Capítulo 24

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Samantha

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Samantha

Ha pasado más de media hora y Hades no ha subido, ¿Se habrá ido?, no claro que no, dejó el resto de su ropa aquí, tal vez se perdió.

Tomo mi bata decidida a buscar a Hades, pero me encuentro afuera de la puerta a Sawyer quien se alegra de verme:

-Hola hermosa, ¿Dónde te metiste ayer? - le pregunto feliz, sabiendo que obviamente no me responderá.

- ¿No viste a un hombre extraño para ti? - le pregunto cuando estamos bajando las escaleras, no me sorprende no ver algunas veces a Sawyer ya que la casa es muy grande y ella usualmente le gusta pasar tiempo en el patio.

¿Por qué le sigo hablando a Sawyer? 

Decido buscarlo primero en la cocina, pero al entrar quedo paralizada con la escena, está Hades, Andrey y Talila, todos se están viendo fijamente con la mirada seria y ninguno se ve feliz de estar aquí.

- ¿Interrumpo algo? - les pregunto para llamar la atención y en cuanto lo haga los tres voltean a verme sorprendidos, bueno Andrey y Talila sorprendidos y Hades aliviado, pero no puedo decir nada más cuando Lil me saca a empujones de la cocina para preguntarme:

- ¿Ese hombre te hizo daño? - pregunta sorprendida.

- ¿Qué?, no claro que no, ¿Por qué preguntas?

-Samantha tienes la marca de una mano envolviendo tu garganta - exclama entre graciosa y más sorprendida.

E inmediatamente siento palidecer, no pude verme en el espejo por salir corriendo a buscar a Hades, el idiota otra vez dejo marcas.

-Ya no eres virgen - exclama feliz Talila mientras da saltitos.

-Vete al carajo Talila, yo no era virgen -le digo molesta por su tontería, ella sabe que no lo era.

-Sí, pero ya sabes... después de un tiempo se regenera eso - señala hacia abajo graciosa.

Ni siquiera le respondo cuando paso al lado de ella y entro de nuevo a la cocina:

- ¿Qué carajos pasa aquí? - exclamo esta vez molesta, asustando a Andrey y sorprendiendo a Hades.

-Ah bueno Sam... ya sabes nosotros solo tratábamos de protegerte - balbucea Andrey - ¿Sí sabias que él estaba aquí?

-Claro que sí, yo meto a mi casa a quien quiera- le exclamo molesta -A excepción de ti claro.

-Oye - exclaman Talila y Andrey ofendidos.

-Solo váyanse de aquí - les ordeno señalando la puerta sin verlos.

- ¿Y tú por qué no volviste? - pregunto mirándolo un poco molesta.

- ¿Qué? - exclama poniéndose de pie -Esos locos no me dejaron, no sabía que vivías con ellos.

-Solo con Talila.

-Eso explica más – menciona con un gesto raro en la cara – ¿Iras a trabajar hoy?

-No, pero tengo que hacer algo hoy.

-Bien, me tengo que ir, ¿Te veo luego? - pregunta colocando un mechón detrás de mi oreja.

-Sí, te escribo luego.

-No me hagas esperar mucho, Samantha - dice soltando una sonrisa.

-No lo hare - respondo algo hipnotizada por esa sonrisa, sin embargo, ninguno de los dos comenta nada sobre la razón por la cual salió corriendo de la habitación.

Después de que se fuera Hades, me dispuse a cambiarme para visitar a Simons; tengo dos días para la junta y aún no tengo un socio, tendré que ir a decirle la verdad, tal vez se apiade de mí y logre conseguir más tiempo.

- ¿A dónde nos dirigimos señorita? - pregunta John cuando bajo lista para salir.

-Esta vez conduciré John, puedes seguirme; tomare el Bugatti - necesito pensar un poco y el conducir siempre me ha ayudado un poco.

-Como usted ordene.

No es que maneje mucho, tengo a John quien me lleva siempre, así tengo tiempo de trabajar un poco en el auto, pero en cuanto vi esta belleza supe que tenía que comprarla, vale también otras seis bellezas que no uso muy seguido, pero este es el Bugatti Chiron Sport, no pude detenerme y sí, lo tengo en rojo.

Tardé aproximadamente una media hora llegar a la casa de Simons con John siguiéndome, hace mucho que no lo visito, pero por lo mismo, su casa está en las afueras, no solo su personalidad es errática tenía que serlo su localidad también. Es una hermosa casa, de gran propiedad igual que la mía, solo que la mía es más estilo moderno y la de él es más rural, con un enorme jardín y muchos establos, Simons adora a los caballos y por lo que veo la jardinería también ya que está plantando unos girasoles en el jardín delantero, aún no me ha visto por lo que los guardias detrás de la reja salen para dejarme entrar, imagino que ya les había dado la orden de dejarme entrar.

Después de parquear el auto dejando atrás a John, voy directo a donde está Simons quien me está esperando con una sonrisa mientras se quita los guantes de jardinería:

-Hermosa Samantha, me alegro de que decidieras visitarme - saluda dándome un abrazo cálido.

-Lo mismo digo - le devuelvo el abrazo con una sonrisa por su afecto.

-Vamos al corral a hablar, hace mucho que no ves los caballos - menciona cuando ya se dispuso a caminar hacia ellos.

Al llegar Simons se apoya en la cerca observando a los caballos que están tranquilos comiendo césped, puedo entender porque se siente en paz estando lejos de todo, sin embargo, estar solo debe sentirse horrible, yo por lo menos tengo a Talila viviendo conmigo.

- ¿De qué querías hablar? - pregunta con una sonrisa cálida mientras sigue viendo a los caballos.

-Te mentí ayer, no tengo el socio aún - le confieso derrotada y decepcionada por mí.

-Lo sé - contesta con la misma sonrisa acogedora y algo contagiosa que por alguna razón logra tranquilizarme y aun así sigue sin verme.

Estaba a punto de preguntarle cómo sabia cuando me interrumpió preguntando:

- ¿Recuerdas lo primero que te dije cuando te empecé a enseñarte sobre el arte de la doma clásica? - sí, él me enseñó todo sobre la doma y equitación y se lo agradeceré toda mi vida, es hermoso.

- "Si aprendes a controlar a un caballo rebelde..."

- "Podrás controlar a cualquier persona" - termina la frase mirándome por fin, con una paz que es difícil de mantener el contacto visual incluso – Freeman es un caballo rebelde Samantha, sabes lo que debes hacer, aprendiste rápido y del mejor maestro, sé que pensaras en algo.

-No sé qué debo hacer - le confieso apenada.

- ¿Recuerdas a Lucius?

- ¿Lucius?, sí claro, fue el caballo que más me costó dominarlo.

- ¿Recuerdas lo que hiciste para que se dejara dominar? - pregunta con una ceja alzada y lo entendí.

-Le hice creer que él tenía el control - le respondo recordando todo lo que tuve que pasar por ese caballo rebelde y aun así siempre fue mi favorito.

-Así es, de nada te servirá que aplaces la junta o que trates de convencer a los demás de no meter a otro socio porque Freeman buscara otra forma de hacerte sufrir, mejor sigue su idea y hazle creer que él va ganando Samantha.

-Pero aún no tengo ni siquiera a un prospecto para socio, que aparte sea mi aliado.

-Estoy seguro de que encontraras a alguien - asegura con una sonrisa mientras camina hacia la entrada del corral- ¿Quieres ver a Lucius?

-Por supuesto - acepto sonriéndole, pero en lo único que pienso es, ¿Qué hare?

1.0 Aguas Obscuras (Saga Elementos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora