I

1.8K 77 18
                                    

A L O N E

¿Cuándo fue exactamente que todo comenzó? Jimin no tenía la respuesta. ¿Qué era lo que detonaba los síntomas? Jimin se tomó un tiempo para pensarlo. ¿Cuándo se detendría? Eso tampoco pudo responderlo. Lo que si sabía con exactitud es que a menudo le daban ganas de escapar, pero no sabía a donde. Entonces caía en conclusión de que tenía muchos problemas, pero no podía encontrar la solución de ninguno.

- Jimin, ¿Estas escuchando? ¿Eres estúpido o que te pasa? El cliente está esperando hace 10 minutos una respuesta. -

¿"Estúpido"? - S-si lo siento hyung. ¿Sigue afuera?

- Ya te dije que está hace 10 minutos ¿Que te pasa? ¿Por qué actúas así de repente?

Pero Jimin no pudo responder, porque el tampoco sabía que le pasaba. Así que con sus manos temblorosas y sudadas tomó ese par de zapatos que tanto le había costado alcanzar en lo alto de la bodega y salió a buscar al cliente que lo esperaba algo... bueno furioso es lo que más se le asemejaba.

- Disculpe señor le prometo que no volverá a suceder - haciendo una reverencia le entrego el calzado y recibió el que le había vendido por error unas horas antes

- Entonces agradece que no llamé a tu jefe, con tu maldita lentitud me hiciste perder tiempo demás - Jimin no pudo evitar fijar su vista en el suelo y sentirse avergonzado

- ¿QUE NO ME ESCUCHASTE MALDITO MOCOSO? ¡HE DICHO QUE ME AGRADEZCAS!

Entonces haciéndole una reverencia él le agradeció.

- Oye, ¿Acaso no tienes personalidad? ¿Por qué dejas que te traten así?

- Ya acabó mi turno hyung, ¿Puedo ir a casa? -

- Yo no soy tu jefe, si tu turno acaba entonces te vas. Ya llevas un mes aquí y aún no entiendes nada dios - ¿Aun no entiendo nada? pensó Jimin, no es que no supiera las reglas del trabajo solo quería asegurarse de no tener ningún tipo de problema con su jefe. No quería perder la única fuente de ingreso seguro en su hogar.

- Está bien Jackson hyung entonces me iré a casa. Que tengas una linda tarde hyung- Haciéndole una reverencia y mostrándole una linda sonrisa a Jackson, Jimin tomó sus cosas y haciendo caso omiso a las burlas de sus compañeros paso por allí haciendo como si no los hubiese visto para evitar despedirse de ellos.

Hacía un mes que entró a ese trabajo. Decir que le encantaba trabajar vendiendo distintos tipos de calzados, con clientes que en la mayoría no tenían paciencia y en un centro comercial que solía llenarse bastante de gente en las tardes, sería una gran mentira. Jimin siempre ha odiado tener contacto con tanta gente, en el colegio jamás pudo hacer amigos. Algo tenía que le molestaba a las personas, pero él no sabía exactamente que era. Eso hizo que le diera miedo socializar tan fácil, le avergonzaba hablar con extraños y eso le dificultaba más a la hora de atender clientes. Se ponía muy nervioso cuando llegaban muchas personas a la vez preguntando por distintos precios y modelos. Agradecía que Jackson le pudo enseñar como se distribuía la bodega ya que su mayor miedo era escalar esas altas repisas para buscar tallas. Aun que Jackson hyung era algo extraño, el creía que era parte de su personalidad por ende no se le debe cuestionar, sino conocer.

Esa tarde decidió que caminaría a casa, no tenía energía para tomar locomoción. Era hora punta así es que el metro seguramente iría lleno y de solo pensarlo le sofocaba. Eran pocas las veces donde Jimin disfrutaba caminar solo, casi siempre tenía una preocupación en mente. ¿Alguien me estará siguiendo? ¿Por qué me miran así? ¿Alcanzare a llegar a casa? ¿estará abierta la tienda para comprar algo para la cena? ¿Kero se habrá escapado? En cuanto pensó lo último supo que fue estúpido creer que caminar sería una buena idea, sus manos comenzaron a temblar, el pulso se le disparo y todo comenzó otra vez. Ya le había sucedido antes, con una respiración profunda se le quitaba, a veces lloraba para que esa presión en el pecho disminuyera, pero la angustia jamás se iba.

Al llegar a casa subió las escaleras rápidamente y cuando vio al gatito en su cama una sensación de alivio le recorrió el cuerpo. Entonces agitado saltó sobre él y lo apretó en un abrazo.

- Kero, ¿Por qué siempre pienso que no estarás? Me asustas gato tonto - El minino sintiéndose sofocado se escapó de su agarre y con la cola en alto bajó a su plato de comida

- ¿Enserio? ¿No puedes darme cariñito? ¿Ni un poquito? - Haciendo un puchero lo miró comer, como si aquel gatito le pudiese entender. Como si Kero pudiese darle un abrazo. Como si el necesitara un abrazo. ¿Lo necesitaba? Su abuelo daba muy buenos abrazos.

Entonces Jimin se sintió solo, y antes de romper a llorar se dirigió al baño para cepillarse los dientes y descansar, pero su sorpresa fue mayor cuando se vio al espejo y notó como su cara estaba enrojecida y sus ojos hinchados. ¿Había llorado? ¿Pero en qué momento? Claro que había llorado, Jimin odiaba estar solo, tenía ganas de hacer amigos y de salir a fiestas. Quería reírse con gente de su edad y hacer experiencias nuevas. Luego de cepillarse los dientes se recostó en su cama prometiendo que solo descansaría un poco los pies, al poco tiempo el minino buscando calor se acurrucó con el rubio y ambos sin darse cuenta se quedaron dormidos.

 Luego de cepillarse los dientes se recostó en su cama prometiendo que solo descansaría un poco los pies, al poco tiempo el minino buscando calor se acurrucó con el rubio y ambos sin darse cuenta se quedaron dormidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


A L O N E ~ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora