XXXV

405 46 16
                                    



Las gotas de sudor corrían por la tonificada espalda del pelinegro. Cada vez que tiraba de la barra hacía que sus musculos se tensaran volviendolos mas notorios.

Jimin solo podía pasar su lengua por sus labios, humedeciendolos, mordiendo su labio inferior a la vez que apretaba sus muslos.

Nunca había visto a Jungkook ejetcitandose, pero ahora no quería dejar de mirarlo.

Verlo levantar peso a torso desnudo, sudado, dandole una vista completa de su musculosa espalda solo hacía que Jimin comenzara a sentirse algo extraño... un calor comenzaba a recorrerle el cuerpo situandose entre sus gruesos muslos.

Se acercó a él, delineando sus hombros con la yema de sus dedos, bajó hasta su cuello olisqueando su sudor y se atrevió a dejar una pequeña lamida.

Sonrió con picardía, se sentía travieso. Jamás había tomado la iniciativa con Jungkook de esta forma y hacerlo le causaba un cosquilleo de diversión en el estómago.

- ¿Que haces? - le habló el más alto con voz ronca.

- ¿Yo? - preguntó fingiendo ignorancia.

- Usted.

-Nada.

- Mmh - ronroneó Jungkook antes de tomarle un brazo y tirar de él haciendo que quedara sobre sus piernas.

Jungkook lo veia con una sonrisa cerrada y ojos oscuros.

Un ruido se escuchó.

Una nalgada.

- Auch - susurró Jimin coqueto.

- Es malo mentir, Jimin-ah.

- Entonces castigame - respondió mordiendo su labio inferior evitando dejar escapar una sonrisa traviesa de sus labios.

- ¿Por que me mientes, Jimin? Dijiste que me querías. - la mirada de Jungkook habia cambiado por completo.

- ¿Que? - preguntó confuso.

- A las personas que quieres no se les miente, Jimin. ¿Por que me haces daño? ¡¿Por que me mientes?! - Jungkook estaba llorando.

- J-Jungkook, no - tan pronto como quiso tocar su rostro, pasó de estar sentado sobre él a estar parado frente a frente. Una especie de humo oscuro comenzó a aparecer por detrás del cuerpo de Jungkook y poco a poco lo iba absorviendo.

- ¡Ayúdame Jimin! - fue lo último que logró oír antes de que su Jungkook desapareciera por completo.

Fue entonces que despertó.

Abrió los ojos de golpe tratando de recomponer su respiración agitada. Todo le daba vueltas, su cabeza dolía tanto que sentía que podría explotar.

Pestañeó un par de veces para poder mejorar su visión borrosa y lo primero que vio fue el rostro de su madre observandolo de cerca, con ojos oscuros y muy abiertos, la sonrisa de su rostro era tan perturbadora que Jimin sintió escalofríos.

- ¿Estabas soñando algo bonito? – preguntó sin dejar de sonreír, su aliento apestaba. – Te veías tan bonito durmiendo, como un niño pequeño – la mujer puso sus brazos como si estuviera cargando a un bebé – recuerdo cuando te mecía en mis brazos y te hacia dormir, siempre fuiste tan inquieto de pequeño ¿Qué te pasó? Aaah, no, ya recuerdo que fue – su madre pareció recordar algo gracioso puesto que al cerrar sus ojos comenzó a reír a carcajadas. Su diversión era tanta que llevó sus manos a su estómago riendo descontroladamente.

A L O N E ~ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora