______ Seymour
— No lo sé. No me gusta dejarlas solas — caminé con la cabeza en el piso.
— ¿Hmh? ¿Por qué? — preguntó.
— Sabes que tienen diferencias. El cómo Yi-kyeong la trata así, ni siquiera nosotros lo hicimos. He hablado con ella y me ha dicho lo que sabe de cómo piensa su mamá sobre ella. Creo que debería ir con ellas — mordí mi labio inferior.
— ¿Te acompaño? — negué.
— Está bien — sabía que aunque no me acompañara, me seguiría.
Es muy sobreprotector conmigo.
Salí de escena dándole una pequeña sonrisa, él también me la devolvió. Caminé y caminé hasta que se había hecho noche, aunque no era mucho comparado que cuando me separé de Soo ya estaba anocheciendo. Llegué a dónde se encontraba Yi-kyeong y su hija pero el yate estaba en llamas.
Corrí rápidamente a ello pero era demasiado tarde, no logré ver a ninguna de las dos ahí. Tuve la mínima esperanza de que en la mañana volvieran y lo explicaran, así que decidí pasear por ahí en lo que ellas volvían. Caminé sin rumbo por un buen rato, hasta que logré ver a la niña, ella se encontraba siguiendo alguien, por lo que la seguí.
Abrí mis ojos en grande y un suspiro de sorpresa. Era Eun-yoo, era ella. Mi alegría subió tanto que casi soltaba un chillido y estaba por abrazarla de no ser por las palabras de la menor.
— No te atacará — se acercó más a Eun-yoo.
— Busco a Yi-kyeong. Sabes dónde está, ¿no? Necesito verla
— Mi mamá... La gente... Todos son malos — fruncí mi seño y me acerqué a ellas.
¿Acaso yo era mala?
Sabía que la niña podría ser a veces mala, o bueno, no tanto pero era rencorosa en sí. Me lo había contado tantas veces el cómo pensaba su mamá de ella que incluso a veces yo también le tenía rencor a Yi-kyeong. Es por eso que me acerqué, tal vez estaban tan concentradas en sí mismas que no me miraban en lo absoluto. Podría decirse que estaba en una distancia en la que me podría acercar a ellas por cualquier cosa.
— ¿"Mamá"? — susurró débilmente.
— Eres como ellos — ví como se acercó a Lee, me acerqué a detener las cosas.
Empujé un poco a Eun-yoo para que en su lugar estuviera yo, no quería una pelea entre ellas dos o una disputa. Creí que detendría eso pero solo sentí sus manos en mis hombros y cómo me empujaba con facilidad al vacío que había detrás de mí.
Dí un pequeño grito tratando de aferrarme a algo en un intento inútil de salvarve pero sabía que no era así, tal vez morirá. La última cara que podría haber visto era la de la niña, con su cara de preocupación y su fallido intento de salvarme.
Cerré los ojos esperando mi destino. Creo que fue lo mejor caer yo que Eun-yoo. Al final de todo mi vida terminaría rápida y no como un monstruo o con una muerte dolorosa.
Solo sentía mi cuerpo caer al vacío y el aire dándome en la espalda. Mi corazón latiendo rápidamente y mi respiración agitada esperando que no me torture más este vacío y me deje caer en una muerte rápida.
