Solo una vez más (Maitake)

★•especial•★ San Valentín

Y la música comenzo.

Decidió y con su mano en su pecho se acercó a pasos lentos hacia su querido Takemichi que se encontraba al rededor de la bola de sus amigos.

Con algo de nerviosismo pero con mucha fuerza de voluntad se acercó a Takemichi y le hablo.

— ¿Me permites está pieza? — Hablo con la voz mas suave que pudo, con su mano extendida y la tranquila música sonando de fondo hacia que el corazon de takemichi latiera a mil por hora, con duda y algo de nerviosismo acepto la mano de Manjiro.

Lo atrajo lentamente hacia la pista de baile en medio de todos, coloco su mano en el hombro del mayor y con la otra Manjiro la sujetaba, el rubio coloco su otra mano en la cintura del pequeño takemichi y lentamente empezó a moverse al ritmo de la música.

Takemichi por otro lado no sabía cómo se sentía, nunca antes había estado en esta situación, mucho menos con su mejor amigo.

Poco a poco se fue acostumbrado a la cercanía y recostó su cabeza en el pecho de Manjiro, cerrando los ojos y dejándose llevar con el sonido de fondo.

— Eres tan lindo Mitchy — hablo Manjiro mientras colocaba ambas manos en la cintura del menor y este al mismo tiempo colocaba sus manos en el cuello del más alto.

— lo sé — hablo con algo de gracia sacando una leve risa por parte del rubio que solo se limito a abrazarlo un poco más.

La gente fue aumentando en la pista pero para este par no había nadie más que solo ellos.

Manjiro cerro sus ojos tratando de disfrutar al máximo aquel momento tan pacifico que nunca antes había sentido, se sentía tan jodidamente bien, en este momento podía gritarle a los mil vientos que ama profundamente a Hanagaki Takemichi, a todo el mundo, cosa que agregaría luego a su lista de deseos. Se aferró más al pequeño cuerpo de Takemichi y sonrió para si mismo, poco a poco se alejaba de takemichi hasta una distancia donde pudiera ver su rostro por completo, cuando lo logro sonrió.

Era tan jodidamente hermoso, cada facción que llevaba era tan linda y perfecta a sus ojos. Ojos, azules como el mar del pacifico, su vista fue bajando hasta los labios delgados del chico con un tono carmín y una forma tan linda, lentamente fue acercándose hasta quedar a solo unos centímetros y por fin locorto.

Con un tierno y torpe beso, corto la distancia que solo hacia retarlo cada vez más a besarlo, el sabía cómo hacerlo, así que solo se limito a guiar a Takemichi.

Movía lentamente sus labios cambiando de posición y de vez en cuando separando sus labios a una corta distancia para luego volver a besarlo, necesitaban oxígeno y solo quería que el beso durará cada más.

Takemichi por otro lado se sentía tan bien, nunca antes había experimentado nada como esto con una chica y mucho menos con un chico, siempre pensó que su primer beso sería con Hinata Tachibana, la chica que supuestamente le gustaba, pero al parecer solo quiso evitar sus sentimientos pues le tenía miedo al rechazo.

Pero ahora, con Manjiro al frente suyo nunca más se sentiría así, por fin lo supo, siempre estuvo enamorado de Manjiro, de su Manjiro.

Y está era la mejor forma de declarase.

Se separó del beso y aún con el agarre en su cuello hablo.

— Manjiro, te amo.. — hablo para volver a besarlo, por un momento penso que esté estaría sorprendido por tales palabras pero vaya fue la sorpresa que el fue el sorprendido pues solo fue seguido el beso para después ser separado y escuchar un "y yo a ti más".

Sonrió y solo se recostó en el pecho del mayor mientras la canción sonaba.

Cada movimiento era seguido de una que otra acaricia, las risitas no fueron de esperar pues ambos se hacían cosquillas tratando de animar más su ambiente.

Manjiro sabía que takemichi todavía no tenía sus sentimientos claros hacia él lo que lo hacía sentir de alguna forma deprimido, así que solo se limito a disfrutar el momento.

— soy el poste que menos mean — hablo un joven de caballera larga que se encontraba muy distanciado de la pareja que ahora acaba de declararse.

— ¿Que dice baji-san?

— que nadie me ama, míralos, son tan lindo que quiero vomitar de tanto dulce que derraman a su paso — fingió vomitar — Dios, escoges tus peores batallas a tus guerreros tan pendejos.

— Ya Baji-san, algún día encontrará a alguien que le llegue a gustar verdaderamente — hablo con un tono más suave.

— no lo sé, capas y nunca llegué a suceder, en todo caso, Chifuyu, hoy no quiero estar solo, ¿quieres ser mi San Valentín?

Por un lado, el de caballera larga lo hacia por una simple razón.

Le gustaba el chico. Y nunca trato de ser discreto, siempre le hacía, daba algo, era "cordial" a su manera (le decía así cuando no le hacía bromas pesadas al chico) como por ejemplo, fingir su muerte.

Pero le encantaba y de cierta forma sentía envidia de su amigo al ver qué él si tenía y tuvo el valor de declararse a uno de los chicos populares del instituto y que gracias al destino el chico fue correspondido.

Y ese era su miedo, no ser correspondido, de quién estaba enamorado fluía una aura tranquila, amorosa y linda, se sentía sumamente tranquilo con la presencia del chico lo que lo hacía completamente opuesto a el.

Al ofrecerle ser su "Novio" por un día lo sentía como una forma de declaración a su forma.

Con la mano extendida y sus nervios a flote espero que el chico no le correspondiera, se sentía estúpido, pero sus nervios desaparecieron al sentir una mano sumamente cálida y suave en la suya, era muy distinta a comparación de otras personas.

El de orbes verdes no dijo una palabra puesto que su sonrojo y lo apenado que se sentía le impedía imitar una sola palabra de sus labios, así que solo tomo la mano del más alto y se dejó llevar d lo que sea que vaya a hacer su crush.

Baji por otro lado, imitó lo mismo que Manjiro al llevarlo a la pista de baile, no dijeron una sola palabra hasta el final de la canción pero con este acto fue suficiente para poder decir lo que sentían uno por el otro, simplemente era, Amor.