🎄 Capítulo 7 - Lucas

37 5 8
                                    

Con la llegada de una nueva semana, la anterior a la llegada de Navidad, afronto los días con otros ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con la llegada de una nueva semana, la anterior a la llegada de Navidad, afronto los días con otros ojos. Todos los años es así: mi ilusión puede más que cualquier otra cosa y, mientras termino los preparativos para la fiesta, mi sonrisa no desaparece.

No puedo evitar mirarla en clase.

En el primer descanso, me acerco al ver que está concentrada en algo. Me interesa saber si tiene que ver con la fiesta o no.

—Hola —saludo—, espero no molestarte.

—Hola. —Alza la cabeza para mirarme y esboza una sonrisa adorable—. No molestas, tranquilo. De hecho, si no te acercabas, pensaba hacerlo yo. Mira —da la vuelta al folio y me muestra un dibujo navideño bastante bonito—, se me ha ocurrido que podría pasarte el diseño final por correo para que lo imprimas y lo uses como invitación a la fiesta. ¿Qué te parece?

Con entusiasmo, me siento en la silla que hay en la mesa que tiene delante para observar mejor el dibujo y poder hablarle en tono confidente. Compartir estos momentos con ella, de manera tan inesperada para mí, está siendo lo mejor de organizar la fiesta. No obstante, me avergüenza reconocerlo.

—Es... increíble —respondo—. No sabía que dibujaras así de bien.

—¡No digas tonterías! Es solo un boceto.

—Será que yo no sé dibujar y cualquier cosa bien hecha ya me parece lo más.

Rebeca sonríe y baja rápido la cabeza, como si no quisiera que yo viera ese gesto. Pero es demasiado tarde.

—Tienes una sonrisa muy bonita —murmuro con la intención de que solo ella me escuche.

Suficiente tengo ya con sentir varias miradas sobre nosotros. ¿Tan raro es para el resto que hablemos? Sea como sea, no me importa.

Rebeca baja más la cabeza por mi comentario, supongo, y yo tengo que controlar mis ganas de alzar su mentón para que vuelva a mirarme. No quiero dar un espectáculo por el que pueda sentirse abochornada ante nuestros compañeros.

Suelto el folio en la mesa y ella aprovecha para darle la vuelta y continuar con su dibujo, aunque, al fijarme bien, me percato de que en realidad está perfeccionando algunas líneas.

—¿Te importaría si me siento a tu lado? —pregunto en un arrebato.

No sé por qué lo he hecho exactamente, pero ya está hecho. Rebeca levanta la cabeza y mira a nuestro alrededor, antes de responder:

—Haz lo que quieras, pero creo que ella se pondrá celosa... ¿no crees?

—Por mí que se sienta como quiera. No somos nada como para que se sienta celosa —comento mientras volteo la cabeza unos segundos hacia mi compañera de sitio.

—¡Oh, no! No me refería a celos de pareja, sino a los de otro tipo... Tal vez debí decir «envidia»...

—Da igual, no me interesan ese tipo de cosas.

Ella ríe.

—Parece como si nos hubiéramos intercambiado... —hace una pequeña pausa— en parte, ¿no te parece?

Al escucharla, también río.


···


Todos mis compañeros saben que la fiesta será celebrada el día 16, aunque sea hoy, miércoles, cuando les entregue las invitaciones realizadas por Rebeca. Han quedado maravillosas. No es un árbol de Navidad o un Belén como el que solía hacer en el colegio para la felicitación de todos los años; es una recopilación de elementos navideños importantes, divididos en cuatro cuadros con el abeto en medio. En el primero se representan los dulces típicos de esta época; en el segundo, las figuras y adornos; en el tercero, «Feliz Navidad» con unas letras muy bonitas; y en el cuarto, dos copas que chocan en un brindis.

Tras entregar todas, solo me queda esperar con paciencia y ganas a que llegue el sábado. Antes tengo que ir para seguir con la decoración ahora que ya está el árbol en la casa rural. Rebeca solo puede ayudarme un día, así que tendremos que avanzar lo suficiente para que, el resto de los días, yo me encargue de los últimos detalles.

Tengo muchas sorpresas para la fiesta de este año.



***

Este capítulo ha sido corto. ¿La buena noticia? Que el próximo será muy bonito porque... ¡llega la fiesta! ¿Qué crees que ocurrirá? Si alguien acierta, la primera persona que lo haga tendrá el capítulo dedicado. Si nadie lo logra, no pasa nada, seguiré dedicando capítulos como hasta ahora a quienes se tomen el tiempo de comentar sus impresiones. ¡Muchas gracias por leer!

La Navidad según LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora