *

- Gracias – dijo casi en un susurro

Sonreí.

* Sí, lo estoy *