Capítulo 28: Red de Preocupación

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La noticia de la desaparición de Aida se esparció como un sombrío eco entre los amigos y allegados, creando una red de preocupación que envolvía a Paula, Aroa, Pedro y Sarahy. Cada uno de ellos, al enterarse de la situación, decidió unirse en la búsqueda de respuestas, llevando consigo la incertidumbre y el misterio que rodeaban la desaparición de Aida.

Paula, al recibir la llamada de Lucía, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sin perder tiempo, contactó a Aroa, Pedro y Sarahy para compartir la noticia y organizar un plan de acción.

Paula: (preocupada) Chicos, Lucía acaba de llamarme. Aida está desaparecida. Necesitamos hacer algo.

Aroa: (inquieta) ¿Desaparecida? ¿Cómo es eso posible? Tenemos que ayudar.

Pedro: (determinado) Estoy en camino. Vamos a averiguar qué está pasando.

Sarahy, aunque aún lidiaba con sus propias emociones, no dudó en unirse al grupo para buscar a Aida.

Sarahy: (preocupada) No puedo creerlo. Voy para allá. Necesitamos encontrarla.

El grupo se reunió en un lugar acordado, donde Lucía compartió los detalles con ellos y las mentiras que había dicho a la policía para acelerar el caso.

Paula: (misteriosa) Entonces, oficialmente, Aida es tu novia.

Lucía: (nerviosa) Sí, tuve que decir eso para que tomen en serio la situación.

Aroa: (intrigada) ¿Y por qué dijiste eso?

Lucía, sintiéndose acorralada, explicó la estrategia que había adoptado para acelerar la búsqueda.

Lucía: (justificándose) Pensé que si decía que éramos novias, lo tomarían más en serio y actuarían más rápido.

Pedro: (comprensivo) Entiendo, pero necesitamos encontrar a Aida lo más rápido posible. ¿Sabes algo más?

Lucía compartió toda la información que tenía sobre los últimos días y la relación tensa entre Aida, Josue y Gabriel.

Sarahy: (pensativa) Estos dos podrían tener algo que ver con su desaparición. Debemos investigarlos.

El grupo decidió dividirse para abordar diferentes aspectos de la situación. Paula y Aroa se dirigieron al lugar donde Aida fue vista por última vez, Pedro se centró en hablar con amigos en común, y Sarahy acompañó a Lucía a la comisaría para obtener más información sobre la investigación policial.

Mientras tanto, en la casa abandonada, Aida enfrentaba a Josue y Gabriel, quienes seguían sin creer en su versión de los hechos.

Josue: (voz distorsionada) No te creemos, Aida. No nos vas a engañar.

Gabriel: (voz distorsionada) ¿Cómo puedes decir que no engañaste a Lucía? Tenemos pruebas.

Aida: (firme) Las pruebas que tienen son malinterpretaciones. Lucía y yo tuvimos problemas, pero nunca la engañé. Estoy aquí porque no me dejó hablar.

Josue: (frustrado) No vamos a caer en tus mentiras. Tenemos nuestras razones para hacer esto.

Aida, mientras enfrentaba la oscuridad de la casa abandonada, no sabía que un grupo de amigos se unía para desentrañar el misterio detrás de su desaparición. La Ciudad de Cristal, testigo de cada movimiento, esperaba a ver cómo los hilos de esta trama se entrelazaban y revelaban la verdad oculta entre las sombras.

Melodías del Corazón HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora