Con ellos sí, contigo jamás.

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''¡Vaya! Me encontre una pequeña belleza ¿Qué haces tan solita por estos lugares?''

Soo Youngmi se congeló al escuchar esa tosca y seca voz.

Ella se dio la vuelta con estupefacción y miró con desconcierto a los dos hombres que estaban detras de ella.

Ambos eran altos y estaban vestidos con un conjunto de cuero de dos piezas, botas militares y un gorro que cubría toda su cabeza, dejando orificios solo para los ojos, boca y nariz

''¿Me hablas a mí?'' se señalo a si misma con incredulidad.

No es que no se creía una belleza, porque lo era. Lo que pasaba es que no podía creer que unos gangsters se atrevieran a molestar a la hija mimada y adorada de los Soo.

En el libro se decía que todos temblaban al verla y escondían sus manos tras su espalda para evitar tocarla y ofenderla por error. Pues sabían muy bien que poner siquiera un dedo sobre Soo Youngmi era igual a invocar a toda la familia Soo. Lo que era igual a enfrentarse contra un despiadado padre Soo que rompería todos sus huesos, una feroz madre Soo que dejaría en ruinas todas sus empresas o negocios y unos furiosos hermanos que se encargarían de destruir todas sus propiedades.

Por ello, ella estaba confundida y no podía evitar pensar que los dos hombres que tenía en frente no estaban del todo cuerdos o también podría ser que ya no querían vivir....ahora que pensándolo bien, tal vez no sabían quien era, podía deducir eso por el aspecto extranjero que tenían.

''Claro ¿Hay alguna belleza más en este lugar...solitario?'' Dijo enfatizando la palabra ''solitario'' ,para después acercarse a ella y poner una  mano, cubierta con un guante negro, en el hombro de la mujer.

El segundo hombre no se quedó atrás y empezó a jugar con un mechón del   cabello de Soo Youngmi ''Y bien, pequeña belleza ¿No tienes miedo de estar sola? ¿Qué tal si te acompañamos?''

''No gracias'' dijo con molestia, mientras los miraba con el ceño fruncido, después apartó las dos sucias manos de ella.

''Oh, la pequeña belleza se enojo...'' dijo en un tono burlón el primer hombre.

''Ja, tienes razón. La gatita sacó las garras'' el segundo hombre hizo un ademán, para después volver a acercarse y pasar su brazo por la espalda de Soo Youngmi, poniendo su mano en el hombro de la mujer.

Esto causo la molestia de Soo Youngmi, que inmediatamente sintió aversión y trato de liberarse.

''¡Sueltame animal!'' ella gritó y empezó a protestar ''¡¿Qué crees que haces?! ¡¿No sabes quién soy?!'' ella con un tirón quitó la mano de su hombro y trató de avanzar hacia adelante, pero ni bien dio dos pasos unos fuertes brazos rodearon su cuello.

''Tranquila pequeña, solo nos divertiremos un rato, será agradable verás que te gustará'' dijo en un tono juguetón el segundo hombre.

Al sentirse asfixiada Soo Youngmi recordó todas las técnicas que había aprendido en el campo militar, por lo que sus ojos brillaron con entusiasmo.
¡Su momento ha llegado!

''Soo Youngmi sonrío malevolamente antes de girar sus cabeza y mirar de manera amenazante al hombre que tenía detrás ''Sueltame o...'' su tono de voz se volvió más grave y sus ojos se oscurecieron ''asume las consecuencias''

Al instante ambos hombres estallaron en carcajadas ¿Asumir las consecuencias? ¡Ja, que broma! ¿Qué podía hacer la pequeña mujer?

''¿Asumir las consecuencias? Ja,ja bien lo haré'' se burló el hombre y aflojo su agarre ''¿Qué puede hacer la pequeña...''

''Bien...tú lo pediste'' ella estaba ansiosa por lo que no espero que este terminará su oración.

Al siguiente segundo ella puso sus manos en los brazos del hombre y avanzó unos pasos.

EL ARTE DE SER VILLANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora