Jisung y Minho eran dos chicos que se conocieron en primaria con solo 8 años, con el tiempo y mientras las hormonas provocaban caos en sus cuerpos, les fue imposible no sentirse atraido el uno por el otro. Terminados sus estudios y luego de su gradu...
[Escribi parte de este cap escuchando Must Be Nice de One Pact <3]
-Americanoo..- Tarareaba mientras caminaban en una tarde de sabado por las calles de la ciudad. Jeongin se dedicaba a admirar el perfil de su mayor. Ahora ambos con 16 años sus razgos se habian vuelto más marcados. Ambos tenian un buen interes en la moda y el arte en diferentes partes; a Hyunjin le gustaba pintar y la fotografia, y a Jeongin cantar y tocar piano.
-Sigo sin creer que antes mediamos lo mismo, ahora eres una jirafa- Puchereó tomando de su café helado.
-Aww, eres un bebe pequeño y adorable- Alargó la ultima frase tomando por las mejillas a Jeongin y desordenando toda su cara con ternura.
-¡Ahhg, quitate ya!- Se quejó entre risas compartidas. La gente a sus alrededores, que no era mucha ya que el sol se estaba poniendo por el horizonte, los miraba con ternura, como dos niños a pesar de los tiempos dificiles que podian pasar los adultos, tenian ese toque de inocencia.
Caminaron por un rato, ambos terminando sus bebidas, con sus hombros rozando a cada paso y sus labios curvados en una sonrisa. Hyunjin desde el primer momento que vio al pequeño y timido Jeongin parado en la puerta de su casa, creyó que era un angel, como un mandado de dios a cuidarlo o simplemente admirar su belleza, no lo sabia. Estonces, cuando comenzo a asistir a su escuela no perdio el tiempo y se acerco a él, tan radiante como siempre, con sus mejillas abultadas y su piel palida como porcelada. "Eres muy lindo, Jeonginnie". Palabras que siempre repetia sin un profundo significado, solo con la inocencia de la verdad.
Por otro lado, la manera de Jeongin al ver a Hyunjin, era la de una distraccion, y no mala, claro que no. La distraccion del mundo, del saber que probablemente sus padres lo abandonaron, de la carga que era para sus abuelos, de que estos envejescan y no pudiesen cuidar de él como antes. Todos esos malos pensamientos y feos recuerdos, eran opacados con la brillante y juguetona sonrisa que el mayor poseia. Con sus juegos y bromas tontas, con sus miradas complices, con sus roces logrando sonrojarse.
Ambos se amaban de una manera pura e inocente, de una manera extinta en la sociedad actual y despreciada por el dolor de la mentira.
Ya el manto oscuro de la noche había caido sobre sus cabezas acompañado de una brisa algo fria, fue cuando se sentaron en los columpios de un parque cerca de sus casas. Hyunjin se impulsaba con rapidez mientras reia, por otro lado Jeongin solo se balanceaba un poco mirando el cielo estrellado.
-La luna esta hermosa hoy, ¿no crees?- Dijo en un tono bajo, pero lo suficiente para que el contrario escuchara.
-¿Eh? ¿La luna?- Se detuvó mirando el astro en el cielo.
-A veces...la luna supo acompañarme en mis peores momentos...ella es linda- Hyunjin bajo la mirada, cayendo directamente en los ojos de zorro brillantes que Jeongin poseia y siempre admiraba. Sin saberlo en su estomago sintió un cosquilleo extraño que no habia sentido con ninguna otra persona. Entonces de su boca salieron palabras sin tener que pensar mucho en el efecto que harían.
-Ahora puedo descansar en paz...-Susurró, fue su mala suerte que Jeongin no logro comprender -Innie, incluso si no estoy ahí, sabes que puedes hablar conmigo...en sus peores momentos- Le tomó de la mano con sutileza, la cual mantenía agarrada a la cadena del columpio.
-No quiero abrumarte...-Respondió por lo bajo con una sonrisa que apenas mostraba sus dientes, sintiendo un igual cosquilleo al sentir el calor de la mano ajena.
-Baby Innie...-Ese apodo en ese momento sonaba diferente, más intimo, más especial, más...suyo. Sus miradas chocaron creando miles de emociones, sintiendo que nada fuera de ellos existia en ese momento, el latir de sus corazones en sincronia les alertaba de algo desconocido -A veces, quisiera poder mantenerte a mi lado, alejado de todos aquellos que te hacen mal, aquellos que te hieren, cuidar tu corazon, mente y cuerpo, para que nadie pueda dañarte nunca más. Mantenerte en una caja de cristal seria egoista, pero si lo tuviese que hacer, yo haria todo por ti...-Penso minimamente sus palabras -...Porque te amo, Jeongin-
Te amo...
Simples palabras para describir emociones tan fuertes, para transmitir apoyo y calides, para expresar...Todo y a la vez, tan poco.
Ambos chicos volvieron a casa, dados timidamente de la mano, como tantas otras veces lo habían hecho, pero ahora ese agarre era afianzado con un sentimiento mucho más fuerte que el de la ultima vez. Ambos con una tierna sonrisa plasmada en la cara acompañado de unas mejillas que parecian nunca dejar de hervir a rojo vivo.
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Hyunjin se dio vuelta, extendiendo su brazo esperando topar el cuerpo de Jeongin, que para su sorpresa no fue así. Con dificultad, dado que estaba profundamente dormido, intento enfocar con sus ojos la oscura habitacion, encontrandose con tanto buscaba sentado en el suelo con una carta en sus manos y sus ojos levemente llorosos.
-¿Innie?- Susurró con voz ronca rascando uno de sus ojos.
-Jinnie... ¿Soy un mal hijo?- Preguntó con la voz rota, alarmando al mayor y haciendo que se levantara y se posicionara a su lado. Jeongin lloraba moriendo su labio, al parecer llevaba rato asi para no hacer algun ruido que lo despertara, él siempre tendia a guardar sus emociones al creer que solo podría con sus problemas.
-Claro que no, eres el mejor chico que eh conocido, educado y agradecido con tus mayores, ¿Como podrias serlo?- Le tomó de las mejillas con un rostro de confusion.
-Mis padres me abandonaron, tal vez no me querian y me dejaron con mis abuelos- Lloriqueó rompiendo el corazon de Hwang. Se limitó a abrazarlo, dandole consuelo y calor, o simplemente compañia para que pudiera llorar en sus brazos. Hyunjin sabia que Jeongin vivia con sus abuelos y por lo que sabia nunca llegó a conocer a sus padres más allá de las fotos, a veces queria preguntar que habia pasado, pero en ese momento comprendía que ni el menor sabia porque sus padres no estaban en casa.
-De seguro hay una razón para todo...- Lo escuchó sorber su nariz y apartarse con cuidado. Aun con la carta entre sus manos, se la tendió.
-La encontre en uno de los cajones de Apa Chan...- Hyunjin tomo entre sus dedos el papel, algo viejo tal vez por haber estado guardado tantos años, tenia un pequeño lazo color rojo y tenia una inscripcion con una letra cursiva en negro.
-Querido Jeonginnie...- Leyó
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wiii, actualizacion al fin, solo quedan como dos caps y acaba wiiii
