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•No dejes de quererme•

Big se encontraba consolando al pequeño Venice que no había dejado de llorar desde hace un buen rato. Después de que se dio cuenta de que el niño había desaparecido de su vista, lo buscó como loco, en el baño, el cuarto, la cocina, la sala, afligiéndose porque no lo encontraba por ninguna parte.

Se le ocurrió buscar en el cuarto de su padre después de que recordó la insistencia del cachorro por verlo, sin pensarlo camino a paso rápido hacia dicho lugar, pero no tuvo que llegar muy lejos, porque se lo encontró en el pasillo llorando y temblando mientras sollozaba y sorbía su nariz.

Corrió hacia el pequeño y lo abrazo, pues se miraba que necesitaba un abrazo urgentemente, el cachorro recargo su cabeza en el pecho del omega y siguió llorando sin detenerse, de una manera que conmovió al chico, se miraba tan vulnerable y lastimado, no entendía qué había sucedido para que llorara de esa forma.

— N-no lo q-quizo, m-mi dibu-jo... — habló entre hipidos, sollozos que le partirían el alma a cualquiera

— Oh bebé, tranquilo pequeño, debes haber entendido mal, no creo que a tu papi no le haya gustado — mencionó mientras lo cargaba y lo llevaba a la sala.

Venice escondió su cabeza en la curvatura del cuello del omega, sintiendo su aroma a miel, quería mucho a su P' Big, pero admitía que prefería el olor a manzana de su papi, otra cosa que extrañaba de él.

Big sentía como las lágrimas del pequeño mojaban la piel de su cuello, pero no le importó, no quería ver a ese dulce niño llorar en ese estado tan lamentable, hace unos momentos estaba bien, sonreía como lo hacía normalmente, ahora se veía tan lastimado y quebrado.

Le sentó en el sofá, notando que aún mantenía el libro en sus manitas, sentándose a su lado, le acarició el cabello, sintiendo una horrible opresión al ver como no soltaba el libro y limpiaba sus lágrimas, solo para que más se deslizaran por sus sonrosadas mejillas.

Venice quería mucho a Pete, sentía una conexión enorme hacia su padre, y se sentía devastado al pensar que este había dejado de quererlo, porque sí, eso era lo que sentía.

— Quieres decirme lo que ocurrió — mencionó amablemente mientras dirigía su mano a los castaños cabellos del cachorro.

— El m-me glito — mencionó en un susurro doloroso — Y-yo solo quería estal c-con él y dale mi dibu-jo, p-pero el n-no lo q-quiso — su cabeza se mantenía gacha, el libro entre sus piernas con algunas lágrimas sobre la pasta.

Big tomó el libro, lo abrió y saco el dibujo, quiso llorar de tristeza cuando lo vio, porque el mismo fue testigo del amor que le puso cuando lo estaba haciendo, era un detalle sencillo, pero puro y sincero, Venice estaba muy emocionado y ansioso por dárselo a su papi cuando despertara.

— Tíralo P' Big — si su papi no lo quería, no veía razón para seguirlo guardando, pues solo lo hacía recordar la manera tan brusca y cruel en la que su padre lo había rechazado, y al recordarlo dolía más.

— ¿Estás seguro? Te esforzaste tanto haciéndolo — antes que nada quería asegurarse que el cachorro estuviera seguro, pero solo pudo ver como el niño asentía en ningún momento levanto el rostro.

— No lo tires — una tercera voz se escuchó no muy lejos de ellos.

Big se percató que Pete había abandonado la habitación, y ahora estaba a unos pasos de ellos, los ojos del omega estaban rojos e irritados, también noto su cabello despeinado, era la primera vez que veía al castaño estando consciente, y no le parecía una persona mala, seguramente había habido un malentendido.

no me deseches [Vegaspete Adap.]  [En Edición]Where stories live. Discover now