La Sombra de Zed Vol.2

Parte 255: Rocas rotas

Cuándo... ¿cuándo pasó todo esto?

¿Cuándo fue que lo perdiste todo? Skarner...

El Brackern podía recordar una especie de red luminosa a través de la cual su mente podía navegar, observando diversos recuerdos.

Eran recuerdos de los otros Brackern, de cuando vivían hace mucho tiempo en los desiertos de Shurima. Antes de las Guerras Rúnicas.

Los recuerdas... los buenos tiempos...

"Bastante simples, sí... algo... algo optimistas..."

Eran felices... pero duró poco...

"La Guerra Rúnica... psshh... no quiero recordar eso..."

Los humanos... los odias...

"¿Quién ha dicho que los odie?"

El tiempo pasó alrededor de Skarner, siendo que ahora podía ver a múltiples humanos escarbando en Shurima.

Los pocos lugares sagrados que quedaron, como Targon, también parecían desolados.

Ellos... los mataron...

"Siguen vivos"

Atrapados... siendo usados como herramientas... sin cuerpos físicos... ¿no es acaso una injusticia?

¿No surge en ti el odio? 

"Amigo... o... lo que seáis..."

Somos tú...

"Ya... emm... soy bastante viejo como para entender el contexto..."

¿Contexto? ¿A esto qué contexto le buscas?

De repente Skarner se encontraba en el Instituto de Guerra, rodeado por diversos campeones armados, que se disparaban entre ellos.

Viktor, Caitlyn, Vi, Jayce, Blitzcrank, Camille, Orianna, Ekko...

Todos ellos están usando a tu especie...

Como una simple arma...

¿Dónde está el contexto?

"Si yo fuese un humano y me topase con una mina de diamantes... pues cogería los diamantes, es obvio, ¿no?"

Tienen vida...

"Pero eso no lo sabría, ¿cómo voy a saber que un diamante tiene vida?"

Aprovecharon su carencia de cuerpo...

"Amigo, el cuerpo lo conforman a base magia rara, minerales, un largo proceso de..."

Y tú los tienes contigo... qué vergüenza...

"¿De qué estás hablando?"

Los Brackern... una raza de las más antiguas y poderosas... oyes sus voces... puedes ver sus recuerdos... intentas huir de ellos...

"Yo... yo no huyo..."

¿Y por qué tu cuerpo es así de grotesco? 

"Yo... emm..."

Los Brackern podían crear sus cuerpos a partir de su alma y mente, dándoles formas superiores, incomprensibles para los seres humanos...

¿Y tú? ¿Rebajado a ser un puñado de rocas?

Ni siquiera puedes seguir la voluntad de los caídos... tu alma está atrapada entre los remordimientos de no haberles podido salvarles...

"Yo... yo no pude hacer nada..."

Ahora Skarner se veía reflejado en un espejo.

Era cierto que los Brackern no tenían por qué tener un aspecto tan tosco. Pero él era así porque al revivir es como se formó.

Capas... capas de remordimiento, dolor, un caparazón... ¿para qué?

"Para... protegerme..."

¿Lo ves? Sigues dañado... sigues temiendo que te hagan daño...

Creaste un escudo para ocultar tu propia fealdad, tu propia inseguridad frente al mundo que te rodea... dinos... ¿qué hiciste?

"........"

¿Qué hiciste cuando encontraste los cristales Hextech?

"Yo... nada..."

No los vengaste... no los recuperaste...

No hiciste nada...

Durante mucho tiempo, tú...

Cargaste con nuestra voluntad...

"¿Eh? ¿Quién... ¿quién me habla?"

En el exterior, el terreno de combate, el Maestro Yi y Zed seguían intercambiando algunos ataques, con el ninja algo distraido.

"¿Perdido en tus pensamientos?"

"........"

"Vamos, Zed, no soy mal psicólo..."

Repentinamente el visor de Yi logró notar algo de actividad espiritual.

Y no fue el único, ya que Rhaast también lo notó, aprovechando un momento en que tanto Kayn como Wukong se alejaron.

"¡Uh ¡uh! ¡ah! ¡ah!"

"¡Deja de hacer eso! ¡Me molesta muchísimo!"

"Lo sé, Kayn, por eso mismo lo hago... uh, uh, ah, ah..."

"Simio estúpi..."

"Kayn... noto algo raro..."

"Como ahora me sueltes otra filia te juro que..."

"Idiota, la actividad espiritual, hay algo muy raro en ella..."

"¿Algo raro?"

"Sí... y proviene de ese escorpión feucho..."