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Te amo Mikey, mi Manjiro, sé feliz, prometeme que lo serás, aún que yo no esté contigo

Fue lo último que logró decir su amado después de haber sido herido por una bala, las únicas palabras que pudo soltar ante él, en sus brazos... Lo único que logra él recordar en ese día donde le arrebataron todo lo que le hacía feliz, donde le arrebataron al amor de su vida, donde le arrebataron sus ganas de vivir.

Y ahora, ahí se encontraba, como todos los días desde que él se fue, todos los días se iba al cementerio y se sentaba en la lápida donde ahora descansaba ya su querido amor, grabándose esas palabras escritas en el cemento.

"Hanagaki Takemichi
25/06/1991
† 03/12/2018 "

No podía evitar llorar, no podía evitar odiarse a tal punto de lastimarse porque simplemente no pudo salvarlo, debió ser él quien recibió eso, no él, no su takemichi, se odia, por no poder protegerlo como se lo prometió el día donde dieron sus votos, no podia, simplemente no podía y no quería, no quería aceptarlo, no quería esta realidad donde él no estuviera, simplemente no quería llegar a su casa y estar de nuevo en el silencio, sin esa voz tan dulce que antes escuchaba..

¡Manjiro! ¡¡Suelta, me vas a tirar!!

Manjiro, te amo, más que a mi vida

Manjiro, ¿vamos al parque?

Manjiro, ya deja de comer tanto, vas a vomitar!!

¿Ya llegaste? ¿Cómo te fue en el trabajo?

Te ves horrible con ese nuevo look, ¿dónde quedaron mis mechitas doradas?

¡Manjiro!

Manjiro...

¿Manjiro?

Te amo, Manjiro...

No, no, simplemente no, ¿cómo lograría olvidarlo? ¿Cómo lograr algo tan imposible? ¿Cómo dejaría de pensar en él? ¿Cómo?

No, no lo lograría, sin él, no era nada ni nadie.

Después de unos minutos llegó a su casa, silencio, era lo único que había, no gritos, no reclamos, no risas, no llamados, nada, simplemente silencio.

Cómo pudo camino y subio las escaleras llegando por fin a su habitación, abrió la puerta y se hecho a su cama, no había comido desde hace días, no se había bañado, no había salido más que al cementerio a verlo sólo unas horas y volver a su casa, esa era su única rutina desde entonces.

Escucho su teléfono vibrar en la mesita de noche que estaba a lado de la cama, no quería contestar, sólo queria dormir, siguió ignorando el celular que parecía no parar de sonar, molesto extendió su mano y lo tomo, como no se había metido a su teléfono vio todos los mensajes que había recibido.

Baji: ¿Mikey? Amigo, ¿donde estás? Queremos verte, estamos preocupados por ti.

Mitsuya: mikey, vamos, contesta, queremos saber cómo estás

Chifuyu: mikey esto no es bueno para ti, vamos, ven con nosotros, te vamos a ayudar

Y así varios mensajes de sus excompañeros y amigos de lo que alguna vez fue la ToMan, hasta que el mensaje de uno de sus hermanos lo hizo abrir un poco más los ojos haciendo que estos empezarán a sacar lágrimas, cada vez más y más.

Shin-nii: no te odies, no es tu culpa, mikey.

Esas palabras lo hicieron romperse nuevamente, aferrándose más a su almohada, lloró, grito, por fin, no lo había hecho en el momento del velorio pues no quería que viesen ese lado débil suyo que sólo takemichi conocía, no aguantaba más, solo quería tenerlo de nuevo quería estar con él, quería vivir más cosas con él, quería vivir junto a él hasta que fuesen viejitos, quería besarlo otra vez, abrazarlo otra vez, tenerlo otra vez con él.

Se levantó de la cama y bajo las escaleras hasta llegar a la puerta, se limpio las lágrimas y se dirigió al edificio más alto del lugar, estaba abandonado...

Corrió lo más rápido que pudo hacía arriba mientras en su mente estaba él, sonriendo, gritando, llorando, acariciándolo, pequeños fragmentos de su vida junto con él estaban, Takemichi de niño mientras se aferraba a su brazo, takemichi adolescente mientras se le declaraba, takemichi besándolo, takemichi en su día más especial de su vida, en su boda... Takemichi, takemichi, takemichi...

Su takemichi...

Llegó, hasta por fin llegar en lo más alto de ese edificio, parado, viendo hacia arriba mientras pensaba que este sería la mejor forma de aliviar su dolor, estar con él, y la imagen de takemichi sonriendo por última vez en sus brazos lo hizo saltar...

Quería verlo, abrazarlo y besarlo y por fin lo haría, por fin estaría con él y para siempre, por fin lo volvería a ver, a su takemichi...

Lo quería volver a ver, aún que sea sólo una vez más...




Holi! Este es el inicio de esta historia, haré mi mayor intento de que salga bien, no habrán partes tristes más que está jaja, pobre Mikey pipipi

Bueno sin más, los dejo, disfruten !

Solo una vez más (Maitake) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora