Capitulo 29

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Blair Potter 

A la mañana siguiente, me desperté temprano y me prepare para las clases. Era temprano aun pero ya no tenía sueño, había dormido y no sentía la necesidad de seguir en la cama, así que enseguida fui hasta el comedor esperando a que Daphne se despertara y fuésemos juntas a clase.
 Al llegar no habían muchas personas todavía con lo cual pude sentarme tranquilamente en la mesa sin mucho murmullo, para cuando levanté la vista vi a Parkinson llegar, al verme me dirigió una mirada burlona pero yo solo la ignoré, ¿en serio se iba a comportar como una niña chica?. A los pocos minutos llegó Daphne y se sentó a mi lado, nos pusimos a hablar de las clases que nos tocaban ese día y a comentar la escena que, sin venir a cuento, nos encontramos ante la puerta de la sala común anoche. Parece que fue nombrarlo y aparecer porque enseguida vimos como entraba Malfoy, él también me vio pero no pudo ni acercarse a saludar ya que fue secuestrado por Pansy, se sentaron juntos y ella no paraba de estar encima de él. Lo que más fuerte me parecía de todo aquello es que ella sabía que no quería estar junto a ella y que le había puestos los cuernos pero era asombroso la forma en que le daba igual. 

– Déjales Blair, no merece la pena centrar su atención en ese espectáculo, porque eso es lo único que hacen, el show —dijo Daphne enfrente de mi llamando mi atención. 

–No era por eso Daf, sino porque me extraña tanto que después de todo lo que se hicieron mutuamente sigan "juntos" —volviendo a mi plato de desayuno. 

– En fin, dios los cría y ellos se juntan. 

– Acabas de sonar como una vieja, ¿es que acaso mi mejor amiga ha estado secuestrada por la vieja del visillo y me entero ahora? —bromeé yo. 

Ella me siguió la broma y empezó a poner voz de señora mayor, eso me dio tanta risa que sonaba por todo el comedor, sentí algunas miradas sobre mi y le pedí que se callara pero eso solo aumentó su broma y para hacerla callar comencé a tirarle trozos de pan a la cara, al principio ni se inmuto pero eso acabó en trocitos de pan volando por los aires y sus restos en nuestros pelos. 

Cuando la hora del desayuno acabó y estaba apunto de levantarme sentí una mirada sobre mi, al mirar a un lado vi esa mirada que tanto conocía y odiaba admitir, noté algo de culpa en ellos aunque seguramente era cosa mía que quería creer que estaba mal, vi que quería decirme algo pero yo no tenía nada que hablar con él, no al menos de lo que sabía que iba a hablar. 

Enseguida me levanté y fui hasta los pasillos donde esperaba perderle de vista, no quería y tenía que hablar con él sobre algo que yo no tenía nada que ver en sus asuntos. Mientras iba esquivando a gente cuando alguien se chocó conmigo y me tiró al suelo. 

–¡Oye! ¡A ver si miramos por donde vamos! idiota —maldije dándome cuenta de que iba a llegar tarde a clase, me habían tirado todo de la mochila y tuve que recogerlo todo del suelo. —Vaya mierda, encima que no voy muy adelantada en sus puñeteras clases ahora me van a poner una falta mas grande que haya. Y todo por el idiota ese que ni siquiera se ha disculpado ni nada...

–Pareces una loca hablando y quejándote a los libros...

Eso me asustó y enseguida me hizo levantar la cabeza y me acabé haciendo daño en el cuello. Al ver de quién se trataba le ignoré y seguí recogiendo, noté como me tapaban la luz y se agachaban enfrente de mi y me tendía un libro con un poco de cuidado por si le decía algo. 

– Creo que estas enfadada conmigo y antes de que digas nada, lo se, soy idiota. 

– No estoy enfadada contigo, solo decepcionada, y no, no eres idiota, eres más que eso —tomando el libro y quitándoselo bruscamente. 

Cuando me puse en pie y giré el cuello para buscar mi mochila volvió a dolerme el cuello y me quejé un poco. 

– Creo que te has hecho daño en el cuello, deberías ir a Pomfrey —intentó acercarse. 

– Apártate de mi, estoy bien, solo es una molestia que pronto se irá y también el dolor del cuello. —al principio no pareció entender el juego de palabras pero al momento vi como su semblante se volvía molesto. 

Vi que no dijo nada así que me dispuse a tomar de nuevo mi camino y esperar que no se diera cuenta de que no estaba en clase pero al momento sentí que me tomaba de la muñeca y me acercaba a él. 

– ¿Pero a ti que te pasa Malfoy? déjame en paz, estoy llegando tarde a clase por tu culpa, que a ti te de igual no es problema mío. —espete molesta. 

– No se, dime algo, se que nos viste pero no es lo que crees, desde ese ayer apenas me diriges la mirada y eso me hace creer o que estas enfadada conmigo o triste y ambas cosas me dan mucho de las que pensar, así que di algo, lo que sea. —reclamó desesperado. 

– ¡Desearía que nunca hubieras salido conmigo! —bramé enfadada, al principio vi la duda en su mirada y supe que no entendió nada. —Desearía que nunca me hubieras pedido eso y yo hubiese aceptado, ya sabes a lo que me refiero... Y ahora déjame de verdad, solo olvídame, aunque sea por un momento hazlo. 

Noté como su mano se iba soltando y desde que pude retome mi paso, no entendía por qué le había dicho eso pero en cierta forma le había dicho algo que necesitaba expresar, de cierta manera me sentía bien pero si hubiesen sido otras palabras... 

Para cuando llegué a la puerta del aula me di cuenta que era bastante tarde para entrar y decidí quedarme fuera y esperar a que la próxima clase empezara. Cuando sonó la campana dando por finalizada la primera hora vi como Daphne salía de entre la multitud un poco preocupada, desde que me vio su semblante se relajó. 

– Blair... que susto, creía que te había pasado algo —dijo llegando a mi altura. 

– Y si que me pasó algo, algún idiota tenía demasiada prisa y no veía que había alguien mas caminando y se acabó chocando conmigo, total que acabé en el suelo y llegando tarde a clase, pero nada grave. —expliqué sin añadir la parte de Malfoy, ya se enteraría mas tarde. 

Mientras íbamos a la otra clase ella empezó a hablarme de lo que habían hecho hoy con Umbridge pero yo no estaba prestando mucha atención, aun seguía pensando en la conversación de antes con Malfoy, sentía remordimientos, tal vez me había pasado con él y solo había ido a ayudarme... 

–¿Otra vez ellos? ¿pero es que no se cansan de besuquearse enfrente de todos? ¡existen habitaciones mas privadas saben! —bramó Daphne. 

Cuando me di cuenta de quienes se trataban todos mis remordimientos murieron al instante, ¿para que iba a hablar conmigo si a los minutos iba a ir con ella? eso tiene un nombre y se le llama masoquismo. Si le dije a Malfoy que me dejase en paz yo haría lo mismo, olvidaría que nos tolerábamos y volvería a primer año, ese año de odio y rencor. ¿Niña pequeña? no, rencorosa si. 




𝑬𝑵𝑬𝑴𝑰𝑮𝑶𝑺 𝑨 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora