______ Seymour
Después de todo, me sentía libre con mi cabello alborotado y el viento en mi cuerpo; olvidando todo lo que había pasado anteriormente. Solo enfocada en mí. Mis ojos se cierran y disfruto del aire libre, hace mucho que no había podido disfrutarlo así. Quizás sea una de las pocas veces que lo haga.
Casi caigo al suelo de la forgoneta por lo rápido que había frenado. Mi ceño se frunce mientras miro a los demás, pidiendo una explicación pero nadie me la da. Miro a el soldado que se encontraba a mi lado, y decido dejar mis dudas de lado.
— ¿Sucedió algo? — pregunto, curiosa.
No me mira y no mantiene ninguna explicación. Estaba apunto de reclamar el por qué hicieron aquello y, también por qué dejaron de conducir para frenar. Pero se me quitan las dudas cuando veo a los soldados que no había visto en frente nuestros, con sud camionetas.
Bajan algunos soldados buscando algo o alguien en sí. Se acercan rápidamente a nuestra camioneta, dirigiéndose al soldado al lado mío.
— ¿Ella está aquí? — asiente y me señala.
Entro en pánico al ver que me querían. Abro mis ojos pensando en que podría ser y mis nervios aparecen así como el sudor en mis manos y pies.
Tardo tanto en reaccionar que no me había dado cuenta que me estaban hablando.
— ¿______ Seymour? — se dirige a mí está vez, asiento aún en shock y vuelve a hablar.
— Necesito que venga con nosotros. Por favor, bajese por su propia voluntad o usaremos a la fuerza.
— ¿Qué? ¿Por qué me quieren llevar? — les miro enojada esta vez, no podía ser débil ante ellos ni una vez.
— Se lo explicaremos más tarde. Ahora necesito que venga — sin rechistar más me bajo, pero no avanzo.
Miro a Eun-yoo, la cuál me mira un tanto preocupada como molesta por mi acción. Los niños se levantan de su lugar para acercarse a mí, pero no se bajan.
— ¿Qué pasará con ellos? — abrazo a ambos niños que solo se aferran a mí.
— Ellos se irán a un albergue de refugiados. Estarán bien — parecía molesto por mi insistencia.
— Solo... deje despedirme de ellos — me subo y abrazo a ambos niños, no podía despedirme bien, sino me dolería demasiado.
— Cuidenlos, por favor. También a Manchas — doy una sonrisa cerrada, tal vez no volvería o quién sabe que me quisieran hacer.
— ¿Estarás bien? — Eun-yoo toma mi suéter aferrándose a este.
— Estaré bien. Cuídense. Espero nos volvamos a ver — doy un fuerte suspiro y me bajo.
Arranca inmediatamente al momento que mis pies tocan el suelo. No volteo y miro a los soldados frente a mí.
— Ahora sí, ¿podrían explicarme qué está pasando? — me cruzo de brazos.
— Suba al auto y le explicaremos — solo asiento y me dedico a subir.
[....]
Varias camionetas militares nos rodeaban, cómo si estuvieran protegiendo algo sagrado. Aún no me dicen nada de lo que les pregunté, ni me han resuelto mis dudas. Lo mejor que puedo hacer es estar callada.
No sé ni a dónde vamos, sin duda no debí confiar en personas que llegan así de la nada. Tal vez podrían ser personas malas las cuales querían llevarse a alguien por qué sí, o solo son soldados que quieren información de mí acerca de Hyun-soo.
