¿Harías lo que fuera por llegar a la cima?
Yo lo hice, no estoy orgullosa, cualquier persona me juzgaría al saberlo, pero no me arrepiento ... sin embargo, cuando estás arriba te conviertes en alguien diferente, en alguien que muy pocas personas pu...
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Samantha
Voy subiendo en el ascensor de la empresa de Hades, ya que hace media hora me llamó diciendo que el contrato ya estaba listo; debió decirles a los de recepción que me dejaran pasar porque esta vez no me detuvieron, la otra vez fue todo un problema.
Al salir me encuentro con la asistente de Hades la cual no tiene ningún gesto en su cara, parece Merlina, sin embargo, amablemente me dice:
-Puede esperar en la oficina del señor Petrov, él ahora se encuentra en una reunión, pero pronto saldrá señorita Palmer.
-Está bien, gracias - comento cuando abre la puerta para que entre y seguidamente la cierra.
La oficina de Hades seguía igual a la última vez que estuve, ósea tan solo unos días; tiene un gran ventanal con una gran vista igual que mi oficina, recuerdo cuando buscaba edificios para la central de la empresa y quería que mi oficina estuviera en el último piso con una gran vista, solo porque sabía que los grandes empresarios las tenían y ahora que la tengo casi no puedo disfrutarla, me paso casi todo el día en esa oficina frente a mi laptop o frente a un gran bulto de papeles; a veces las cosas que deseaste no es como creías que serian. Hubiera seguido recordando aquellos días en donde tan solo era una cría si no me hubiera interrumpido una voz escandalosa al abrirse la puerta sin tocar:
-Aquí está lo que pediste ami... - queda a media frase a decir cuando me ve quien creo que es Patrick, si no mal recuerdo- Tú no eres Eros.
-No, soy Samantha, un gusto - me presento dándole la mando en un intento tonto de parecer profesional, pero él no me deja en el aire y se presenta:
-Patrick Williams, abogado y mejor amigo de tu novio - indica con una sonrisa seductora.
-Veo que ya tienes el contrato - indico señalando el folder que trae en sus manos sin decir nada respecto a lo que dijo.
-Sí, ¿Así que tú eres la otra persona del contrato?, debí saberlo - expresa sonriendo mientras niega con la cabeza.
-Sí, ¿Por qué?, ¿Pasa algo?
-No, es solo que Eros nunca entra a ningún negocio en donde no lo incluya solamente a él y tenga un beneficio, pero si estas incluida debí suponerlo - indica cuando se sienta en el sillón de cuero de la oficina.
-No sé qué decir a eso - le contesto con una sonrisa vacilante.
-No tienes que decir nada - expresa cuando ve que sigo de pie.
Pasan unos segundos en donde el silencio incomodo de apodera de la situación y es más que obvio que ninguno de los dos sabe que decir:
-Así que eres su amigo...
-Exacto.
-Y estamos solos, ¿Sabes que significa? - pregunto con tono sugerente.
-No - responde con un gesto de desconfianza que me hace reír.
